En un pequeño rincón de Hong Kong una chica, de labios rosados y piel blanca, anda por sus calles, despreocupada ,sin miedo, una sonrisa se dibuja en sus labios, su silueta hace que todos los hombres que pasean a su alrededor se giren a mirarla, su pelo negro como el carbón se mueve al ritmo de sus caderas, el flequillo le tapa un poco los ojos, unos ojos negros de mirada frágil y débil. Camina ajena a lo que su presencia provoca alrededor. El primer día de verano, unas largas vacaciones para poder disfrutar de su tiempo, para poder hacer lo que le diera la gana, para poder salir con sus amigos, tenia millones de planes en su cabeza esperándola para ser realizados, millones de amigos que deseaban que ella les dedicara unos minutos de su preciado tiempo, ese tiempo por el que millones de chicos se pelaban día a día. Ella nunca se ha sentido alguien popular, aunque su presencia causara expectación, las chicas le envidiaban y ellos la deseaban. Se pasaba los días rodeada de gente, alabándola y diciéndole todo aquello que quería escuchar. Aun así esa chica era alguien débil, en cierta manera infeliz, alguien inseguro, a ojos de todos ella tenia todo lo que cualquier persona podía desear, amigos, fama y belleza, pero le faltaba lo más importante, el amor, el cariño, alguien que realmente se preocupara por ella, alguien que la quisiera por como era.

-¡Mama ya estoy en casa!
-Oh, Liee ven ayuda a tu madre con esto.
-Mama...ya estas otra vez con eso, te he dicho millones de veces que no hagas tanta comida... -Le decía a su madre mientras le ayudaba a mover la olla de un lado a otro de la cocina. De repente sonó el móvil, Liee después de dejar la olla sobre la mesa contesto con rapidez.- ¿Quien?
-¡Hola Liee!
-Hola Jing, te he estado llamando antes pero no me has contestado...
-Si he visto tus llamadas, ¿Vas a ir esta noche a la fiesta de Hao?
-No se...
-Vaaa Liee sin ti no es lo mismo, todo el mundo esta deseando que vayas, además Hao esta muy pesado y me ha pedido millones de veces que te convenza para ir, Liee creo que le gustas...
-¿Quien?¿Yo? -Dijo Liee en voz baja mientras se alejaba un poco de su madre para que no pudiera escuchar lo que hablaba con su amiga.-
-Si tu, Liee le gustas a todos los hombres, eres la chica más deseada de todo el instituto y aun te sorprendes, Hao esta loco por ti, tienes que ir a esa fiesta. Quien sabe... esta noche puede que sea la definitiva y acabéis juntos, pasaras de sera la envidiada por todos a que todo el mundo le envidie a el por tenerte...
-Bueno iré... Hao es un chico muy guapo dudo mucho que se haya fijado en mi, pero aun así quiero intentarlo, me pondré muy guapa esta noche para el. Nos vemos esta noche Jing...
-Si nos vemos luego, adiós.

-LIIEEE A COMER!!!! -Le dijo su madre, lo que hizo que ella abandonara sus pensamientos para sentarse con ella y disfrutar de la comida.-


Ya era de noche, Liee y Jing se estaba arreglando para la fiesta en la habitación de esta. La madre de Liee era muy liberal, nunca le podía hora para que ella llegara a casa y la dejaba hacer todo lo que ella quisiera, ella siempre le decía que tenia de disfrutar de su juventud y de su belleza que no le durarían para siempre y eso lo que Liee intentaba hacer. En cambio la madre de Jing era mucho menos menos permisiva, le había puesto una hora para que ella llegara a casa esta noche y si a esa hora no había vuelto era capaz de llamar a la policía para que fuera a buscar a su hija.
Las dos chicas se estaban pintando la una a la otra, el maquillaje de Liee era muy discreto y sutil, se había pintado los labios de un rosa muy clarito y se había puesto un poco de rimel que aun hacía que resaltaran más sus ojos negros, lo que le hacía verse aun muchísimo mas guapa y atractiva. A pesar de Jing también era muy mona, su belleza no era comparable con la de Liee. Jing tenia el pelo largo y ondulado, era de una castaño oscuro y sus ojos eran muy pequeños. Jing se había pintado de una manera mucho más exagerada que la de Liee, sus labios ahora era rojos y la sombra de ojos negra hacía que sus ojos se vieran un poco más grandes. Jing le había prestado un vestido a Liee, ella nunca se lo habría podido poner ya que su madre no la dejaría salir con eso a la calle. El vestido negro se ceñía perfectamente al cuerpo de Liee, haciendo visible su perfecta silueta y sus marcadas caderas. Ese vestido le quedaba como un guante y eso era algo que Jing le envidiaba pues ese vestido a ella no le quedaba tan bien como a su amiga, el vestido iba acompañado de unos botines de tacón también negros que hacían que las piernas de Liee se vieran perfectas. Las dos chicas salieron de la casa de camino a la fiesta, Liee se sentía un poco avergonzada porque todo el mundo en la calle se giraban para mirarla, se sentía insegura con aquel vestido que era mucho más corto de lo que ella solía llevar. Cuando por fin llegaron al local, donde Hao celebraba su fiesta, el portero les dejo pasar y una vez dentro la música sonaba por todo el local, la gente bailaba y bebía por todos los rincones, todo el mundo se lo estaba pasando genial. Cuando las dos chicas entraron en el local enseguida vieron a Hao y sus amigos y Jing con decisión arrastro Liee hasta donde estos estaban. Todos los chicos en el local tenían los ojos puestos en Liee, Hao y sus amigos se quedaron totalmente boquiabiertos con el modelito de Liee y no paraban de mirar sus preciosas y largas piernas.
-¡Hola Hao! -Dijo Jing con una gran ilusión de estar en ese lugar y dando un pequeño saltito para ponerse al lado del chico.-
-¡Hola Liee! -Le dijo Hao mientras se acercaba a ella y separaba la mano de esta de su amiga a quien había ignorado por completo.-
-¡Ho-hola Hao! Hay mucha gente verdad no creía que fuera a haber tanta...
-Si la verdad es que ha venido mucha más gente de la que invite, pero me da igual porque estas tu y eres la única persona que quiero que este... -Liee se mantuvo cayada manteniendo le la mirada a Hao, no sabia que contestarle a lo que le acababa de decir así que solo se mantuvo callada.- ¿Quieres algo de beber? -Le Hao mientras le cogía de la cintura y la llevaba hasta la barra, alejándola de sus amigos y también de Jing. Liee no dijo nada y se dejo arrastrar por Hao.- ¿Un chupito tal vez?
-No, Hao yo no veo...
-Vaaa Liee es mi cumpleaños, vamos a pasárnoslo bien... -Le dijo Hao mientras acercaba el chupito a Liee y le miraba con una sonrisa de niño pequeño, lo que hizo que Liee se derritiera.-
-Valeee, pero solo uno....


Habían pasado ya unas horas desde que Liee y Jing llegaron a la fiesta. Desde que habían entrado Liee no había visto a Jing y aunque había dicho que solo se tomaría un chupito la verdad era que se había tomado algunos más y como no estaba acostumbrada a beber le habían subido muy rápido. Liee se sentía genial bailando en medio de la pista junto a Hao nunca se había sentido tan liberada y tan poco convivida, estaba bailando como nunca había bailado en su vida, su cuerpo esta muy cerca del de Hao y los dos podía sentir la respiración del otro, Hao se acerco a la oreja de Liee y chillando, para que esta le oyera ya que la música estaba muy alta le dijo:
-Vamos a un lugar más intimo donde podamos estar a solas. -Y sin esperar a Liee respondiera la saco de la pista, subieron por unas escaleras hasta llegar a una habitación que estaba en lo alto del local. Hao abrió la puerta con una llave que saco de su bolsillo, cogió a Liee de la mano y entro con ella. La habitación no era muy grande, había una pequeña barra de bar y un sofá, allí dentro la música se oía mucho menos y se podía hablar con más tranquilidad.
-¿Quieres tomar algo?
-No... creo que ya he bebido suficiente por hoy y la verdad es que me siento un poco mareada...
-Vale, como quieras.... -Le dijo Hao mientras se acercaba lentamente hasta esta justo enfrente de ella, levanto su mano hasta la cara de Liee y le retiro el flequillo de lo ojos.- Tienes unos ojos preciosos, deberías de enseñaros más, tus labios también son muy bonitos... -Bajo la mano hasta los labios de Liee los que también acaricio, después cogió el mentón de Liee y la acerco hacia el haciendo que los labios de los dos jóvenes se rozaran. Hao siguió besando a Liee, mucho más pasionalmente, jugaba con en su boca a placer, ella simplemente se dejaba llevar, semiconsciente de lo que estaba pasando. Hao coloco sus dos maños en las caderas de Liee y la arrastro hasta el sofá, donde la tumbo para después el colocarse encima. Empezó a tocar todo el cuerpo de Liee, empezó tocando su rodilla y poco a poco fue subiendo hasta llegar al borde de el vestido. Liee una vez se hizo consciente de lo que estaba pasando puso su mano encima de la Hao.
-¿Que estas haciendo?
-Nada... -Le dijo mientras volvió a besarla, Liee también le beso, Hao cada vez ejercía más presión sobre ella, limitando sus movimientos y llevando el control de todo lo que pasaba. Hao haciendo caso omiso a lo que Liee le había dicho metió la mano por debajo de su vestido.-
-QUE HACES HAO PARA! -Le dijo Liee mientras intentaba liberarse de el, Hao agarro a Liee por las muñecas y empezó a besarle todo el cuerpo a tocar todo su cuerpo mientras Liee intentaba resistirse. Liee empezó a pegar patadas y esto hizo que Hao se enfureciera más y perdiera el poco cocimiento que aun le quedaba, con toda furia le pego una bofetada a Liee, lo que hizo que esta rompiera a llorar, ahora de una manera mucho más violenta Hao empezó a desgarrar el vestido de Liee con sus manos mientras le decia:
-Solo estoy tomando lo que me pertenece Liee solo eso..... -Liee cansada de resistirse, de llorar, de gritar y que nadie le tendiera una mano, giro su cabeza y dejo que Hao la forzara, dejo que le quitara su honra que le quitara aquello que es lo más importante para una mujer, dejo que que le quitara lo más preciado que ella poseía y que reservaba para alguien realmente especial, lloraba mientras deseaba que aquello terminara rápido, mientras deseaba que su vida terminara en ese mismo instante para poder acabar con ese sentimiento. Cuando Hao termino se levanto y se puso los pantalones y antes de irse escupió al lado de Liee y después le dio a una patada a su cuerpo semidesnudo, a ese cuerpo frágil y débil que Liee a penas sentía. Hao después de pegarle un par de patadas más por todo su cuerpo, se giro y mientras iba en dirección hacía la puerta le dijo:

-No eres la gran cosa que todo el mundo se cree que eres, eres mucho peor que las millones de chicas con las que he estado, eres escoria, como has permitido que te haga esto, no vales para nada, ni siquiera para proteger tu honra.

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