IN COMA
Autor: KimHero (@HimeNoKJJ)
Género: Angst, drama, romance. Muerte de un personaje.
Relato
Yongguk, como todos los días de las últimas semanas, se encontraba
encerrado en en un bar, sentado en la barra con una pila de copas de
whisky frente a él. Rezaba por que el moreno de ojos oscuros regresara a
su lado, pero después de lo que había pasado aquella noche, por su
mente sólo podía pasar el rechazo.
A pesar de que la personalidad de Yongguk siempre era fría y distante, aquél chico, su sonrisa, su mirada, le hacían ser cálido con él. Siempre distante pero a veces tan cálido. Demasiada confusión para él.
"-Yongguk no te vayas..-" Recordaba con dolor aquellas palabras de ese pequeño ángel de tez clara. "-...por favor-" las palabras le taladraban el cerebro, no podría soportar ese dolor durante mucho tiempo más.
Se arrepentía con todo su corazón de haberle hecho aquello a su pequeño, jamás se lo podría perdonar. Lo último que quería era hacerle daño, pero era inevitable. Lo amaba, desde luego, pero no de la misma manera, jamás sería suficiente.
Aquella noche salió del bar, el alcohol empezaba a mostrarle sus efectos haciéndole perder el control de su cuerpo, caminaba chocando con todo, apoyándose en las paredes. La oscuridad de la noche tampoco le ayudaba, no era capaz de ver o sentir lo que pasaba a su alrededor. "-Yongguk..-" Escuchaba dentro de su cabeza. "-Te necesito-" colocó las manos sobre su cabeza, necesitaba que aquellos recuerdos salieran de su cabeza, necesitaba olvidar todo aquello. "-No te vayas-" Repetía en su cabeza. "-Lo siento.. no puedo evitarlo-" Era lo único que había sido capaz de contestarle en aquél momento.
Yongguk pasó a un callejón, se dejó caer en el suelo, de rodillas, completamente derrotado. Sus ojos y mejillas ardían, estaban completamente rojos. De sus ojos brotaban lágrimas que después recorrían su mejillas y acababan chocando contra el suelo. Se arrastró hasta una de las paredes más cercanas de aquél callejón, apoyó la cabeza y espalda en ésta, se encontraba entre montañas de cajas de cartón vacías. Secó las lágrimas con una de sus mangas, tras ésto, metió la mano algo brusca y torpemente en su bolsillo, de éste sacó una navaja, era negra y plateada. Muy afilada.
Acercó la punta de ésta hacia su muñeca "-No te vayas.. te amo-" Tras recordar las palabras del menor, hizo algo de presión con la afilada navaja sobre su piel. "-Hyung.. por favor..-" Cuanto más recordaba más lágrimas brotaban de sus ojos, y cuanto más lloraba más furioso estaba. Presionó algo más la navaja, haciendo que comenzara a salir de la pequeña herida algo de sangre. "-Lo siento Youngjae.. no puedo seguir con ésto-" Tras aquél recuerdo apretó la navaja con más fuerza contra su piel. El corte ya era bastante profundo. "-No quiero estar contigo-" Ese recuerdo. Esa mentira. Tiró de la navaja hacia un lado, con una mueca de dolor en su rostro, algo calmada por los efectos del alcohol. Después de haber hecho el corte más ancho y profundo lanzó con fuerza la navaja contra la pared que tenía enfrente.
Notaba como la sangre no dejaba salir de aquella herida, le dolía, pero ningún dolor podría superar el que sentía en su interior, el dolor de saber que había hecho daño a la persona más importante que podría haber aparecido en su vida, pero ya era demasiado tarde para arreglarlo. Vió a alguien acercarse, era inconfundible, podría distinguirlo en cualquier situación. -Pequeño..- Gimió entre susurros. -Hyung..qué has hecho?- El menor lloraba al ver a Yongguk en aquella situación, mientras éste sonreía como buenamente podía. -Pensé que no volverías Jae..- Iba perdiendo el conocimiento, la sangre comenzaba a faltarse. -Pequeño.. te amo- Sus ojos, poco a poco se iban cerrando, Youngjae tapó la herida del mayor con la propia tela de su camiseta. Pero era demasiado tarde. -Por favor.. no te vayas- Repetía el menor una y otra vez. Yongguk, finalmente cerró los ojos, para siempre.
A pesar de que la personalidad de Yongguk siempre era fría y distante, aquél chico, su sonrisa, su mirada, le hacían ser cálido con él. Siempre distante pero a veces tan cálido. Demasiada confusión para él.
"-Yongguk no te vayas..-" Recordaba con dolor aquellas palabras de ese pequeño ángel de tez clara. "-...por favor-" las palabras le taladraban el cerebro, no podría soportar ese dolor durante mucho tiempo más.
Se arrepentía con todo su corazón de haberle hecho aquello a su pequeño, jamás se lo podría perdonar. Lo último que quería era hacerle daño, pero era inevitable. Lo amaba, desde luego, pero no de la misma manera, jamás sería suficiente.
Aquella noche salió del bar, el alcohol empezaba a mostrarle sus efectos haciéndole perder el control de su cuerpo, caminaba chocando con todo, apoyándose en las paredes. La oscuridad de la noche tampoco le ayudaba, no era capaz de ver o sentir lo que pasaba a su alrededor. "-Yongguk..-" Escuchaba dentro de su cabeza. "-Te necesito-" colocó las manos sobre su cabeza, necesitaba que aquellos recuerdos salieran de su cabeza, necesitaba olvidar todo aquello. "-No te vayas-" Repetía en su cabeza. "-Lo siento.. no puedo evitarlo-" Era lo único que había sido capaz de contestarle en aquél momento.
Yongguk pasó a un callejón, se dejó caer en el suelo, de rodillas, completamente derrotado. Sus ojos y mejillas ardían, estaban completamente rojos. De sus ojos brotaban lágrimas que después recorrían su mejillas y acababan chocando contra el suelo. Se arrastró hasta una de las paredes más cercanas de aquél callejón, apoyó la cabeza y espalda en ésta, se encontraba entre montañas de cajas de cartón vacías. Secó las lágrimas con una de sus mangas, tras ésto, metió la mano algo brusca y torpemente en su bolsillo, de éste sacó una navaja, era negra y plateada. Muy afilada.
Acercó la punta de ésta hacia su muñeca "-No te vayas.. te amo-" Tras recordar las palabras del menor, hizo algo de presión con la afilada navaja sobre su piel. "-Hyung.. por favor..-" Cuanto más recordaba más lágrimas brotaban de sus ojos, y cuanto más lloraba más furioso estaba. Presionó algo más la navaja, haciendo que comenzara a salir de la pequeña herida algo de sangre. "-Lo siento Youngjae.. no puedo seguir con ésto-" Tras aquél recuerdo apretó la navaja con más fuerza contra su piel. El corte ya era bastante profundo. "-No quiero estar contigo-" Ese recuerdo. Esa mentira. Tiró de la navaja hacia un lado, con una mueca de dolor en su rostro, algo calmada por los efectos del alcohol. Después de haber hecho el corte más ancho y profundo lanzó con fuerza la navaja contra la pared que tenía enfrente.
Notaba como la sangre no dejaba salir de aquella herida, le dolía, pero ningún dolor podría superar el que sentía en su interior, el dolor de saber que había hecho daño a la persona más importante que podría haber aparecido en su vida, pero ya era demasiado tarde para arreglarlo. Vió a alguien acercarse, era inconfundible, podría distinguirlo en cualquier situación. -Pequeño..- Gimió entre susurros. -Hyung..qué has hecho?- El menor lloraba al ver a Yongguk en aquella situación, mientras éste sonreía como buenamente podía. -Pensé que no volverías Jae..- Iba perdiendo el conocimiento, la sangre comenzaba a faltarse. -Pequeño.. te amo- Sus ojos, poco a poco se iban cerrando, Youngjae tapó la herida del mayor con la propia tela de su camiseta. Pero era demasiado tarde. -Por favor.. no te vayas- Repetía el menor una y otra vez. Yongguk, finalmente cerró los ojos, para siempre.
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