Liee caminaba o más bien arrastraba su cuerpo por aquellas calles casi desiertas, ya nada quedaba de la sonrisa tímida de hace unas horas, casi ni parecía la misma persona. Su vestido estaba roto y Liee se lo sujetaba con una mano, incluso sujetar esa tela le costaba, caminaba descalza y con la cabeza agachada asumiendo la postura que tendría que llevar a partir de ese momento, su cabeza debía de mirar el suelo, no era digna de mirar a nadie a los ojos, Hao se lo había arrebatado y nadie ni siquiera ella había podido impedírselo. De vez en cuando los pies de Liee le fallaban y esta caía de rodillas en el suelo, era un alma en pena por aquellas calles, en las que la poca gente que pasaba se quedaba mirándola y susurraba cosas a sus espaldas, ya no comentaban su belleza, pero a Liee eso ya poco le importaba, solo quería llegar a su casa para poder sentirse protegida. Cuando por fin Liee consiguió llegar a su casa toco el timbre de la puerta y justo cuando su madre la abrió, Liee cayo al suelo llorando, gritando, pidiendo perdón.
-¿Liee, hija que ocurre? ¿Que ha pasado? -Le dijo la madre que se agacho para levantar a su hija del suelo, su madre la entro a casa y la sentó en el sofá- Liee y estos moratones... ¿Te han pegado? Dimelo.... cariño no llores más.... -Le dijo mientras le quitaba las lágrimas que seguían cayendo de los ojos de Liee.-
-Maaammmaa, lo siento... lo siento.....
-¿Porque dices eso?¿Que ha pasado Liee?
-Me han forzado mama. Lo siento, ha sido mi culpa, lo siento. -Le dijo Liee mientras lloraba cada vez más y más. La madre de Liee al oír las palabras de su hija se puso a llorar también al tiempo que la abrazaba.-
-No es tu culpa mi amor, no es tu culpa. Tu no tienes la culpa de nada, ha sido ese cerdo, no tu cariño. Mañana iremos al hospital, ¿vale? No te preocupes ya estas a salvo....



-Por favor señoras siéntense. -Les dijo el doctor a Liee y a su madre. Estas se sentaron y esperaron a que el doctor hablase.- Veras le hemos hecho una revisión completa a Liee, incluso pruebas que no eran necesarias y me temo que tenemos una mala noticia que daros respecto de la salud de Liee.
-No por favor doctor, no me diga usted que mi hija esta embarazada de aquel horrible hombre.... no por favor, nuestra honra ya ha sufrido demasiado daño. -Le dijo la madre al doctor algo exaltada.-
-Créame señora que el que su hija estuviera embarazada seria el menor de sus problemas, pero no este no es el caso, Liee no esta embarazada. Veras ella sufre cáncer, con suerte lo hemos cogido a tiempo y con una simple medicación podrá volver a casa a parte de venir cada dos meses a revisión y si hiciera necesario le daríamos quimioterapia. -El rostro de la madre de Liee cambio por completo, se volvió blanco, pálido y de un instante a otro rompió a llorar. En cambio el de Liee permaneció impasible, ajeno a cualquier reacción, como si lo que estaba pasando en esa sala no fuera con ella. Liee hacía días que ya no se sentía viva, hacía días que la sonrisa no se dibujaba en su rostro, apenas hablaba, apenas comía.-
-No se preocupe señora, su hija se recuperara. -Le dijo el doctor a la madre de la chica a la vez que le daba un pañuelo para que secara sus lágrimas.-
-Has oído eso Liee, te vas a recuperar no te preocupes. -Le dijo la madre de esta a la vez que tocaba la espalda de su hija, Liee no contesto, se quedo inmóvil, sin pestañear, ni tan siquiera miro a su madre, agacho su cabeza y salio de la sala, sin decir nada.-

Liee estaba sentada en un banco de la calle esperando a que su madre saliera del hospital, miraba al frente con la mirada perdida, con la misma expresión insensible. Cuando levanto su cabeza vio a Jing caminado por la acera de enfrente, de repente su expresión cambio y después de muchos días en su cara volvió a dibujarse una sonrisa. Liee se levanto del banco y salio corriendo para saludar a su amiga.
-JINNNGGGG JINGGGG - Esto hizo que Jing se girara y se encontró con una Liee exhausta de correr hasta su encuentro- ¡Hola Jing! Te he estado llamando durante toda esta semana pero no me has cogido el teléfono. Supongo que no lo has oido....
- Ho-hola Liee! Tengo un poco de prisa a si que ya hablaremos en otro momento vale.... -Le dijo Jing mientras andaba para atrás sin dejar de mirar a Liee- - Espera Jing! - Mientras Liee decia esto un coche se paro justo al lado de ellas y de le salio Hao. La cara de Liee se volvió blanca como la pared, todos los recuerdos de aquella noche vinieron a la mente de Liee, todo el mundo se volvió a derrumbar delante de ella, ya nada quedaba de la felicidad que habia sentido al ver a su amiga.¿Que estaba haciendo Hao allí?¿Y porque se había parado justo delante de ellas? Liee sentía miedo de que pudiera volver a hacerle lo mismo, pero ahora estaba delante de su amiga y sabia que ella no permitiría que le hiciera nada malo. Liee agacho su mirada ante la persistente mirada de Hao, pero lejos de acercarse a ella como Liee pensaba se acerco a Jing a quien agarro de la cintura y despues beso en los labios.-
-¿Que estas haciendo con esta puta? -Le dijo Hao a Jing mientras miraba a Liee con desprecio.-
-¿Yo? Nada, ha sido ella la que se ha acercado a mi, te lo juro Hao.
-¡Más te vale! Después de todo lo que nos ha hecho, no permitas que nos haga más daño Jing....
-Ji-jing.... ¿Estas con el? -Dijo Liee entre sollozos.-
-Si y ahora ya no podrás separarnos. Hao me lo ha explicado todo, como le sedujiste y le obligaste a que estuviera contigo y no conmigo. Te consideraba mi amiga y me has estado utilizando todo este tiempo, siempre te has creido superior a mi, más guapa, más lista y la más popular, pues sabes te equivocas, ahora soy yo la que ha salido ganando y la que se ha quedado con el chico. -Le dijo a Liee mientras volvía a besar a Hao.-
-Te estas equivocando Jing, lo que te ha contado no es verdad, por favor creeme.... -Le dijo Liee mientras sus lágrimas caían con más y más fuerza, mientras debajaba caer todo su peso sobre sus rodillas y alargaba su mano con intención de que Jing la agarrara.-
-Las palabras de una puta no valen nada. -Le dijo Jing mientras apartaba la mano de Liee y se subia en el coche con Hao.-

Liee se quedo llorando en el suelo de rodillas mientras veia como el coche se marchaba. El chico que había hundido su vida, estaba con su mejor amiga, una de las pocas personas en las que había confiado en toda su vida y a quien le había confesado sus mayores secretos. De repente la notica del medico le vino a la cabeza, ¿cancer? Una pequeña sonrisa se dibujo en la cara de Liee, se sentía afortunada, un pesamiento un tanto estúpido, estaba enferma y a Liee eso le parecía una vendición, podría dejar que su cuerpo pereciera con aquella enfermedad y acabar asi con todo el sufrimiento, no merecía vivir y mucho menos seguir deshonrrando a su familia. Liee seco sus lágrimas y se levanto del suelo, su cara volvía a estar seria, impasible, como si nada de lo que había pasado le afectara, volvió hacía el banco donde estaba sentada y volvió a colocarse en la misma posición de hace unos minutos.



Liee hacía más de dos horas que llevaba despierta, esperando a que el despertador sonara, apenas había dormido esa noche, bueno en realidad apenas había dormido nada desde de lo ocurrido, las noches eran igual que los días, largos, cada minuto que pasaba era un minuto de angustia para Liee. Daba vueltas en la cama, algo inquieta, hoy seria el primer día de instituto después de una semana sin asistir, por la mente de Liee pasaban millones de pensamientos, ¿que les habría contado Hao?, puede que quizás no haya contado nada y todo el mundo en el instituto siga con la misma actitud de siempre, puede que a parte de Jing, el resto de sus compañeros sigan comportandose de la misma manera con ella. Una luz de esperanza pareció encenderse en Liee, a pesar de querer que su vida acabara, el hecho de que la gente le muestre su cariño después de todo lo ocurrido le aliviaba, solo era un pensamiento, pero eso a Liee era como un pequeño rayo de sol en un día de tormenta. Liee se levanto de la cama, cansada de dar vueltas. Se puso su uniforme, se peino un poco su pelo y se sento en la silla a esperar a que su madre la llamara.
-¡¡¡LIEEEEEE!!! BAJA A DESAYUNAR!!! -Liee bajo las escaleras, algo más enérgica de lo que lo solía hacer, apenas comió nada de lo que su madre había preparado.- Liee que no se te olvide tomarte la pastilla. -Le dijo su madre mientras le la acercaba.Liee cogió la pastilla, la introdujo en su boca y bebió un poco de agua, después cogió su mochila y salio de su casa. Nada más salir Liee escupió la pastilla al suelo, después como ya era normal en ella agacho su cabeza, haciendo que su pelo largo y negro tapara su cara.-



Liee entro por la puerta del instituto, algo asustada porque sabia que en cualquier rincón de aquel lugar estaría desprotegida de nuevo, si se quedaba a solas con Hao. Desde que Liee había entrado por la puerta del instituto la gente no paraba de mirarla y de susurrar a su arrededor. Ella siempre había estado acostumbrada a causar expectación, pero esta vez todo era muy distinto, la gente la miraba con desprecio, con asco, como si fuera basura. Liee no estaba acostrumbrada a eso y paso lo más rápido que puedo hasta entrar dentro del instituto, pero allí dentro todo fue peor. Todo el mundo se giro para mirarla y se apartaban cuando Liee pasaba por su lado, en el pasillo se hizo un pasillo dejando pasar a Liee, se oían abucheos a  los que Liee hizo oídos sordos y simplemente agacho más si se podia su cabeza mientras intentaba pasar lo más rápido que podía por el pasillo.
La gente empezó a empujarla de un lado para otro, pero Liee no decia nada, no movía ningún músculo, simplemente se dejaba tambalear por los que hasta hace un par de días consideraba sus amigos, Liee sabia que todo lo que estaba recibiendo era su merecido por lo que había hecho. Uno de los chicos que estaba al lado del pasillo se puso en medio, impidiendo que Liee siguiera su camino. Ella mantuvo su cabeza agachada y se movió hacía un lado, pero el chico se movió también en la dirección de Liee. El chico que era alto y más bien delgado, levanto una de sus manos y retiro el pelo de la cara de Liee, después lentamente se acerco a su oído y le dijo:
-Tu y yo podríamos pasárnoslo muy bien. -Liee aparto la mano del chico y rápidamente paso por su lado andando, casi corriendo, para poder seguir el camino que la llevara hasta su clase, pero un pie se interpuso en su camino, haciendo que se tropezara, las risas de la gente empezaron a sonar por todo el pasillo, la chica que le había puesto la zancadilla se agacho hasta donde estaba Liee y levanto su cara para que esta pudiera mirarla a los ojos.-
-Ya no eres tan bonita, ¿verdad? -La chica con desprecio soltó la cara de Liee y se levanto. Liee permanecido tirada en suelo, viendo como la gente se mofaba de ella. La joven chica se levanto, peino un poco su pelo y se dirigió hasta su clase, oyendo como sus compañeros seguían llamándole puta, riéndose de ella y deseando su muerte. ¿Su muerte? Eso era algo que tenían en común con ella, ella también la deseaba y seguramente mas que ninguno de ellos. La cara de Liee no cambio, seguía igual , triste decaída, impasible, fría. El mayor daño ya estaba hecho todo aquello solo eran sus consecuencias.-

I CAN'T BE YOUR HEROINE

Título: I can't be your heroine
Autor: @__riia
Género: Drama, romance, acción, fantástico.


ÍNDICE

En un pequeño rincón de Hong Kong una chica, de labios rosados y piel blanca, anda por sus calles, despreocupada ,sin miedo, una sonrisa se dibuja en sus labios, su silueta hace que todos los hombres que pasean a su alrededor se giren a mirarla, su pelo negro como el carbón se mueve al ritmo de sus caderas, el flequillo le tapa un poco los ojos, unos ojos negros de mirada frágil y débil. Camina ajena a lo que su presencia provoca alrededor. El primer día de verano, unas largas vacaciones para poder disfrutar de su tiempo, para poder hacer lo que le diera la gana, para poder salir con sus amigos, tenia millones de planes en su cabeza esperándola para ser realizados, millones de amigos que deseaban que ella les dedicara unos minutos de su preciado tiempo, ese tiempo por el que millones de chicos se pelaban día a día. Ella nunca se ha sentido alguien popular, aunque su presencia causara expectación, las chicas le envidiaban y ellos la deseaban. Se pasaba los días rodeada de gente, alabándola y diciéndole todo aquello que quería escuchar. Aun así esa chica era alguien débil, en cierta manera infeliz, alguien inseguro, a ojos de todos ella tenia todo lo que cualquier persona podía desear, amigos, fama y belleza, pero le faltaba lo más importante, el amor, el cariño, alguien que realmente se preocupara por ella, alguien que la quisiera por como era.

-¡Mama ya estoy en casa!
-Oh, Liee ven ayuda a tu madre con esto.
-Mama...ya estas otra vez con eso, te he dicho millones de veces que no hagas tanta comida... -Le decía a su madre mientras le ayudaba a mover la olla de un lado a otro de la cocina. De repente sonó el móvil, Liee después de dejar la olla sobre la mesa contesto con rapidez.- ¿Quien?
-¡Hola Liee!
-Hola Jing, te he estado llamando antes pero no me has contestado...
-Si he visto tus llamadas, ¿Vas a ir esta noche a la fiesta de Hao?
-No se...
-Vaaa Liee sin ti no es lo mismo, todo el mundo esta deseando que vayas, además Hao esta muy pesado y me ha pedido millones de veces que te convenza para ir, Liee creo que le gustas...
-¿Quien?¿Yo? -Dijo Liee en voz baja mientras se alejaba un poco de su madre para que no pudiera escuchar lo que hablaba con su amiga.-
-Si tu, Liee le gustas a todos los hombres, eres la chica más deseada de todo el instituto y aun te sorprendes, Hao esta loco por ti, tienes que ir a esa fiesta. Quien sabe... esta noche puede que sea la definitiva y acabéis juntos, pasaras de sera la envidiada por todos a que todo el mundo le envidie a el por tenerte...
-Bueno iré... Hao es un chico muy guapo dudo mucho que se haya fijado en mi, pero aun así quiero intentarlo, me pondré muy guapa esta noche para el. Nos vemos esta noche Jing...
-Si nos vemos luego, adiós.

-LIIEEE A COMER!!!! -Le dijo su madre, lo que hizo que ella abandonara sus pensamientos para sentarse con ella y disfrutar de la comida.-


Ya era de noche, Liee y Jing se estaba arreglando para la fiesta en la habitación de esta. La madre de Liee era muy liberal, nunca le podía hora para que ella llegara a casa y la dejaba hacer todo lo que ella quisiera, ella siempre le decía que tenia de disfrutar de su juventud y de su belleza que no le durarían para siempre y eso lo que Liee intentaba hacer. En cambio la madre de Jing era mucho menos menos permisiva, le había puesto una hora para que ella llegara a casa esta noche y si a esa hora no había vuelto era capaz de llamar a la policía para que fuera a buscar a su hija.
Las dos chicas se estaban pintando la una a la otra, el maquillaje de Liee era muy discreto y sutil, se había pintado los labios de un rosa muy clarito y se había puesto un poco de rimel que aun hacía que resaltaran más sus ojos negros, lo que le hacía verse aun muchísimo mas guapa y atractiva. A pesar de Jing también era muy mona, su belleza no era comparable con la de Liee. Jing tenia el pelo largo y ondulado, era de una castaño oscuro y sus ojos eran muy pequeños. Jing se había pintado de una manera mucho más exagerada que la de Liee, sus labios ahora era rojos y la sombra de ojos negra hacía que sus ojos se vieran un poco más grandes. Jing le había prestado un vestido a Liee, ella nunca se lo habría podido poner ya que su madre no la dejaría salir con eso a la calle. El vestido negro se ceñía perfectamente al cuerpo de Liee, haciendo visible su perfecta silueta y sus marcadas caderas. Ese vestido le quedaba como un guante y eso era algo que Jing le envidiaba pues ese vestido a ella no le quedaba tan bien como a su amiga, el vestido iba acompañado de unos botines de tacón también negros que hacían que las piernas de Liee se vieran perfectas. Las dos chicas salieron de la casa de camino a la fiesta, Liee se sentía un poco avergonzada porque todo el mundo en la calle se giraban para mirarla, se sentía insegura con aquel vestido que era mucho más corto de lo que ella solía llevar. Cuando por fin llegaron al local, donde Hao celebraba su fiesta, el portero les dejo pasar y una vez dentro la música sonaba por todo el local, la gente bailaba y bebía por todos los rincones, todo el mundo se lo estaba pasando genial. Cuando las dos chicas entraron en el local enseguida vieron a Hao y sus amigos y Jing con decisión arrastro Liee hasta donde estos estaban. Todos los chicos en el local tenían los ojos puestos en Liee, Hao y sus amigos se quedaron totalmente boquiabiertos con el modelito de Liee y no paraban de mirar sus preciosas y largas piernas.
-¡Hola Hao! -Dijo Jing con una gran ilusión de estar en ese lugar y dando un pequeño saltito para ponerse al lado del chico.-
-¡Hola Liee! -Le dijo Hao mientras se acercaba a ella y separaba la mano de esta de su amiga a quien había ignorado por completo.-
-¡Ho-hola Hao! Hay mucha gente verdad no creía que fuera a haber tanta...
-Si la verdad es que ha venido mucha más gente de la que invite, pero me da igual porque estas tu y eres la única persona que quiero que este... -Liee se mantuvo cayada manteniendo le la mirada a Hao, no sabia que contestarle a lo que le acababa de decir así que solo se mantuvo callada.- ¿Quieres algo de beber? -Le Hao mientras le cogía de la cintura y la llevaba hasta la barra, alejándola de sus amigos y también de Jing. Liee no dijo nada y se dejo arrastrar por Hao.- ¿Un chupito tal vez?
-No, Hao yo no veo...
-Vaaa Liee es mi cumpleaños, vamos a pasárnoslo bien... -Le dijo Hao mientras acercaba el chupito a Liee y le miraba con una sonrisa de niño pequeño, lo que hizo que Liee se derritiera.-
-Valeee, pero solo uno....


Habían pasado ya unas horas desde que Liee y Jing llegaron a la fiesta. Desde que habían entrado Liee no había visto a Jing y aunque había dicho que solo se tomaría un chupito la verdad era que se había tomado algunos más y como no estaba acostumbrada a beber le habían subido muy rápido. Liee se sentía genial bailando en medio de la pista junto a Hao nunca se había sentido tan liberada y tan poco convivida, estaba bailando como nunca había bailado en su vida, su cuerpo esta muy cerca del de Hao y los dos podía sentir la respiración del otro, Hao se acerco a la oreja de Liee y chillando, para que esta le oyera ya que la música estaba muy alta le dijo:
-Vamos a un lugar más intimo donde podamos estar a solas. -Y sin esperar a Liee respondiera la saco de la pista, subieron por unas escaleras hasta llegar a una habitación que estaba en lo alto del local. Hao abrió la puerta con una llave que saco de su bolsillo, cogió a Liee de la mano y entro con ella. La habitación no era muy grande, había una pequeña barra de bar y un sofá, allí dentro la música se oía mucho menos y se podía hablar con más tranquilidad.
-¿Quieres tomar algo?
-No... creo que ya he bebido suficiente por hoy y la verdad es que me siento un poco mareada...
-Vale, como quieras.... -Le dijo Hao mientras se acercaba lentamente hasta esta justo enfrente de ella, levanto su mano hasta la cara de Liee y le retiro el flequillo de lo ojos.- Tienes unos ojos preciosos, deberías de enseñaros más, tus labios también son muy bonitos... -Bajo la mano hasta los labios de Liee los que también acaricio, después cogió el mentón de Liee y la acerco hacia el haciendo que los labios de los dos jóvenes se rozaran. Hao siguió besando a Liee, mucho más pasionalmente, jugaba con en su boca a placer, ella simplemente se dejaba llevar, semiconsciente de lo que estaba pasando. Hao coloco sus dos maños en las caderas de Liee y la arrastro hasta el sofá, donde la tumbo para después el colocarse encima. Empezó a tocar todo el cuerpo de Liee, empezó tocando su rodilla y poco a poco fue subiendo hasta llegar al borde de el vestido. Liee una vez se hizo consciente de lo que estaba pasando puso su mano encima de la Hao.
-¿Que estas haciendo?
-Nada... -Le dijo mientras volvió a besarla, Liee también le beso, Hao cada vez ejercía más presión sobre ella, limitando sus movimientos y llevando el control de todo lo que pasaba. Hao haciendo caso omiso a lo que Liee le había dicho metió la mano por debajo de su vestido.-
-QUE HACES HAO PARA! -Le dijo Liee mientras intentaba liberarse de el, Hao agarro a Liee por las muñecas y empezó a besarle todo el cuerpo a tocar todo su cuerpo mientras Liee intentaba resistirse. Liee empezó a pegar patadas y esto hizo que Hao se enfureciera más y perdiera el poco cocimiento que aun le quedaba, con toda furia le pego una bofetada a Liee, lo que hizo que esta rompiera a llorar, ahora de una manera mucho más violenta Hao empezó a desgarrar el vestido de Liee con sus manos mientras le decia:
-Solo estoy tomando lo que me pertenece Liee solo eso..... -Liee cansada de resistirse, de llorar, de gritar y que nadie le tendiera una mano, giro su cabeza y dejo que Hao la forzara, dejo que le quitara su honra que le quitara aquello que es lo más importante para una mujer, dejo que que le quitara lo más preciado que ella poseía y que reservaba para alguien realmente especial, lloraba mientras deseaba que aquello terminara rápido, mientras deseaba que su vida terminara en ese mismo instante para poder acabar con ese sentimiento. Cuando Hao termino se levanto y se puso los pantalones y antes de irse escupió al lado de Liee y después le dio a una patada a su cuerpo semidesnudo, a ese cuerpo frágil y débil que Liee a penas sentía. Hao después de pegarle un par de patadas más por todo su cuerpo, se giro y mientras iba en dirección hacía la puerta le dijo:

-No eres la gran cosa que todo el mundo se cree que eres, eres mucho peor que las millones de chicas con las que he estado, eres escoria, como has permitido que te haga esto, no vales para nada, ni siquiera para proteger tu honra.
  -Ria a sufrido varios golpes por todo el cuerpo, simples traumatismos que se curan rápido y no le dejaran marca. Pero lo que realmente me preocupa es el fuerte golpe que sufrió en la cabeza al caer, después de realizar le varias pruebas hemos podido realizar el diagnostico.... veréis Ria sufre de amnesia...no sabemos que es lo que recuerda y lo que no, eso no lo descubriremos hasta que ella se despierte y....
-ME ESTAS DICIENDO QUE RIA NO RECUERDA NADA DE LO QUE HA PASADO, QUE NO RECUERDA NADA DE SU VIDA, ME ESTA USTED DICIENDO ESO! -Dijo un visible alterado Jaejoong con los ojos un poco humedecidos-
-Jaejoong tranquilízate.... la culpa no es del Doctor.... -Le dijo Hyun Soo mientras le cogía de la mano.-
-No sabemos lo que recuerda y lo que no, lo que si que sabemos es que es una amnesia pasajera, es posible que le dure segundos puede que un año o puede que veinte, pero de lo que podemos estar seguros por el momento es que esto no es para toda la vida. Lo que Ria ahora necesita es tranquilidad, necesita a gente que este a su lado y que la apoye. ¿A quienes de ustedes dos conoció antes?
-A Jaejoong, conoció antes a Jaejoong.
-Es recomendable que le vea primero a el, no estamos seguros de si te recordara pero es más probable que se acuerde de ti puesto que te conoció antes. Debéis de mantener la calma y contarle todo lo sucedido de una manera muy tranquila y animarla para salir de esto, llevarla a sitios que le recuerde todo lo que ha vivido o recrear las escenas le ayudara a recordar con más facilidad. Ria no debe estar sola, necesita vuestro apoyo.




Mi cuerpo estaba magullado, me sentía cansada, muy cansada a pesar de estar con los ojos cerrados sentía que no había dormido nada, sentía dolor por todo mi cuerpo pero sobre todo un intenso dolor en la cabeza. Abrí los ojos lentamente aun sin entender el motivo por el que me dolía todo el cuerpo. Al abrir los ojos me vi acostada en una cama en lo que parecía ser una habitación de hospital. No entendía nada, que estaba haciendo yo allí y porque tenia todo el cuerpo lleno de heridas y de moratones. Me fui a mover pero entonces note como alguien tenia su mano unida a la mía desde el primer momento en que me desperté. Gire mi cabeza y entonces vi a Jaejoong dormido , con su cabeza apoyada en mi colchón y sentado en una silla. ¿Que hacia mi Director allí?¿Y porque me cogía de la mano? Yo empecé a mover le lentamente con la mano que me quedaba libre, con la intención de que el me explicara lo que estaba pasando.
-Di-director, despierte!
Jaejoong levanto su cabeza con los ojos entreabiertos, cuando me vio se levanto de la silla de una manera muy brusca y sin yo esperarme lo me abrazo y empezó a darme besos por toda la cara mientras me decía:
-Ria, ¿estas loca? No me vuelvas a hacer esto, tu sabes el susto que me has dado, pensaba que te había perdido para siempre... no me lo vuelvas a hacer nunca....
-Di-director, ¿que esta haciendo? -Jaejoong se separo de mi lentamente y se peino mientras sacudía su cabeza y disimuladamente secaba sus lágrimas que se habían derramado mientras me besaba.-
-Eh, si.... lo siento...
-No pasa nada, ¿Que estoy haciendo aquí?
-Veras Ria sobre eso es algo de lo que tenemos que hablar..... Estamos en Alemania hemos venido para terminar de cerrar un trato y tu has tenido un accidente mientras cruzabas la calle, has sido atropellada y al caer te diste un fuerte golpe en la cabeza lo que te ha producido amnesia, no te preocupes es reversible, no es para siempre, solo necesitas recordar aquello que has olvidado.....
-Me...me estas diciendo que no recuerdo una parte de mi vida..... -Le dije mientras mis lágrimas empezaban a caer.-
-No te preocupes Ria, te voy a ayudar a recordar aquello que has olvidado, el medico me ha dicho que te lleve a lugares que te traigan recuerdos y eso voy a hacer, saldrás de esta Ria, juntos podemos hacerlo.... -No sabia si debía de creer las palabras de Jae, mi mente me decía que solo hacia dos semanas que trabajaba con el y que conmigo se había comportado como todo un capullo y ahora me estaba sonriendo mientras me decía que superaríamos esto juntos, pero si lo que el me estaba diciendo era cierto hay muchas cosas que he olvidado, puede que muchas cosas junto a mi Director y sus ojos hay algo en sus ojos, en la forma en la que me mira que hace que le crea y que hace que quiera seguir le a cualquier lugar del mundo.-
-Tienes razón Director, puedo con esto, soy fuerte. -Le dije mientras me secaba las lágrimas y levantaba mi cabeza.-
-Jaejoong, llámame Jaejoong.
-Puedo con esto Jaejoong, podemos con esto. -Le dije mientras le miraba y le sonreía.-
-¿Puedo hacerte una pregunta Ria? ¿Del uno al diez cuanto te gusto?
-Esto Direc....digo Jaejoong.... esto yo no....a mi tu...no creo que yo deba...
-Contesta Ria.
-Pero.. es que.. yo
-Contesta.
-¿Cuatro?
-CUATRO! ¿SOLO CUATRO? Jooo... Ria me esperaba poco, pero no tan poco... -Me dijo mientras empezaba a reírse, yo también empecé a reírme.- Dentro de poco sera diez! -Parecía totalmente seguro de sus palabras, yo no dije nada, tampoco me parecía una idea tan alocada.- Ahora vístete tenemos trabajo que hacer, tu memoria tiene que funcionar.....


Salimos del hospital, aun que yo andaba un poco lenta por la heridas de mi pie pudimos llegar a la parada de taxis, después una vez cogimos el taxi Jaejoong me dijo que íbamos al hotel donde nos hospedamos y el lugar donde yo tuve el accidente hace tan solo un par de días. El taxi nos dejo junto delante de la puerta del hotel, yo me quede totalmente impresionada, ¿De verdad yo había dormido en ese hotel? Parecía muy caro además de que todas las personas que entraban y salían cada cual parecía mas estirada que la otra, andaban con la cabeza bien alta y miraban a los demás por encima del hombro. Cuando Jaejoong y yo fuimos a cruzar la calle vi una pequeña mancha de sangre en el suelo, lo que provoco un inmenso dolor de cabeza, lo que hizo que me arrodillara en el suelo, mientras pequeños flases de imágenes venia a mi mente, un banco, un chico alto y guapo, una melodía de teléfono, Jaejoong al otro lado de la acera saludándome y y.... quería ver más, saber más, quien era ese chico, porque hablaba con el, que hacia Jaejoong esperándome en la puerta del hotel, preguntas que mi mente se hacia pero que no obtenían respuesta.
-Ria... ¿Estas bien te pasa algo? -Me dijo Jaejoong con cara de susto.-
-Si, si estoy bien es solo que... creo que he recordado algo....
-¿Enserio? ¿Que?
-Un chico.... un chico alto y muy guapo, con una sonrisa muy bonita, pero se le veía triste....
-Ese era Hyun Soo Ria, el es mi hermano y también tu amigo....
-¿Mi amigo? ¿Desde cuando tienes tu hermanos?
-Es una larga historia, el y yo estábamos enfadados y gracias a ti pudimos volver a estar juntos, Ria has hecho por mi mucho más de lo que ahora recuerdas....
-¿Y porque Hyun Soo estaba triste?
-Porque le has rechazado por otro chico....
-¿Otro chico? ¿TENGO NOVIO?
-Algo así.... más o menos.... -Me dijo mientras entraba al hotel y me daba la espalda.-
-Espera Jaejoong.... ¿Quien es mi novio? ¿Es guapo?

Jaejoong no me contesto y me ignoro durante todo el trayecto en el ascensor, se limitaba a reírse de mis preguntas y solo me decía que eso era algo que tenia que descubrir yo sola. Entramos en la habitación de Jaejoong, el me dejo que la mirara para ver si recordaba algo pero no recordé nada, solo sentí algo muy raro, no recordaba nada pero, en esa habitación me sentía feliz.
-Jaejoong odio los despertares con poca luz, pero sin embargo tu ventana, la poca luz que entra por ella me parece preciosa, creo que me había sentido así nunca.
-Quizás ahora prefieras despertarte sin luz....
-No, eso si que nunca.... -Le dije a Jaejoong convencida de lo que estaba diciendo.-
-Tengo que ir al baño Ria espérame aquí....
-Vale. -Yo me senté en la cama y a los poco minutos empece a oír como Jaejoong empezaba a chillar.-
-AAAHHHH RIIIAAAA VEN COOORRRRIENNNNDOOOO!!!
-QUE PASA JAEJOOONG YA VOY!!! -Le dije mientras me levantaba corriendo de la cama y sin pensármelo dos veces abrí la puerta, para mi asombro me vi a un muy asustado Jae encima del váter y señalando al suelo.- ¿Que pasa?
-Un-un bicho!
-Un bicho....no crees que ya eres un poco mayor para tenerle miedo a l.......

No pude terminar la frase cuando ese inmenso dolor de antes volvió otra vez a mi, esta vez lo que recordaba era todo mucho más preciso, recordaba a Jaejoong borracho, durmiendo en mi cama, cuando me vomito encima, también le recordaba a el levantándose por la mañana medio dormido y esta misma escena el aseo de mi casa y también todas aquellas veces en las que me había burlado de el por ese numerito. Jaejoong se acerco a mi y se sentó conmigo en el suelo.
-¿Estas bien?
-Si, estoy mejor que nunca.... -mis ojos se dirigieron a sus zapatillas, ¿o eran las mías?- Jaejoong... ¿Porque llevas mis zapatillas?
-Jaejoong me miro a los ojos y sonrió..... veras es una larga historia... -Yo empecé a recordar más mucho más y esta vez sin dolor, empecé a recordar todo lo que tenia que ver con esas zapatillas, a Jae riéndose de mi en el ascensor... ¿El ascensor? HYUN SOO! También empecé a recortarle, a recordarlos a los dos llorando, a los riendo, mi vida volvía a construirse poco a poco.-
-Lo se.... solo te las querías probar...por curiosidad....
-Ria! Lo recuerdas! -Me dijo mientras sus lágrimas empezaban a caer, pero sin perder la sonrisa.-
-Seis. -Le dije mientras le secaba las lágrimas con mi mano.-
-¿Que?
-He dicho que del uno al diez me gustas seis. - Jaejoong me sonrió con la sonría más bonita y perfecta que había visto en mi vida, mientras se levantaba y con su mano me ayudaba a mi para que yo también lo hiciera.-

Poco a poco empece a recordarlo todo mientras que Jae y yo hablábamos de cualquier cosas banal en aquella habitación, los dos nos reíamos y nos mirábamos y yo sentía que todo eso ya había pasado que todo tenia que volver a pasar, que esta no seria mi ultima conversación con Jae. Estábamos los dos de pie en medio de la habitación cuando Jaejoong se acerco a mi lentamente y me dijo:
-Ria, besame!
-¿Que? -Le dije aun que había oído perfectamente sus palabras.-
-Besame!
-Once. -Le dije mientras le cogía de la camiseta y le besaba, sentí sus labios rozando los míos, su respiración agitada al lado de la mía mientras sentía como sus manos rodeaban mi cintura como me acercaban hacía el, empecé a recordar muy poco a poco mientras sus labios me besaban, por un momento sentí lágrimas, lágrimas que se mezclaban en nuestro labios, como en nuestro primer beso, sentí pasión y caricias como la noche de antes de mi accidente, sentí que volvía ser parte de él que volvía a sentir nuestro corazones latiendo al mismo ritmo.-

Jaejoong me seguía besando mientras mi mente y mi cuerpo eran una mezcla de sensaciones, por un lado estaba todo aquello que había sentido y ahora de nuevo volvía a sentir y por el otro estaba Jaejoong en ese mismo instante besándome y haciendo me sentir como el solo lo sabe hacer. Los dos empezamos a jugar con nuestras lenguas ya conscientes de que todo iba a volver a pasar. Jaejoong empezó a besarme lentamente todo el cuello lenta y suavemente mientras poco a poco me acercaba hasta la cama. Con mucha delicadeza y sin dejar de besarme me dejo encima de la cama y el se coloco encima de mi, yo le sentía cerca, sentía su cuerpo junto al mio. Continuo besándome, yo coloque mi mano en su pecho y lentamente lo separe de mi, dejando un pequeño espacio entre nosotros, separando nuestro labios y dejándonos tiempo para respirar. Jaejoong me miro a los ojos, esa mirada yo ya la había sentido ya la había vivido, nada en nosotros había cambiado, yo le di un pequeño beso y después le dije:
-Eres parte de mi, nada ni nadie nunca va a poder alejarme de ti, no puedo vivir sin aire, no puedo vivir sin que mi corazón lata al igual que ahora no puedo vivir sin Jaejoong.




                                                                          FIN  


Nota del escritor:
Escribir esta historia ha sido muy importante, he sentido cada linea que he escrito, he llorado cuando ellos lloraban y reído cuando reían. Nunca pensé que me sentiría tan involucrada en ella.  Es mi primera historia y soy consciente de que tengo mucho que aprender y también mucho que mejorar. Os doy las gracias a todos los que me habéis leído y muy en especial a mi hermano. Espero que la hayáis disfrutado tanto como yo, no pienso decirles adiós ahora ellos también son parte de mi vida así que, nos vemos pronto <3

IN COMA


Título: In Coma
Autor:  KimHero (@HimeNoKJJ)
Género: Angst, drama, romance. Muerte de un personaje.


Relato

Yongguk, como todos los días de las últimas semanas, se encontraba encerrado en en un bar, sentado en la barra con una pila de copas de whisky frente a él. Rezaba por que el moreno de ojos oscuros regresara a su lado, pero después de lo que había pasado aquella noche, por su mente sólo podía pasar el rechazo.
A pesar de que la personalidad de Yongguk siempre era fría y distante, aquél chico, su sonrisa, su mirada, le hacían ser cálido con él. Siempre distante pero a veces tan cálido. Demasiada confusión para él.

"-Yongguk no te vayas..-" Recordaba con dolor aquellas palabras de ese pequeño ángel de tez clara. "-...por favor-" las palabras le taladraban el cerebro, no podría soportar ese dolor durante mucho tiempo más.
Se arrepentía con todo su corazón de haberle hecho aquello a su pequeño, jamás se lo podría perdonar. Lo último que quería era hacerle daño, pero era inevitable. Lo amaba, desde luego, pero no de la misma manera, jamás sería suficiente.

Aquella noche salió del bar, el alcohol empezaba a mostrarle sus efectos haciéndole perder el control de su cuerpo, caminaba chocando con todo, apoyándose en las paredes. La oscuridad de la noche tampoco le ayudaba, no era capaz de ver o sentir lo que pasaba a su alrededor. "-Yongguk..-" Escuchaba dentro de su cabeza. "-Te necesito-" colocó las manos sobre su cabeza, necesitaba que aquellos recuerdos salieran de su cabeza, necesitaba olvidar todo aquello. "-No te vayas-" Repetía en su cabeza. "-Lo siento.. no puedo evitarlo-" Era lo único que había sido capaz de contestarle en aquél momento.

Yongguk pasó a un callejón, se dejó caer en el suelo, de rodillas, completamente derrotado. Sus ojos y mejillas ardían, estaban completamente rojos. De sus ojos brotaban lágrimas que después recorrían su mejillas y acababan chocando contra el suelo. Se arrastró hasta una de las paredes más cercanas de aquél callejón, apoyó la cabeza y espalda en ésta, se encontraba entre montañas de cajas de cartón vacías. Secó las lágrimas con una de sus mangas, tras ésto, metió la mano algo brusca y torpemente en su bolsillo, de éste sacó una navaja, era negra y plateada. Muy afilada.

Acercó la punta de ésta hacia su muñeca "-No te vayas.. te amo-" Tras recordar las palabras del menor, hizo algo de presión con la afilada navaja sobre su piel. "-Hyung.. por favor..-" Cuanto más recordaba más lágrimas brotaban de sus ojos, y cuanto más lloraba más furioso estaba. Presionó algo más la navaja, haciendo que comenzara a salir de la pequeña herida algo de sangre. "-Lo siento Youngjae.. no puedo seguir con ésto-" Tras aquél recuerdo apretó la navaja con más fuerza contra su piel. El corte ya era bastante profundo. "-No quiero estar contigo-" Ese recuerdo. Esa mentira. Tiró de la navaja hacia un lado, con una mueca de dolor en su rostro, algo calmada por los efectos del alcohol. Después de haber hecho el corte más ancho y profundo lanzó con fuerza la navaja contra la pared que tenía enfrente.

Notaba como la sangre no dejaba salir de aquella herida, le dolía, pero ningún dolor podría superar el que sentía en su interior, el dolor de saber que había hecho daño a la persona más importante que podría haber aparecido en su vida, pero ya era demasiado tarde para arreglarlo. Vió a alguien acercarse, era inconfundible, podría distinguirlo en cualquier situación. -Pequeño..- Gimió entre susurros. -Hyung..qué has hecho?- El menor lloraba al ver a Yongguk en aquella situación, mientras éste sonreía como buenamente podía. -Pensé que no volverías Jae..- Iba perdiendo el conocimiento, la sangre comenzaba a faltarse. -Pequeño.. te amo- Sus ojos, poco a poco se iban cerrando, Youngjae tapó la herida del mayor con la propia tela de su camiseta. Pero era demasiado tarde. -Por favor.. no te vayas- Repetía el menor una y otra vez. Yongguk, finalmente cerró los ojos, para siempre.
       Mis ojos se fueron abriendo lentamente y con la escasa luz que entraba por la ventana, puede ver a Jaejoong dormido justo a mi lado. A pesar de la escasa luz, ese despertar es y sera el más bonito de mi vida. Si, no había luz, pero para mi era como si toda la habitación estuviera iluminada por aquella pequeña sonrisa que se dibujaba en su rostro. En ese mismo momento lo olvide, olvide que me gustaban los despertares con luz y mis despertares favoritos pasaron a ser los despertares junto a Jaejoong. Solo le miraba, simplemente esta tumbada en la cama mirándolo, sentía su respiración y como su aliento rozaba mi cara, estaba tan tierno durmiendo allí a mi lado, era como un angelito, se veía tan pequeño, tan frágil como si cualquier pequeño ruido pudiera interrumpir su sueño. No terminaba de creerme lo que había pasado entre el y yo, nunca había sentido algo tan intenso por alguien, parecía un sueño, quería saltar correr brincar de alegría pero simplemente me limite a quedarme acostada con cuidado de no moverme mucho para no despertarlo. Pasaron unos diez minutos y no me pude resistir más. Empecé a darle pequeños besitos por toda la cara, por todo su cuello, por sus hombros, por todo su pecho, Jaejoong empezó a retorcerse en la cama ya despierto, empezó a reírse, pero no decía nada solo se reía como un loco y empezaba a pegar patadas como un niño pequeño, sus ojos estaban iluminados me miraban de una manera especial, aun que quizás su mirada era la misma y los que habíamos cambiado eramos nosotros. Yo seguí besandolo y besandolo y el seguí quejándose y me pegaba para que dejara de hacerlo mientras me decía.
-Ya... Ria... para...Tengo muchas cosquillas para por favor....
-Valeee... ya paro, ya paro...
Yo pare y me volvía a acostar a su lado, Jaejoong una vez ya despierto y después de mi tortura se me quedo mirando a los ojos, mientras me sonreía, ainsss.... su sonrisa, su boca, sus labios, su piel. Estaba totalmente despeinado al igual que yo, pero para mi estaba más guapo que nunca.
Me acaricio el pelo y después me dijo:
-Deberíamos levantarnos ya, ¿No crees?
-Si... pero levántate tu primero...
-Yo porque.... no tu primero...
-Es que.... me da vergüenza....solo llevo puesta la ropa interior.... -Jaejoong empezó a reírse como un loco y a dar rodar por la cama haciendo la croqueta mientras se reía, parecía un maldito psicópata. Yo empecé a pegarle cariñosamente,le dije mientra le pegaba y me tapaba aun más con la sabana.- ¿DE QUE TE RIES? NO TIENE GRACIA.
-Ria....créeme que no hay nada de ti que no haya visto ya...
-JAEJOONG CALLATE!! -Le dije mientras yo también me empezaba a reír.-
-Valeee.... tienes tres segundos para vestirte...1.. -Me dijo mientras cerraba los ojos y empezaba a contar, yo me levante lo más rápido que puede de la cama y cogí mi ropa y me la puse.- 2...3…..YA!
-Me ha dado tiempo.... -Le dije en tono burlón mientras le sacaba la lengua.-
-Jooo.... debería a ver dicho dos.... -Me dijo mientras se cruzaba de brazos y de piernas encima de la cama y ponía cara de enfadado. Yo me acerque a el, le bese en los labios.-
-No te enfades tonto. Nos vemos ahora. -Le dije mientras me dirigía hacia la puerta.-

Tres horas después:
Yo estaba en la recepción del hotel sentada en uno de los sillones, marque el numero de teléfono de Jaejoong.
-Jaejoong, ¿donde estas?
-Sigo en mi habitación aun... ¿y tu?
-Estoy en la recepción del hotel, he quedado con Hyun Soo para contarle lo que pasó anoche... prefiero contárselo yo sola, nos vemos luego que ya viene....
-Vale, adiós!
-Hola Hyun Soo -Le dije mientras guardaba el teléfono en mi bolso y me levantaba del sillón.-
-Hola Ria. Te apetece que vayamos al parque que esta justo enfrente y así me cuentas lo que me has dicho que me tenias que contar, me tienes intrigado....
-Vale, por mi bien.
Los dos cruzamos la calle que separaba el hotel del parque y nos sentamos en uno de los bancos que había. Los dos nos mantuvimos unos minutos en silencio hasta que Hyun Soo empezo a hablar.
-Ria... se que no soy yo. Se que tu quieres a Jaejoong.
-Hyun Soo.... yo... lo siento... -Le dije mientras agachaba mi cabeza-
-No te preocupes, ya lo sabia desde el principio, sabia que no iba a ser yo, lo sabia.... pero aun así.. aun así quería disfrutar de el poco tiempo en el que podíamos estar juntos...
-Eres alguien muy importante para mi, eso lo sabes, no? Pero me he dado cuenta que lo que siento hacia a ti no es de esa manera, odio rechazar a la gente, no me gusta, pero he de ser sincera contigo, no eres mi amigo.... eres alguien mucho más especial que eso y me gustaría poder seguir a tu lado y poder compartir muchos más momentos juntos... pero no de esa manera... lo siento de verdad que lo siento...
-Se que vas a ser muy feliz junto a mi hermano, de eso no tengo la menor duda. Se feliz Ria, con eso me es suficiente. Ahora me voy a ir yo antes, vale? Tengo que hacer la maleta aun.. nos vemos luego... -Hyun Soo se levanto y se fue, yo me quede en el banco, estaba un poco decaída, pero de repente mi móvil empezó a sonar y al ver que era Jaejoong la sonrisa volvió a mi cara de golpe.-
-Hola!
-¿Donde estas Ria? Estoy en la puerta del hotel esperándote....
-Si, estoy en el parque de enfrente ya voy... -Yo me levante y me gire en dirección al hotel.- Te estoy viendo!!
-Si yo a ti también!!! -Me dijo mientras me saludaba con la mano.-

Yo también le salude y salí corriendo atravesando la calle, sin mirar a ningún lado cruce sin pensar en nada más que llegar al otro lado para poder estar con Jaejoong, para poder abrazarlo y pedirle que no se alejara de mi nunca más, que no me imaginaba una vida sin el. Pero parece que le destino no pensó lo mismo. Sentí un golpe, un golpe, brusco, seco, repentino que hizo que me cayera al suelo, no sentía dolor, no oía nada, mi imagen se volvió borrosa, la cara de Jaejoong chillando mi nombre en medio de la acera, el conductor del coche alterado, la gente mirando sin hacer nada... y yo....mis ojos, mi mente, mi cuerpo luchaba por mantenerse despierto, toda yo luchaba por decirle algo a Jaejoong, no quería irme, no ahora, pero aun que luche mis ojos se terminaron cerrando.
  
Giró el pintalabios y lo cerró con el tapón, seguido de esto lo guardó en su pequeño bolso.
Mei seguía observándose en el espejo, buscando cualquier defecto en su rostro, misión imposible.
Desde pequeña siempre fue preciosa, inteligente, deseada y amada por todos. No tiene ni una sola mancha en su historial, ninguna que el resto de personas puedan ver. Nunca fue una niña egoísta y caprichosa, pero siempre que fijaba su atención en algo lo conseguía el cien por cien de las veces ¿Algo que se hubiera propuesto y no hubiera logrado? ¡Jamás! Siempre ganaba todo.
Ella era consciente de aquello, la gente que la envidiaba era destruida y los que la querían recompensados, siempre ha formado a su alrededor una vida perfecta, solo había una cosa que se le escapaba de la mano y que no podía manejar, el amor.
No podía comprarlo, ni forzarlo. Para las personas aquel hecho era más claro que el agua, pero ella, alguien que ha tenido todo lo que ha deseado, no lo podía comprender y eso la frustraba.
¿Por qué? A todos los hombres que les dirigía una mirada tímida e inocente se arrodillaban ante ella, a todas las mujeres que admiraba con pasión conseguía provocar el deseo de estar con ella.
¿Por qué ahora no podía controlar aquello? ¿De qué le servía la belleza? ¿Y el carisma? ¿El dinero?
Derribó todas las cosas que había sobre la mesa y frustrada despeinó su pelo, volvió a mirarse en el cristal y ahora la Mei que veía era distinta. Ahora era una flor marchita.
-¿Por qué no podemos decidir de quien nos enamoramos? Si esa persona no siente lo mismo por ti...- Hablaba consigo misma - Todo habrá terminado - Golpeó el espejo agrietándolo un poco - No es suficiente con los sueños, no me llenan unos segundos a tu lado, si tan solo pudiéramos amarnos, sería feliz. Quiero creer que algún día estaremos así - Volvió a golpear el espejo rompiéndolo más -¡Déjame olvidar la realidad!- Gritó - Quería que pensarás que yo era la única especial, podría dejarte marchar con tu gran sonrisa, pero no - Dio el golpe certero y el espejo se rompió en mil pedazos cortando su mano...
Mei se levantó y agarró un trozo de cristal con fuerza, su mano sangró aún más.
-Esta noche volveré a soñar contigo y mañana ya no será un sueño, siempre consigo lo que me propongo y tú no eres mi objetivo, eres mi meta- Las lagrimas de dolor recorrieron su rostro hasta perderse en el suelo.
Ryosuke corrió hacia los brazos de Ryu, se saludaron con un cálido abrazo que se convirtió en un tierno beso.
-¿Como estas amor mío?- Preguntó Ryo.
-Como nunca... Ahora mismo, nadie es más feliz de yo. No sabes cuánto he deseado y esperado este momento, tenerte en mis brazos y que seas mío, verte dejar de sufrir por un idiota- Abrazó mas fuerte después de terminar.
-Sobre ese idiota vengo a hablarte- Se separó lentamente del cuerpo de Ryu y lo miró a los ojos.
-¿Qué pasa? No me asustes, no quiero verte mal- Acarició el rostro de su chico.
-No te preocupes, quería decirte que creo que debería perdonarle... Tal vez sea lo mejor- La melancolía se apoderó de su rostro debido a los recuerdos que le vino a la mente.
Ryu sintió miedo, temor de que Ryosuke saliera dañado, incluso pavor de perderlo otra vez, pero cuando se calmó comprendió que eso ya no sucedería, ahora era suyo y confiaba plenamente en el amor que los unía.
-¿Sabes mi vida? A pesar de todo confío en vuestra amistad y en lo mucho que os queréis como amigos, pensándolo calmadamente creo que si os perdonarais es lo mejor que os podría pasar nunca. Verte feliz hará que mis sueños se cumplan - Decidido juntó los labios con los de Ryo, este se separó.
-Ya soy feliz junto a ti- Ahora dominó él la escena dándole un toque de pasión. - Tengo algo más que decirte - Mostró su hermosa sonrisa, la que hacía que la vida de Ryu fuera mas fácil.
-Dime...- Observaba como un tonto aquel rasgo del joven.
-Esta tarde le daremos una sorpresa a Nozomi, ya he hablado con Kiyoshi, tenemos que ir a prepararlo todo.
Kyo cargaba un gran ramo de flores de múltiples colores, Hikari y Kiyoshi se encontraban a su lado. Estos dos llevaban decoración y globos, los tres iban por la calle dirección al hospital. Kiyoshi tomó la palabra.
-¿Os ha quedado claro como lo haremos?- Dijo con una sonrisa.
-No tiene mucha complicación, esto es de tontos- Dijo malhumorado como era él. Hikari nerviosa habló.
-Pues a mí no me ha quedado muy claro- Agachó la cabeza.
-Cariño, tu es que eres un caso especial- Se burló de ella.
-¡Calla!- Se cabreó.
-A ver Hikari, es fácil- Se dispuso a explicarlo otra vez - Tu entras con el ramo de flores y le das tu carta, conforme la lea ella irá a coger el resto de cartas que están en el ramo ¿Verdad? Pues ahí nos darás la señal y entraremos todos con los globos y con la tarta.
-Entiendo ¿Cual era la señal?- Kyo y Kiyoshi se echaron la mano a la cabeza.
-La señal era un estornudo, debes de fingirlo- Dijo Kyo.
-¡Esta bien!- Se llenó de energías.
-Conozco bien a Nozomi, se que ella quiere que celebremos una pequeña fiesta y disfrutemos de ella, no quiere que le mostremos nuestra tristeza- Se le humedecieron los ojos.
-Kiyoshi, ya te he dicho que haremos lo que tu veas mejor para ella- Kyo confiaba en él y sabría que el hecho de hacer una fiesta no le molestaría a Nozomi.
Se reunieron todos en el hospital, a pesar de que Ryo y Kyo no estaban perdonados el ambiente no era incomodo, todos estaban unidos y animados por la causa de hacer feliz a Nozomi, no dejarían que sus problemas rompieran la felicidad de su amiga, todos habían madurado bastante.
-¿Estáis listos?- Preguntó Kiyoshi.
Todos asintieron y entonces Hikari tocó la puerta, la voz de Nozomi se escuchó como un susurro, entonces abrió la puerta y entró con el ramo de flores.
-Hola Nozomi- Dijo con una tierna sonrisa.
-¡Oh! Eres tu Hikari- Se sorprendió de que no fuera ni Ryosuke ni su gran amigo Kiyoshi.
-Sí, te he traído este regalo- Dejó el ramo de flores en la mesa y le acercó su carta. Nozomi la abrió con una sonrisa y comenzó a leerla.
"Querida Nozomi, no ha pasado mucho tiempo desde que nos conocemos... Podríamos haber aprovechado más el tiempo juntas, lo siento.
Siempre he pensado que el tiempo es muy valioso ¿No crees? Bueno, claro que pensarás que sí. Mi familia siempre está ocupada por trabajo, entonces cada vez que puedo estar un momento con ellos lo aprovecho al instante. Quería decirte que eres mi ejemplo a seguir, siempre estas con tu enorme sonrisa alegrándonos la vida. A pesar de todo estas a nuestro lado y aprovechas el tiempo al máximo, no has renegado a los sentimientos que han venido, ya que te hacían sentir más viva, no has evitado ningún momento que te hicieran desear quedarte, todas las veces has ido de frente contra los problemas y los has superado.
Ciertamente no sé cómo te recordaran el resto, pero en mi corazón siempre serás recordada como una heroína, la heroína que a pesar de no haber estado mucho con ella, logró hacerme ver que debo de vivir la vida aprovechando cada instante, siendo feliz y no arrepintiéndome de nada.
Gracias Nozomi, estarás presente en mí como ahora."
Las lagrimas fluyeron de los ojos de Nozomi como si un rio fuera, Hikari fingió un estornudo en ese momento y le dio un fuerte abrazo.
El resto entraron de golpe sin pensárselo dos veces con un "¡Sorpresa!". La gran sonrisa de todos provocó que Nozomi llorara aún más, no se esperaba aquel encuentro con sus amigos.
Pero ellos no fueron los únicos que entraron a la sala, también lo hizo el médico junto a una enfermera.
-Siento mucho la interrupción, pero tenemos que dar una noticia - Tosió y continuó - No sabemos cómo, tal vez nos hubiéramos equivocado, pero Nozomi ha mejorado con su enfermedad todo este tiempo, aun quedan esperanzas para ella- Hizo una profunda reverencia.
Todos gritaron de alegría y comenzaron a saltar y corrieron a abrazar a Nozomi, nadie se lo podía creer y menos ella.
Ryosuke admiró aquella escena con una felicidad especial que no había sentido nunca. Su novio, Ryu, sabía que ahora todo iba a ir bien con él, le quedaba una larga vida que hacer a su lado, siendo felices, una familia que formar, un amor que darse. Observó a Kiyoshi, aquel fiel amigo que ha tenido durante toda su vida, estaba dándolo todo por la protagonista del día. Nozomi, aquella chica de corazón puro que tanta felicidad le había dado ¿Cómo era posible? Nadie cabía en la escena de que Nozomi se iba a recuperar ¿Gracias a él? No... descubrió que fue gracias al amor de todos, ese era el milagro del amor. Sus ojos se dirigieron hacia la preciosa pareja, se le iluminaron al ver a Hikari feliz junto a su amado, aquel chico tan importante para Ryo había cambiado tanto, ya no era el mismo niño con el que solía jugar cuando era pequeño, ahora era un hombre, ya no le despertaba los mismos sentimientos que antes, ahora eran unos sentimientos aun mas fuertes. Más que nunca estaba dispuesto a ir a hablar con él y a per...
Unos fuertes mareos se apoderaron de Ryo, un brusco pinchazo provocó un dolor que se extendió por todo el cuerpo y se desmayó allí mismo.

Canción 10:Whispers in the dark

[Enlace a la canción en el título]
Vladimir estaba un poco preocupado. Hacía más de una hora que Gabriel estaba reunido con el jefe del Bahamut. Él conocía a Demian de hacía un par de años, cuando empezó a frecuentar esos lares. Sabía que estaba enterado de todos los tejemanejes de la ciudad, pero no estaba seguro de haber hecho bien presentándole a Gabriel. El líder del grupo era un muchacho demasiado bueno para el oscuro mundo dónde vivía Demian. No quería que se viera demasiado influenciado, pero claro, no le podía decir que no a Gabriel. Menos si estaba investigando para ayudar a un amigo. Ese era su punto fuerte, y encima era un cabezota de cuidado.

Vladimir decidió que su amigo sabría cuidarse solo, de momento. Empezaba a amanecer, no quería hacer tarde a clase (curiosamente, a pesar de su apariencia, y estrafalaria forma de ser era un estudiante de matrícula) así que le dejó como recado a un camarero informar de su marcha a Gabriel cuando este saliera de su reunión.

Primero se pasó por su casa para coger sus cosas y luego sacó su coche del aparcamiento y empezó a conducir hacia la universidad. Pero mientras conducía sonó el teléfono. Miró quien era el contacto y contestó de inmediato, poniendo el manos libres para no chocar.

* Hola Violet-chan. Es un honor que me llames a estas horas de la mañana.- Notó como Violet reía al otro lado del teléfono e inmediatamente una sensación cálida le inundó el pecho.
* Chico, si para ti un honor es que te llamen a las siete menos diez… Eres un poco extraño. Aunque bueno, eres muy extraño así que ya no sé porque me sorprendo.
* Mi querida hada del mal, estás divagando.
* Cierto, te llamaba por un favor.
* Me rompes el corazón, y yo que pensaba que me llamabas para que mi voz te diera fuerzas para afrontar el día…- Violet volvió a sonreír al otro lado de la línea, luego su tono cambió a uno más serio.
* Verás, esta mañana me he despertado temprano y he salido a correr…- Eso le pareció extraño a Hayate, Violet era perezosa, nunca saldría de casa temprano y menos para correr. Pero esperó a que ella terminara de contar su historia.- Mientras corría me he encontrado a un chico que estaba tratando de violar a una chica.
* ¿QUÉ? ¿TÚ ESTÁS BIEN? ¿NO HAS SALIDO HERIDA VERDAD?
* No, no… Ha sido al revés, yo he tumbado al tío y lo he dejado en el suelo. Luego he ido a ayudar a la chica porque parecía estar mal y el tío ha escapado. La he acompañado al hospital, al parecer está bien y ahora le he dicho que vaya a la comisaria. Pero se siente insegura de ir sola y queda un poco lejos. ¿Puedes venir a recogernos con tu coche?

Vladimir suspiró aliviado, no le había pasado nada a su chica. Pero el hecho de que ella sola se hubiera puesto en peligro de esa manera le incomodaba y a la vez se sentía orgulloso de ella. Era la chica más valiente que conocía. Entonces le dijo a Violet que le esperara quince minutos, que ahora pasaba a por ellas.







* Mi amigo nos pasa a recoger.- Dijo Violet sonriendo a la chica.
* Muchas gracias, enserio. Siento ser una molestia. Me salvas y encima te pido que me acompañes a todas partes.
* No es problema mujer. A de más, me has caído bien Elisa.- La chica no pudo evitar devolverle la sonrisa. “Su salvadora” era la mujer más increíble que había conocido, y era preciosa. Aunque tratara de ocultarlo debajo de esa ropa tan holgada. Elisa se sorprendió observándola atentamente, casi embobada, perdiéndose en el verdor de sus ojos. Realmente Violet era una belleza.

Ambas esperaron en silencio hasta que el enorme 4x4 de Hayate apareció. Les tocó el claxon en señal de bienvenida y les hizo un gesto invitándolas a entrar. Violet y Elisa entraron en el coche, Violet en el asiento del copiloto y Elisa en el de detrás.

* Hola mi dulce dama oscura.
* Hola Hayate, gracias por recogernos.
* No me llames Hayate, me cambié el nombre. Ahora es Vladimir, mi nombre artístico.
* Pero a mí me gusta mucho más Hayate.

Ambos bromeaban como siempre mientras el coche avanzaba hacia la estación de policía. Intentaron hacer que Elisa se sintiera cómoda con ellos, así que evitaron a posta las preguntas sobre el ataque. Simplemente hablaban de manera natural hasta que llegaron a su destino.

* Ya hemos llegado mis dulces damas.- Dijo Hayate mientras sonreía mirando a Elisa.- ¿Queréis qué os acompañe dentro también?
* ¿No llegarás tarde a la universidad? – Dijo Elisa con aire preocupado.- Ya has hecho mucho, y tú también Violet. Puedo ocuparme sola del resto. A de más podrías salir perjudicada con lo de atacar a un desconocido.

Dicho esto Elisa se despidió, pero antes de que se marchara Violet le pidió su número de teléfono para que la informara más tarde. Se volvieron a despedir, está vez con dos besos y Elisa se marchó.

Todo parecía muy inocente, a los ojos de cualquiera. Pero Vladimir no era cualquiera, se había fijado en la manera que esa chica había mirado a Violet. Eran los mismos ojos con los que él miraba a la guitarrista. Lo último que le faltaba, ahora aparte de apartar a los tíos tendría que esconderla de las chicas también. “Maldita y sensual Violet, me hace ir de culo.”

Pero mientras la llevaba hacia la universidad había algo que le incomodaba más. Violet NUNCA salía a correr, le estaba ocultando algo. “¿Un novio quizás? No, imposible. Violet no me ocultaría que está saliendo con alguien. Siempre me lo ha contado cuando un chico le gustaba. ¿Entonces?” Hayate decidió arriesgarse y preguntó.
* Violet, ¿qué me estás ocultando?- La chica no esperaba esa pregunta, se puso un poco nerviosa. Lo notó por como desviaba la vista, normalmente, ella siempre le miraba a los ojos.
* Cosas… Ya sabes “una mujer no es una mujer si no tiene un secreto que ocultar”.- Dijo intentando quitar hierro al asunto.
* No sé de quién es esa cita, mi dulce dama. Pero no me importa. Estoy preocupado por ti.
* No es nada… No hace falta que me protejas de todo Hayate. Se cuidarme sola.
* Ya… El que no sabe estar sin cuidar de ti soy yo. Ya sabes “Un caballero no es un caballero si no tiene una dama que proteger.”
* Tú no eres un caballero.
* Por supuesto que sí, soy un caballero oscuro. Pero un caballero a fin de cuentas.
* Pues búscate otra dama.
* Imposible, mi dulce princesa del mal, tú eres la única mujer a quien estoy dispuesto a proteger.

Entonces Violet se sonrojó, odiaba que Hayate fuera tan encantador cuando hablaba con ella. No ayudaba a que pudiera superar su triste amor no correspondido. Pero era imposible decirle que no cuando se ponía así. Cogió aliento y se dispuso a contarle los extraños sucesos que había notado en su cuerpo.









Ashley había vuelto al salón junto con Lillium y esperaba sentado en una de las butacas a que este se dignara a explicarle alguna cosa que aclarara los misterios que estaban rodeando su vida. Lillium se hallaba enfrente de él, y lo observaba silenciosamente. Como si lo analizara, o viera a través de él.

* Te puedo contar algunas cosas Ashley. Pero puede que no sean suficientes respuestas para ti.
* Algo es algo. Empieza a hablar o moriré de viejo.- Respondió impaciente el menor.
* Bueno empecemos con lo básico. Sí, yo soy el que ha estado limpiando esta ciudad de los desperdicios humanos que la contaminaban.

Ashley tragó saliva nervioso. Una cosa era tener la sospecha (o la certeza) de que la persona que tienes delante era capaz de asesinar. Otra muy distinta es que lo aceptara, pero como si fuera la cosa más natural del mundo. Como si matar seres humanos no fuese distinto de sacar la basura. Lillium siempre había hablado con una frialdad que provocaba que se le despertara el instinto de supervivencia. Y ahora solamente estaba empezando a comprender el porqué de ese hecho. Pero hizo de tripas corazón y susurró.

* Eso lo suponía. Sigue hablando.
* Verás Ashley, yo pertenezco a un noble pueblo que ha vivido en este planeta durante mucho tiempo. Nos alimentamos del miedo y el alma de los humanos. Pero como sois muchos hicimos un pacto y solo nos alimentamos de los humanos “malvados”, en teoría.
* ¿En teoría?
* Ya sabes… Siempre puede haber algunos… Accidentes. A de más este pacto se hizo hace solo 250 años. Algunos simplemente no se acostumbran al cambio.

Al decir esto los ojos de Lillium se oscurecieron, como si ya no estuviera allí, como si estuviera contemplando el pasado con tristeza. Pero de repente volvió al presente, miró fijamente a Ashley que seguía observándolo y prosiguió.

* Algunos todavía piensan en recuperar el poder que teníamos antaño. Al fin y al cabo, ¿qué son los humanos a parte de simples monos demasiado orgullosos?
* ¿Crees que tu raza es mejor?
* Por supuesto. Es decir, hasta los malditos brujos tienen más sentido de la responsabilidad.
* ¿Qué otras razas hay?- Dijo Ashley sorprendido, había todo un mundo que desconocía.
* Bueno está lo típico, vampiros, hombres lobo, brujos, demonios (pero no los de la Biblia), sirenas, shinigamis, fantasmas, señores de las sombras… Ya sabes, criaturas oscuras.
* ¿Todo lo sobrenatural vive en la oscuridad?
* Claro, las únicas criaturas “inteligentes” que habitáis en la luz sois vosotros, los malditos humanos. Aunque antes había otra raza que vivía en la luz, pero están extintos.
* Dices que estas especies son mejores… que están más evolucionadas… Entonces ¿por qué gobernamos nosotros?
* Porque aunque a nosotros nos joda los humanos tenéis la habilidad de “crear” nuevo conocimiento. Hacéis avanzar el mundo desde que descubristeis el fuego. Y sois muchos más, aunque con el suficiente poder podríamos conquistaros. Pero claro… aniquilar a nuestro alimento es un suicidio.

A Ashley todo ese bombardeo de información le estaba mareando. Especies en las sombras, pactos extraños, poderes prohibidos… Cada vez tenía más y más preguntas, y ninguna información acerca de sus visiones. Aún no sabía qué demonios era él y lo que debía hacer para poder bloquearlas y que dejaran de atormentarle. Así que cogió aire y preguntó.
* ¿Qué soy yo? Tengo visiones de tus asesinatos y ahora puedo mover objetos con la mente. ¿Qué coño me has hecho?
* Yo no te he hecho nada cariño, y realmente, no sé qué tipo de criatura eres. Hueles a humano, pero desde que te vi intuí en ti mucho poder.
* ¿Entonces me perseguías por eso?- Preguntó Ashley molesto y al instante se arrepintió de haber formulado esa pregunta. ¿Qué era? ¿Una estúpida quinceañera moja-bragas? Pero el mal ya estaba hecho Lillium sonreía triunfante a su lado.
* Al principio, querido Ashley, me picaste la curiosidad por tu poder. Pero a los cinco minutos de hablar contigo ya deseaba tenerte por otras razones. Eres un “humano” muy particular.

Y en contra de su voluntad esas palabras hicieron latir con fuerza y excitación el corazón de Ashley. Pero no iba a admitirlo, no iba a admitir tan fácilmente que ese ser frío y más creído que él mismo le hacía perder la compostura como ningún otro hombre lo había hecho.
* Ashley, yo te ayudaré a buscar información acerca de lo que te pasa. Pero quiero algo a cambio.
* Todo siempre tiene un precio ¿verdad agente?
* Correcto.
* ¿Cuál es?
* Yo te ayudo con tu problema y tú me ayudas con el mío.- Dijo mientras le cogía la mano y la llevaba hasta su entrepierna- ya sabes que es lo que quiero. Tú y yo juntos, si no, no hay trato.
* Eres un asesino ¿recuerdas?
* Y a ti eso no te importó ayer por la noche mientras gemías de placer. Yo he sido sincero querido, te toca a ti.
* Está bien, saldremos. Pero en cuanto esté recuperado me desharé de ti.

Dijo Ashley, pero ni él mismo creía en sus palabras en ese momento. Pero bueno, había dado un gran paso en su investigación y aunque tenía mil preguntas más, en ese momento sólo le importaba la pasión con la que le observaban esos ojos violetas.












Después de permanecer unos minutos en silencio, mientras Gabriel digería toda la información que había recibido Demian lo observaba atento. Al parecer Gabriel no era más que un humano normal y corriente. No notaba ninguna clase de poder en él, y aún así la determinación que se podía ver en el azul de sus ojos denotaba pureza y mucha fuerza de voluntad. Demian pensó que podría pasarse largo tiempo contemplándolo y no se cansaría. Cuando Gabriel levantó la cabeza y lo miró directamente Demian sonrió y dijo con un tono jovial:

* Bueno querido Gabriel, ya te he contado lo que se de Lillium y su relación con las extrañas muertes de Florencia.
* Sí, pero sigo sin poder ayudar a Ashley…
* Creo, que tu amigo no te ha pedido ayuda ¿verdad?
* ¡Claro que no lo ha hecho! Es demasiado orgulloso. Pero yo soy el que debe estar allí para él. Cuando esos susurros en la oscuridad lo acosen yo debo estar con él. Soy su mejor amigo.
* Una… “amistad” muy profunda sí. Está bien ayudaré a tu amigo en lo que pueda, pero antes mi pago.
* Cierto.
* Vas a ser mi espía personal durante 3 meses. Todo lo que tú veas yo lo veré, incluso cuando te duches pero tú tranquilo que eso no me importa.- Siguió diciendo Demain con un tono jovial.
* ¿Y cómo vas a hacer eso?
* Con un conjuro simple.
* ¿No tendré nada de intimidad?
* Nada. Durante tres meses.
* Está bien, hazlo. Pero TIENES que ayudar a Ashley.
* Tenemos un trato.


Entonces Demian se levanto se sacó una pequeña bolsa de tela de los pantalones, la abrió y le esparció lo que contenía (algunos polvos y ingredientes identificables) a Gabriel en la cabeza mientras pronunciaba frases en un idioma desconocido. Usaba palabras extrañas con cierta musicalidad al acabar los ojos de Demian resplandecieron como dos pequeñas llamas, entonces volvió a sonreír.

* El conjuro está hecho, tranquilo no deja ninguna marca.
* Entonces yo ya he cumplido mi parte. Me despido por hoy- Dijo Gabriel mientras se levantaba de su asiento y le tendía la mano a Demian- ha sido un placer.

Demian aceptó el apretón de manos de Gabriel pero en vez de estrecharla y dejarla ir, tiró de ella con fuerza hacia sí mismo. Haciendo que Gabriel perdiera el equilibrio y se acercara un poco más a Demian. Este aprovechando la situación le dio un casto beso en los labios.

* Así formalizamos un contrato los magos.- Volvió a sonreír de manera pícara y se esfumó de golpe.
Vladimir escuchó asombrado la historia de Violet, como ella poco a poco estaba cambiando. No supo porqué pero el extraño cambio que estaba sufriendo le gustó. Violet se estaba convirtiendo en algo extraño, extraño como él. Ahora se parecían un poco más, pensó esperanzado que si las cosas seguían así tal vez no tuviera que renunciar a ella. Luego se dio cuenta de que aunque Violet estuviera cambiando, no tenía instintos asesinos, no soñaba con despedazar lentamente a la gente que le caía mal. Ella estaba cambiando, y se estaba volviendo más buena de lo que era. Entonces se sintió sucio, frustrado y terriblemente… enamorado.

Cuando terminó de contar la historia Violet temblaba, tenía miedo de que la mirase de forma distinta. Él lo notó “pequeña idiota, aunque devorases bebés te seguiría amando” y la abrazó, aún más consciente de la distancia que los separaba. Del porqué seguiría hiendo de flor en flor mientras anhelaba a una única mujer, esa única pizca de luz cálida y hermosa que en ese momento se encontraba entre sus brazos.






Pasaron dos semanas desde que cada miembro de la banda realizó sus actividades nocturnas. Ashley había cumplido con lo que había prometido, salía con Lillium cada vez que este se lo pedía y tenían mucho sexo (cosa que no le disgustaba). También se había vuelto más distante, no les contaba las cosas como antes. Los secretos que ocultaba no se lo permitían. Eso hizo que sus amigos empezaran a sospechar ya que aparte de su cambio de actitud, solía desaparecer bastante y nunca dejaba claro dónde iba. Eso preocupó a Gabriel más que a los otros, pero cada vez que le preguntaba a Ashley este simplemente cambiaba de tema, y si insistía se iba o le decía que no era asunto suyo. Lo que estaba empezando a cabrear bastante al líder de la banda. Que Ashley estuviera tan distante y no poder hacer nada sin la certeza de que un brujo lo estaba mirando podía acabar con su paciencia infinita. Violet y Vladimir habían seguido como siempre, como si nada hubiese cambiado, pero cuando Violet se sentía insegura era al primero al que llamaba.

En ese momento estaban los cuatro, practicando para el concurso al que se iban a presentar. Los malditos “Luka Goers” se habían quedado con la sala de prácticas de la universidad de manera indefinida. Así que practicaban en el garaje de Vladimir siempre que podían. Gabriel y Ashley habían compuesto buena parte de la canción y estaban bastante orgullosos con el resultado, pero aún quedaban muchos detalles por pulir, y el tiempo se les echaba encima. Aunque había algo que les estaba sorprendiendo.

* Yo alucino Violet, siempre has sido buena… Pero últimamente, no sé, estás perfecta con la guitarra.- Dijo Ashley al verla “calentar”.
* Ya sabes, el secreto de todo artista es la práctica.
* Pues debes haber practicado dormida porque vamos…- Insistió Ashley.
* Ya… Es que algunas practicamos, no como otros que desaparecen misteriosamente sin motivos. ¿Cierto Ashley?
* Vete a la mierda marimacho.
* Yo también te quiero.

Bromeaban y practicaban como siempre, la música era una buena manera para desconectar de los problemas de cada uno y cuando estaban reunidos lo aprovechaban y se lo pasaban bien. Cuando terminaron la práctica se despidieron y se fueron (excepto Vladimir porque estaba en su casa).

De camino Ashley, Gabriel y Violet charlaban como siempre, pero había un aura extraña en la situación, ahora que no estaban ocupados con la música, Violet se dio cuenta de que había algo que no encajaba en esa imagen. Algo que no estaba bien. Observó más atentamente y se dio cuenta de dos pequeños detalles que la perturbaron. Ashley y Gabriel estaban el uno a cada lado de ella cuando siempre iban juntos, y casi no se miraban a los ojos cuando hablaban. Algo estaba pasando entre esos dos, y se tenía que solucionar. Así que decidió dejarles solos para que pudieran hablar y tomó otro camino.

Gabriel se dio cuenta de repente de que Violet les acababa de dejar a él y Ashley a solas. Últimamente habían estado algo alejados, por culpa de los secretos que ambos se estaban ocultando. Pero no le gustaba esa sensación, no le gustaba estar tan alejado de Ashley, algo en su pecho dolía cuando no tenían un momento para estar sólo ellos dos en todo el día. Así que se armó de valor y le cogió de la mano, algo que hacía varios días que no hacía, y le dijo.

* Ashley, ven a mi casa… Quiero contarte algo.- Ashley lo miró extrañado, Gabriel estaba muy serio, pero notar su cálida mano le reconfortó. Había estado algo alejado de él esos últimos días. Pero le necesitaba.
* Ok, yo también quiero decirte algo.- Gabriel le miró y una de sus radiantes sonrisas asomó de sus labios.
* Sabes que siempre puedes contar conmigo cuando las cosas se van de madre ¿verdad?
* Lo sé.- Respondió Ashley devolviéndole la sonrisa.

Ambos apresuraron el paso para llegar al piso de Ashley, el trayecto duró unos diez minutos en los que ambos permanecieron en silencio. Pero un silencio cómodo mientras disfrutaban de la sensación de sus manos unidas, como siempre, como si los acontecimientos que estaban por ocurrir no fueran difíciles de superar mientras ellos dos estuvieran unidos.
No me podía dormir, solo daba vueltas y más vueltas en mi cama, mis lágrimas caían y caían, solo pensaba en las palabras que le había dicho a Jaejoong y en si el habría ido a la habitación de Cristina. Tan solo de imaginar de que en ese mismo momento en que yo estaba tumbada en mi cama el pudiera estar besándola y queriéndola, me ponía de los nervios. Probablemente me había comportado de una manera muy poco correcta con Jae debería de haber intentado hablar las cosas con él más tranquilamente, pero en cambio le había chillado y había perdido los nervios. Quizás esta situación puede conmigo, quizás el tener a dos personas a las que aprecio mucho pendientes de mi y observando cada uno de mis actos me pone tensa, quizás, quizás.... Mi cabeza solo piensa en lo que ha pasado y en lo que pasara. A parte de mi pelea con Jaejoong, estaba el beso de Hyun Soo, no se si ese momento ha sido el más adecuado lo que si se es que su apoyo desde luego era algo que necesitaba, el que estuviera mi lado me reconfortaba y me hacia sentir más segura. Yo no había sentido ese beso de una forma pasional, si no más de una manera de demostrarme que estaba a mi lado y que me iba a apoyar.

Pasaron las horas y yo a penas había dormido dos horas cuando una escasa luz empezó a verse por la ventana. Me levante de la cama y me metí en el ducha, deje correr el agua fría por todo mi cuerpo, intentando que de esa manera mis pensamientos se fueran con toda esa agua, pero para mi pesar no desaparecieron. Me vestí y baje a la recepción del hotel, había muy poca gente puesto que seria las seis de la mañana o las siete, así que decidí irme a pasear por los alrededores hasta la hora de desayunar. Salí del hotel y simplemente me dispuse a andar, sin seguir ningún rumbo, vagaba por las calles como un perro perdido con los ojos aun un poco hinchados. No se exactamente lo que sentía en esos momentos, simplemente me dejaba llevar, no pensaba en nada, solo andaba. Pasaron unas horas y decidí ir de vuelta al hotel, quería hablar con Jaejoong, necesitaba saber que las cosas se podía arreglar y que todo volvería a ser como eran antes de nuestras pelea, que podríamos volver a reír como niños en la azotea del hotel iluminados por dos velas. Entre al hotel y me dirigí hacia el restaurante, Hyun Soo y Jaejoong estaban sentados en una de las mesas, me acerque y me senté con ellos.
-Buenos días chicos. -Les dije intentando sacar una sonrisa.-
-Buenos días Ria, hemos ido a tocarte a la habitación pero no estabas... -Me dijo Hyun Soo con su bonita sonrisa, mientras que Jae no levanto la mirada de su plato.-
-Si, he ido a dar una vuelta, necesitaba tomar un poco el aire...
-Ria..... yo.... siento lo de ayer... -Me dijo Jaejoong de repente, no esperaba que me dijera eso y mucho menos que levantara su cabeza por primera vez desde que me había sentado para mirarme a los ojos y decirme esas palabras.-
-Jaejoong.... la que lo siente soy yo... no debí haberme puesto de la manera en la que hice y mucho menos cuando no soy nadie para pedirte explicaciones de nada, eres un chico joven y guapo es normal que te pasen este tipo de cosas como también es normal que quieras pasarte lo bien.. lo siento.
-Ria no lo has entendido.... no siento lo que te dije, lo que siento es haberte dejado sola mientras llorabas, siento no haberte consolado por ser tan cruel y explicarme tan mal, siento no haber sido tu apoyo, siento que no hubieras podido contar conmigo, siento que lloraras por mi, siento hacerte daño, como también siento que no estés conmigo y no poder ponerle un parche a mis errores.
-Jaejoong yo.... -No puede terminar la frase cuando Hyun Soo se levanto de la mesa y le dijo a Jaejoong antes de marcharse.-
-No debes de pedirle perdón, lo que deberías haber hecho es quedarte con ella y no huir de tus sentimientos como un cobarde.

Jaejoong no dijo nada, solo se cayó y dejo que Hyun Soo se marchara, él sabia que su hermano tenia razón y también sabia que Hyun Soo había podido hacer lo que él no se había atrevido a realizar. Savia que el había consolado me había consolado y que además no me había causado esas lágrimas, en la mirada de Jaejoong se reflejaba por primera vez la inseguridad de no saber si seria el que estaría a mi lado.

Hyun Soo nos espero en la puerta del hotel, después de que le se marchara, Jaejoong y yo ya no hablamos nada más y salimos del restaurante unos minutos después. Los tres teníamos unas entradas compradas para un autobús turístico que daba la vuelta por todo Berlin. El autobús estaba aparcado no muy lejos del hotel así que nos decidimos a ir hasta allí. Mientras andamos no hablamos apenas, pero una vez subimos al autobús los tres nos animamos y empezamos a conversar animadamente. Me gustaba mucho estar con los dos porque no eran de esas personas que guardan las cosas para siempre una vez lo olvidan es como si nada hubiera pasado, por esa razón una vez arregle las cosas con Jae entre los dos era como si nada de esto hubiera pasado.
-Ria, ¿Has visto eso? -Me dijo Jaejoong.-
-No, el que... Yo no veo nada -Mientras yo miraba por la ventana Jaejoong me pego un capón.-
-Que tonta...como puedes picar en un truco tan viejo. -Me dijo mientras se reía como un loco y empezaba a pegar patadas al asiento de delante como un niño pequeño.-
-Tu si que eres tonto! Pareces un crio! -Le dije mientras le devolvía el capón a lo que el me miro con cara de indignación mientras abrazaba a su hermano que estaba sentado a su lado.-
-Ria me ha pegado.... DILE ALGO!
-Jaejoong quieres dejarla en paz, eres un crio....
Después de la palabras de Hyun Soo yo me empece a reír y la cara de Jae era todo un poema, Hyun Soo y yo nos habíamos puesto en contra de el para chinchar lo, era tan mono cuando se enfadaba que me daban ganas de abrazarlo durante horas.
El día paso rápido al bajar del tren nos fuimos a comer a un restaurante cerca del hotel y después nos fuimos a hacer un poco más de turismo pero esta vez andando, visitamos mucho sitios e hicimos muchas fotos también, que plasmaban muchos bonitos recuerdos...

No me podía creer que después de lo mal que había empezado mi mañana y lo estupendo que al final había salido mi día yo seguía despierta. Mientras dada más y más vueltas en mi cama recordaba en beso de Jae cuando vino a mi casa y también recordaba la noche que pase después de eso, todo lo que deseaba estar con el y besearlo durante toda la noche, eso era justo lo que volvía a sentir en esos momentos. En un impulso irrefrenable por estar junto a Jae me levante de la cama y salí al pasillo, una vez fuera el miedo me hizo volver a entrar a mi habitación, me apoye en la puerta, dentro de mi habitación, antes de volver a salir de nuevo. Me pase por todo el pasillo de un lado a otro pasando por delante de la puerta de Jae una y otra vez, indecisa a si debía de tocar o no. Por fin me pare delante de su puerta y me atreví a tocar. Un medio adormilado Jaejoong me abrio.
-Ria.... ¿Que haces aquí, es de noche?
-Emmm si esto..... yo... es que.... Jaejoong besame!
-¿Que? -Me dijo un poco sorprendido y con cara de que coño esta pasando.-
-Besame!
Jaejoong sin pensárselo me agarro de la cintura y me beso, me beso muy lentamente centrándose en mi, viviendo cada uno de los segundos en los que su boca se rozaba con la mía, disfrutando cada instante de aquello que había deseado sentir durante tanto tiempo. La otra mano de Jae subió hasta mi cara, la rozo suavemente hasta llegar a mi pelo en cual coloco detrás de mi oreja, después se separo de mi y me agarro de la camiseta suavemente hasta conseguir que entera en su habitación mientras me miraba con una sonrisa picara, tras cerrar la puerta tras de si, me volvió a besar, poco a poco su lengua fue entrando en mi boca, yo también jugué con la mía y los dos nos fundimos en un suave pero muy intenso beso esta vez mucho más pasional que el anterior. Jaejoong me guió hasta su cama, pero sin dejar de besarme, sin dejar de acariciar con su mano mi dulce piel y sin separa ni por un solo momento su cuerpo del mio. Me tumbo en la cama suavemente y el se coloco encima de mi pero sin dejar su peso, podía sentir su cálido cuerpo cerca del mio y su respiración cada vez más y más agitada al igual que la mía. Comencé a besarle todo el cuello y Jaejoong ladeaba su cabeza hacia el otro lado para que no para de hacer lo, parecía que le gustaba y seguí besandole, le quite la camiseta y el hizo lo mismo con la mía, después le gire y estaba vez era yo la que estaba encima de el y seguí besandole todo el pecho, sin prisa, muy lentamente haciendo que se estremeciera, seguí besandole cada rincón de su cuerpo hasta que llegue a la altura de sus pantalones, bese toda su cintura hasta que después de unos minutos le quite sus pantalones. Jaejoong se levanto para poder besarme en los labios, hábilmente y con la mano que le quedaba libre me desabrocho el sujetador y me volvió a tumbar, el también comenzó a besarme todo el cuello, me sentía totalmente a su merced. Se desprendió de su ropa interior y también de la mía junto a mis pantalones. Empece a sentir como su cadera se movía con delicados movimientos haciendo que me muriera de placer en cada uno de ellos. Pude sentir el calor de Jae en uno de sus movimientos de cadera, sentía como eramos uno como los dos nos fundimos para formar una única persona, un único cuerpo, alguien con un corazón que bombea a un mismo ritmo, los dos sintiendo la respiración del otro, cada uno centrado en la persona que teníamos delante La intensidad siguió subiendo y con ella también el ritmo de Jaejoong, eso hacia que yo me excitara mucho más y también que mi cuerpo derramara pequeños gemidos de placer que hacían que Jaejoong aun se volviera más enérgico. El también empezó a transmitir lo que sentía con pequeños sonidos y eso a mi también me gustaba. Su ritmo aun siguió aumentando hasta que llego el momento el climax, en el que los dos pudimos tocar el cielo con nuestras manos, sentir nuestros corazones jadeantes, nuestros cuerpos tan cerca que no los separaba ni unos centímetros. Jaejoong fue disminuyendo lentamente pero no dejo de besarme, no deje de sentirlo, de quererlo, de amarlo, tanto tiempo esperando a sentir eso,a estar tan cerca de el a ser parte de su vida. Yo me abrace a el, apreté mis manos con fuerza a su pecho, sintiendo su corazón, sin querer y de la felicidad tan grande que sentía derrame unas pequeñas lagrimas sobre su pecho, Jaejoong me acariciaba el pelo y en un pequeño susurro y mientras me daba un pequeño beso me dijo:
-Eres parte de mi, nada ni nadie nunca va a poder alejarme de ti, no puedo vivir sin aire, no puedo vivir sin que mi corazón lata al igual que ahora no puedo vivir sin Ria.
-Te quiero Jaejoong.

-Te quiero Ria.
-Hoy será un día especial, te lo prometo- Eso fue lo que me dijo Ryu esta mañana cuando me dijo que viniera a este parque. -Todos los días son especiales-  Le respondí yo, muy típico de mí. -¡Este lo será más!- Y me dejó con aquella intriga...
Esperaba impaciente allí sentado, siempre solían quedar en ese parque, haciéndolo así un lugar especial,  de ellos. ¿A dónde lo llevaría? No podía quitarse esa pregunta de la cabeza. Su curiosidad se marchó cuando vio a Ryu aparecer por la lejanía. Se levantó impaciente y corrió hacía él.
Se saludaron con un largo abrazo, algo que ya hacían siempre.
-¿A dónde vamos?- Ni si quiera un hola.
-¿No puedes esperar ni un poco?  Ya verás, solo sígueme- Así hizo Ryosuke. Caminaron por la ciudad hasta llegar a la estación de trenes.
-¿Un tren?- Preguntó.
-Sí, sabes lo que son ¿No?- Se burló de él. -¡Vamos! Que lo perdemos- Ya le había comprado el billete.


Kyo y Hikari estaban tumbados en la cama de este. Desde que comenzaron a salir juntos, Hikari pasaba más tiempo en casa de él que en la suya, de esa manera no se sentía tan sola y estaba acompañada de quien quería.
Hikari tenía sumergido el rostro en el pecho del joven y este le acariciaba con delicadeza, amaba acariciar el largo pelo de Hikari.
La chica se sentía protegida mientras él la abrazaba, le gustaba escuchar el latido del corazón de su amado. Era el momento idóneo para liberar sus penas, no tenía ningún temor sabiendo que él estaba ahí.        
-No quiero que se vaya- Musitó encogida.
-Es el destino- Acarició con más suavidad.
-No, no lo es- Mordió su labio inferior - Nuestro destino es vivir, para eso estamos aquí
-Pero la vida se nos termina. A unos antes y a otros después.
-Me arrepiento de no haber aprovechado el tiempo con ella. He dejado escapar muchos momentos... ¿Por qué somos así? ¿Por qué nos damos cuenta de estas cosas cuando ya es tarde?
-Dándonos hostias aprendemos, y nos acabamos de dar una muy grande - Soltó una pequeña risa, Hikari le siguió.
-Pero... tú... te has dado dos hostias ¿No crees que deberías volver a intentar solucionarlo con Ryo?
-No servirá de nada- Al escuchar esto Hikari se levantó enfadada.
-¿Vas a seguir cabezón hasta el final? ¿Sabes cuánto tiempo estás perdiendo con Ryo?
-Los amigos van y vienen, la cagué y él se fue...
-Las novias también van y vienen ¿A caso no me quieres hasta el final?
-No compares...- Lo cortó.
-Si comparo. No es el que sea un amigo o tu novia, es la persona, lo especial que es para ti. En el pasado él hizo una cosa por ti que nadie hubiera hecho, porque así lo sentía y quería ¿Crees que eso ha cambiado ahora? ¡No lo ha hecho! Abre tus ojos Kyo... Él no es el que se va y viene, él es el que se irá contigo en el final del camino.
Otra vez las palabras de Hikari dejaron a Kyo paralizado y pensativo. Siempre lo lograba. Si  no fuera por Hikari, él no estaría donde está ahora.
-Kyo... Te quiero y si te digo esto es porque busco lo mejor para ti... Lucha por él- Se dejó caer en la cama, seguido de esto Kyo se colocó encima de ella.
-Lucharé, pero ahora tengo a otra persona de la que encargarme- Sonrió y la besó tiernamente.


Sakura terminó de comer, aunque no había tocado mucho el plato. Se levantó de la silla y se dirigió hacia el aseo.
-Tengo nauseas- La voz sonaba perdida.
Entró al aseo y cerró lentamente, se apoyó de espaldas contra la puerta y puso el pestillo. Encima del bidé había un espejo, se detuvo allí y se miró.
"¿Qué ha pasado? ¿Esta soy yo?" - Tocó su cara mientras se hacía aquellas preguntas. La vida le había puesto grandes obstáculos en su camino, demasiado grandes. No se sentía capaz de esquivarlos. ¿Cuál era el camino más fácil? No había, así de simple. Lo único que le quedaba era dejar de andar hacia un destino que ella veía perdido.
Abrió el cajón que había en el aseo y de este sacó unas tijeras. Sin pensárselo dos veces las abrió y colocó una de las partes en su muñeca.
Le daban igual sus sueños. Le daba igual su familia. No le importaba el amor. La vida que tenía dentro, no la olvidó, fue el principal motivo del acto que iba a cometer.
-Lo siento... no serías feliz conmigo- Cortó sus venas cayendo al suelo.
El sufrimiento que sentía cada segundo era más grande que cualquier deseo humano por vivir. ¿Había sido una valiente por hacer aquello? ¿O era una cobarde por tomar el camino del no sentir?


-¿A dónde me has traído?- Preguntó Ryosuke a Ryu.
Se encontraban en una colina de las afueras de Tokyo, donde se podía apreciar una hermosa vista.
-Sé que te gusta la naturaleza, y este sitio lo conozco de hace tiempo, así que, me pareció buena idea- Sonrió mientras se sentaba en un banco que había en la punta de la colina.
Ryosuke hizo lo mismo.
-¿Me has traído por algún motivo especial?- Preguntó ruborizado.
-Eres más listo de lo que pensaba-  Lo observó dulcemente con una mirada. Ryo mostró su sonrisa más tierna - Me da igual lo que sientas por la otra persona, tan solo espero que queden recuerdos dolorosos, sé que en tu corazón no queda amor por él- Acarició la cara de Ryo - Déjame... que sea yo quien te ayude a borrar esos recuerdos.
El rostro de Ryu se acercó levemente al de Ryosuke, este no respondía, pero tampoco huía de aquel momento. La respiración del joven se comenzó a acelerar, más rápido cuanto más cerca tenía los labios de Ryu. Juntaron sus labios lentamente y con suavidad, poco a poco Ryu fue jugando con lo que ahora era suyo, Ryosuke tardó en responder pero lo hizo. El beso se convirtió en unos segundos siendo más apasionado e introduciendo sus lenguas y jugando entre ellas.


-¿Nozomi?- Ryosuke pasó lentamente por si su amiga estaba durmiendo.
-Pasa, tranquilo- Su voz sonaba alegre.
-¿Qué tal? Te he traído comida- Dijo mientras sacaba de la bolsa las cosas.
-¡Qué bien!-
Estuvieron los dos comiendo durante un rato, a veces hablaban, pero predominaba un silencio que no era para nada incómodo. Tenían que comer silenciosamente, ya que no creían que los médicos se lo fueran a tomar muy bien. Nozomi engulló la comida.
-¡Estaba todo muy rico!- Dejó los cubiertos en la mesa.
-Me alegro que te haya gustado- Aún le quedaban algunos bocados.
La expresión de Nozomi cambió drásticamente a una más seria.
-¿Sucede algo?- Preguntó preocupado
-Es sobre Kyo... me has contado cosas de él, lo que ha sucedido...- Ryosuke parecía que ya sabía por dónde iba encaminada.
-No lo pienso hacer- Dijo firmemente.
-¿Por qué? Tú quieres, tan solo te estás haciendo más daño- Llevaba la razón.
-No merece mi perdón.
-¿Enserio? ¿No? Las personas se equivocan Ryo, hay que saber perdonarlas.
-¿Cómo puedo perdonar a la persona que jugó con mi amor tan fácilmente?
-Peores cosas habrás perdonado en la vida...- El joven se calló - ¿Sabes? Cuando me contaste lo que sucedió con Sora, pensé que perdonarías a Kyo, que abrirías los ojos y verías que debes de aprovechar el tiempo.
-No es un motivo- Fue interrumpido.
-Mírame, soy el motivo más claro de que el tiempo es limitado y debe aprovecharse, no seas tonto.


Aquello era cierto ¿Que haría el joven? ¿Debería de perdonar al que fue su amigo? La persona por la que sacrificó parte de él.