-Hoy será un día especial, te lo prometo- Eso fue lo que me
dijo Ryu esta mañana cuando me dijo que viniera a este parque. -Todos los días
son especiales- Le respondí yo, muy
típico de mí. -¡Este lo será más!- Y me dejó con aquella intriga...
Esperaba impaciente allí sentado, siempre solían quedar en
ese parque, haciéndolo así un lugar especial, de ellos. ¿A dónde lo llevaría? No podía
quitarse esa pregunta de la cabeza. Su curiosidad se marchó cuando vio a Ryu
aparecer por la lejanía. Se levantó impaciente y corrió hacía él.
Se saludaron con un largo abrazo, algo que ya hacían
siempre.
-¿A dónde vamos?- Ni si quiera un hola.
-¿No puedes esperar ni un poco? Ya verás, solo sígueme- Así hizo Ryosuke.
Caminaron por la ciudad hasta llegar a la estación de trenes.
-¿Un tren?- Preguntó.
-Sí, sabes lo que son ¿No?- Se burló de él. -¡Vamos! Que lo
perdemos- Ya le había comprado el billete.
Kyo y Hikari estaban tumbados en la cama de este. Desde que
comenzaron a salir juntos, Hikari pasaba más tiempo en casa de él que en la suya,
de esa manera no se sentía tan sola y estaba acompañada de quien quería.
Hikari tenía sumergido el rostro en el pecho del joven y
este le acariciaba con delicadeza, amaba acariciar el largo pelo de Hikari.
La chica se sentía protegida mientras él la abrazaba, le
gustaba escuchar el latido del corazón de su amado. Era el momento idóneo para
liberar sus penas, no tenía ningún temor sabiendo que él estaba ahí.
-No quiero que se vaya- Musitó encogida.
-Es el destino- Acarició con más suavidad.
-No, no lo es- Mordió su labio inferior - Nuestro destino es
vivir, para eso estamos aquí
-Pero la vida se nos termina. A unos antes y a otros
después.
-Me arrepiento de no haber aprovechado el tiempo con ella.
He dejado escapar muchos momentos... ¿Por qué somos así? ¿Por qué nos damos
cuenta de estas cosas cuando ya es tarde?
-Dándonos hostias aprendemos, y nos acabamos de dar una muy
grande - Soltó una pequeña risa, Hikari le siguió.
-Pero... tú... te has dado dos hostias ¿No crees que
deberías volver a intentar solucionarlo con Ryo?
-No servirá de nada- Al escuchar esto Hikari se levantó
enfadada.
-¿Vas a seguir cabezón hasta el final? ¿Sabes cuánto tiempo
estás perdiendo con Ryo?
-Los amigos van y vienen, la cagué y él se fue...
-Las novias también van y vienen ¿A caso no me quieres hasta
el final?
-No compares...- Lo cortó.
-Si comparo. No es el que sea un amigo o tu novia, es la
persona, lo especial que es para ti. En el pasado él hizo una cosa por ti que
nadie hubiera hecho, porque así lo sentía y quería ¿Crees que eso ha cambiado
ahora? ¡No lo ha hecho! Abre tus ojos Kyo... Él no es el que se va y viene, él
es el que se irá contigo en el final del camino.
Otra vez las palabras de Hikari dejaron a Kyo paralizado y
pensativo. Siempre lo lograba. Si no
fuera por Hikari, él no estaría donde está ahora.
-Kyo... Te quiero y si te digo esto es porque busco lo mejor
para ti... Lucha por él- Se dejó caer en la cama, seguido de esto Kyo se colocó
encima de ella.
-Lucharé, pero ahora tengo a otra persona de la que
encargarme- Sonrió y la besó tiernamente.
Sakura terminó de comer, aunque no había tocado mucho el
plato. Se levantó de la silla y se dirigió hacia el aseo.
-Tengo nauseas- La voz sonaba perdida.
Entró al aseo y cerró lentamente, se apoyó de espaldas
contra la puerta y puso el pestillo. Encima del bidé había un espejo, se detuvo
allí y se miró.
"¿Qué ha pasado? ¿Esta soy yo?" - Tocó su cara
mientras se hacía aquellas preguntas. La vida le había puesto grandes
obstáculos en su camino, demasiado grandes. No se sentía capaz de esquivarlos.
¿Cuál era el camino más fácil? No había, así de simple. Lo único que le quedaba
era dejar de andar hacia un destino que ella veía perdido.
Abrió el cajón que había en el aseo y de este sacó unas
tijeras. Sin pensárselo dos veces las abrió y colocó una de las partes en su
muñeca.
Le daban igual sus sueños. Le daba igual su familia. No le
importaba el amor. La vida que tenía dentro, no la olvidó, fue el principal
motivo del acto que iba a cometer.
-Lo siento... no serías feliz conmigo- Cortó sus venas
cayendo al suelo.
El sufrimiento que sentía cada segundo era más grande que
cualquier deseo humano por vivir. ¿Había sido una valiente por hacer aquello?
¿O era una cobarde por tomar el camino del no sentir?
-¿A dónde me has traído?- Preguntó Ryosuke a Ryu.
Se encontraban en una colina de las afueras de Tokyo, donde
se podía apreciar una hermosa vista.
-Sé que te gusta la naturaleza, y este sitio lo conozco de
hace tiempo, así que, me pareció buena idea- Sonrió mientras se sentaba en un
banco que había en la punta de la colina.
Ryosuke hizo lo mismo.
-¿Me has traído por algún motivo especial?- Preguntó
ruborizado.
-Eres más listo de lo que pensaba- Lo observó dulcemente con una mirada. Ryo
mostró su sonrisa más tierna - Me da igual lo que sientas por la otra persona,
tan solo espero que queden recuerdos dolorosos, sé que en tu corazón no queda
amor por él- Acarició la cara de Ryo - Déjame... que sea yo quien te ayude a
borrar esos recuerdos.
El rostro de Ryu se acercó levemente al de Ryosuke, este no
respondía, pero tampoco huía de aquel momento. La respiración del joven se
comenzó a acelerar, más rápido cuanto más cerca tenía los labios de Ryu.
Juntaron sus labios lentamente y con suavidad, poco a poco Ryu fue jugando con
lo que ahora era suyo, Ryosuke tardó en responder pero lo hizo. El beso se
convirtió en unos segundos siendo más apasionado e introduciendo sus lenguas y
jugando entre ellas.
-¿Nozomi?- Ryosuke pasó lentamente por si su amiga estaba
durmiendo.
-Pasa, tranquilo- Su voz sonaba alegre.
-¿Qué tal? Te he traído comida- Dijo mientras sacaba de la
bolsa las cosas.
-¡Qué bien!-
Estuvieron los dos comiendo durante un rato, a veces
hablaban, pero predominaba un silencio que no era para nada incómodo. Tenían
que comer silenciosamente, ya que no creían que los médicos se lo fueran a
tomar muy bien. Nozomi engulló la comida.
-¡Estaba todo muy rico!- Dejó los cubiertos en la mesa.
-Me alegro que te haya gustado- Aún le quedaban algunos
bocados.
La expresión de Nozomi cambió drásticamente a una más seria.
-¿Sucede algo?- Preguntó preocupado
-Es sobre Kyo... me has contado cosas de él, lo que ha
sucedido...- Ryosuke parecía que ya sabía por dónde iba encaminada.
-No lo pienso hacer- Dijo firmemente.
-¿Por qué? Tú quieres, tan solo te estás haciendo más daño-
Llevaba la razón.
-No merece mi perdón.
-¿Enserio? ¿No? Las personas se equivocan Ryo, hay que saber
perdonarlas.
-¿Cómo puedo perdonar a la persona que jugó con mi amor tan
fácilmente?
-Peores cosas habrás perdonado en la vida...- El joven se
calló - ¿Sabes? Cuando me contaste lo que sucedió con Sora, pensé que
perdonarías a Kyo, que abrirías los ojos y verías que debes de aprovechar el
tiempo.
-No es un motivo- Fue interrumpido.
-Mírame, soy el motivo más claro de que el tiempo es
limitado y debe aprovecharse, no seas tonto.
Aquello era cierto ¿Que haría el joven? ¿Debería de perdonar
al que fue su amigo? La persona por la que sacrificó parte de él.
Comments (1)
Joder, me encanta... Me da mucha pena todo (aunque haya partes que son muy bonitas). Espero que al final Ryo termine perdonando a su amigo joer aunque ya no acaben juntos como pensaba cuando empezó toda la historia jaja :)