CAP 2 ¿Tocamos notas distintas?
Lunes 10 de Junio
18:45h
Aleck tocó los últimos acordes de 'Hashi no Hate'' de Saishuu Heiki Kanojo, que resonaban en las paredes del local de su padre. Donde solía invitar a los chicos: Tai, Christian, Claudia, Emi, Andy y Haru, a la que no había visto aquel día. Lo tenía desconcertado su ausencia, nunca se perdía una quedada.
Y evidentemente se moría por  verla. Cuando acabó de tocar, escuchó unos acordes lentos y flojos que provenían de una esquina donde había apiladas unas colchonetas que su padre había traído del gimnasio donde trabajaba. Haru con su acústica azul, se mordía su labio rosado y con el ceño ligeramente fruncido, llevaba el pelo suelto, le caía en cascada tapándole los pechos cubiertos por una liviana camiseta de tirantes semitransparente, azul clara, y unos pantalones vaqueros muy cortos desgastados, iba descalza ya que había tirado sus Converse negras al suelo, cerca de donde estaba sentada. Dejó la guitarra y se concentro en dibujar o anotar en un trozo de folio, posó de nuevo los dedos marcando un acorde en el traste y lo volvió a anotar.
''¿Que estará haciendo?¿Sacando notas? Se dio un puntapié mental, ¿porque cuando se trata de ella no puedo atar y amordazar a mi curiosidad? ''
Christian se acercó a Aleck.
                    Ey me prestas la Fender un rato, que me e estado aprendiendo otra nueva de Boston – Dijo Christian con evidente alegría.
                    ¿Cuál?- Preguntó Aleck, aunque seguía mirando más allá de la figura Christian, hacia la montaña de colchonetas azules.
                    Un clásico, ''More Than A Feeling'' ¿La conoces?
                    Por supuesto, es toda tuya – dijo Aleck entregándole la Fender sin apartar la vista de Haru.

                                                                       *          *          *

Tai observaba como Emi jugaba con su móvil a algo tan clásico como el Pacman. Esbozando una sonrisa ladina le arrebató el móvil a Emi de las manos, decidido a hacerla rabiar un poco y divertirse a su costa.
                    A veer.. - Dijo Tai con tono burlón sabiendo que le Emi estaba a mitad de partida. Le encantaba como ponía moritos cuando se disgustaba y sus ojos lo fulminaban; él sabia que en otras circunstancias una mirada así lo hubiese puesto cachondo.
                    Tai..., joder, ¡¡dámelo!! ¡¡Me has dejado a mitad!! - Levantando la voz, Emi medio encima de él intentaba alcanzar el móvil que se encontraba en su mano izquierda al final de su largo brazo…
''Si no fuese tan larguirucho podría cogerlo'' Pensó Emi con disgusto
                    ¡¡Oh!! ¡Nunca me habían acusado de dejar a una mujer a medias! Si quieres te soluciono el problema en este momento – Propuso Tai con voz sensual esbozando su sonrisa burlona y con una ceja arqueada a modo de tentativa.
‘’A esto podíamos jugar los dos’’ pensó Emi sintiéndose perversa. Aprovechando el escote que llevaba su camiseta de tirantes roja se sentó al borde del sofá donde estaban apoyó su mano derecha donde había estado su trasero y la otra cogiéndose la muñeca derecha, por lo que los brazos oprimieron cada lado de sus pechos, haciendo que la parte superior de la piel de los pechos fueran más visibles y el escote más sugerente.
                    Am.. si.. - dijo con voz seductora, pestañeando lentamente - ¿Crees que podrías ayudarme con mi pequeño problema?... - Añadió mordiéndose el labio

La cara de Tai se transformó por completo alternando su mirada desde sus pechos a sus labios.
Aprovechando su notable distracción, se abalanzo sobre él y le arrebato el móvil.

                    Ja! Por listo – Aprovechó su desconcierto para darle una sonora colleja – La próxima vez veremos si no te arreglo el problema con una más fuerte.
                    ¡Auuuu! - Tai se acariciaba la nuca como si con ello fuese a menguar el picor, él era totalmente consciente de que apenas le había dado con los dedos.. ''No había contado con esos dos misiles. Eso era un buen armamento'' Tai se había quedado muy sorprendido y porque no decirlo, excitado al notar ese cambio en ella.. había sido muy, muy... Muy sexy.
Además su pelo pelirrojo, junto con sus labio inferior atrapado por sus dientes.. Era algo a considerar seriamente. ''Contra armas de mujer es inútil competir es o sucumbir o sacarme los ojos'' Tai no pudo evitar reír por como ella había conseguido de él lo que quería y como ella tenia cogido el móvil en este momento súper viciada con un juego que era más antiguo que andar de pie y su expresión de concentración mientras frunce el ceño. Se quedó mirando la pequeña V que le salía cuando lo fruncía. Estaba adorable enfurruñada.

                    ¡Oiiiins! ¿Ya te me has enfurruñado? ¡Ven aquí....! - Le dijo Tai a Emi medio rodeándola con su brazo izquierdo – Mientras despeinaba su alisado pelo corto para seguir cabreándola. '' Lo mismo esta vez si que le soluciona el problema'' Pensó riéndose para si mismo.

                                                                       *          *          *

Aleck se acercó a ella con sigilo por su espalda para que no escondiese el dibujo de su vista. Era un dibujo de un guitarrista pero era curiosa la forma en la que había rellenado el dibujo, no lo había hecho con colores parecían pequeñas líneas  de distintas longitudes y según que zonas había utilizado trazos gruesos o finos.. Quería acercarse pero se daría cuenta. Opto por lo más fácil.
                    ¿Que haces? - le pregunto, sabiendo que su curiosidad era más que evidente en su tono – Es que no te he visto al llegar, acabo de ver a Anne en el banco y me faltaba alguien... las cuentas me fallaban.. - Intentó no tartamudear en el proceso de explicarse, porque se estaba quedando mirándole a los labios descaradamente. ''Descaradamente es una palabra que se queda corta, amigo'' Pensó para sí mismo.
                    Pues, se podría decir que he hecho un experimento... nada de otro mundo. - ''Oh.. es tan dulce..tratando de explicarse a pesar de tartamudear, nadie diría que un chico tan alto como mi hermano, con esa espalda tan ancha y esa voz tan ronca tartamudearía al hablar, aunque con mi hermano no lo hace.''
                    ¿Puedo cotillear? - Dijo Aleck sentándose a su lado, los costados de ambos rozándose, tendiendo la mano para que le diese el dibujo.
                    Em.. si, es un, bueno, me he quedado con las notas que estabas tocando y he pensado que las notas podrían ayudarme con la creatividad – Aceptó Haru sorprendiéndose de si misma por no poner impedimento a que vean un dibujo suyo; su vergüenza era un obstáculo, siempre había optado por evitar dibujar o hablar en público. Y además porque había tartamudeado.
''Solo aceptaba enseñarle los dibujos a Tai y porque su nivel de incordio aumentaba por momentos.'' Sonriendo para si misma ante el pesado de su hermano.

Aleck admiraba el dibujo de un chico con la cabeza gacha tocando una eléctrica, todo dibujado y rellenado con notas musicales, unas más marcadas que otras, para realzar el efecto de las sombras y luces. Era él y su Fender azul.
                    Es increíble... tan increíble como tú – Aleck se dio una colleja mentalmente al haber dicho esa última frase sin pensar
''¿De verdad te parecía un buen momento para que se te jodiesen los conectores de boca-cerebro?'' Aleck notaba sus mejillas arder odiaba que sus glándulas suprarrenales jugasen con él y su cuerpo de esta manera. Ellas tenían culpa de los tartamudeos, los enrojecimientos y los nudos en el estomago. ''Sois un incordio, ¡¡asquerosas!!''
Fijó su mirada en los ojos color miel de Haru que estaban abiertos de par en par, como si le sorprendiese que creyese que ella es increíble. Tai le había comentado en una o dos ocasiones que su hermana se infravaloraba y siempre veía sus errores antes que sus aciertos. Ahora a Aleck le quedaba más claro el porqué de ese comentario.

Haru apenas respiraba, su aliento atascada en la garganta mientras su mirada seguía clavada en ella. Estaba segura de que el calor que sentía no era porque de repente el local estuviese en llamas.
''Por dios Haru, baja a la Tierra, es un simple cumplido''
                    Tengo que irme; quédatelo – le dijo a Aleck, poniéndose el pelo detrás de la oreja y cogiendo su acústica.
Él seguía sentado, por lo que Haru se agacho un poco y le dio un beso en la mejilla. Apenas un roce.
                    Ya nos vemos por mi casa.

Aleck se quedó estático, sin apenas respirar. Sabía que si se movía habría agarrado a Haru la abría montado en su regazo para besarla concienzudamente. ''Posiblemente Tai me abriría la cabeza como si se tratase de una sandía si me viese de esa manera con su hermana. Pero merecería la pena si ella le devolviese los besos con las mismas ganas que él se los daría.''

                    Anne, Andy ¿os apetece quedaros este viernes a dormir en mi casa? Bueno, ya me contestáis que tengo que ponerme a estudiar. Ciao a todos. - Las negativas y las suplicas de un rato más la hizo poner un mohín -  ¿Alguien quiere presentarse a mis exámenes?
                    Ni de coña, yo por fin he acabado los míos – Dijo Christian con evidente relajación.
                    Lo suponía.. Me largo, ya quedamos esta semana – Haru se puso las gafas de sol y mientras  se encaminaba hacia lo que prometía ser la semana más agobiante de ese año “La Última Semana De Exámenes.”

                                                                       *          *          *

Miércoles 12 de Junio
19:50h
Aleck apenas podía evitar reírse mientras miraba a Tai intentando tocar un acorde. Le entró la risa solo de verlo.
                    Tu dices que tu hermana aporrea su acústica, pero tú eres un manco... - le dice con sorna Aleck.
Tai puso una de sus tantas caras de ultrajado.
                    Ui! Discúlpeme él señor, asegúrese de pasarme una lista con las melodías y sonidos que sus delicados oídos si puedan escuchar...
Aleck comenzó a reírse.
                    Voy al aseo que tanta ''aporreación'' me da diarrea.. - comentó Aleck para luego proseguir con su risa contagiosa.
Tai le tiró un cojín con el objetivo de impactar en el culo de Aleck, este lo esquivó saliendo de la habitación de una zancada.
Se dirigió al aseo pasando por el largo pasillo. Hacía poco que se habían mudado a esta zona, y la casa era más grande y más moderna que la que los Mine tenían.
Aun seguía riéndose cuando se encontraba delante de la puerta del aseo cuando se abrió la puerta.

El semblante de Aleck cambió por completo mientras absorbía cada detalle de lo que estaba viendo.
Una Haru con tan solo una toalla alrededor de su cuerpo desnudo, rodeada de una nube de vapor.
El olor a jabón de Frambuesa inundaba el aire a su alrededor.
Las hebras de su pelo brillaban a la tenue luz del aseo, aún húmedas por el agua recogidas en un descuidado moño. En su piel color crema aún se vislumbran gotas que resbalan perezosamente desde su cuello hacia el valle entre sus pechos donde la parte superior de estos se realza donde tiene anudada la corta toalla blanca, que muestra desde sus muslos pasando por sus largas piernas torneadas hasta sus pequeños pies descalzos.
Volvió a fijar la vista en su cara, que estaba sonroja, evidentemente de vergüenza ante su intenso escrutinio. En sus ojos había una chispa de diversión y sorpresa.

                    ¿Te gusta lo que ves o estás buscando pelusillas es la toalla? - Soltó Haru- ¿Te gusta lo que ves? - Volvió a preguntar al escuchar su silencio.
                    Lo siento, Tai no me dijo que estabas en casa – Susurró Aleck intentando evitar contestar a la pregunta que claramente tendría que contestar con una afirmación muy contundente.
                    Pasa – dijo en tono bajo – Yo ya he acabado – comentó visiblemente más seria.

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