Por fin estaba en mi casa, ha sido el
más agotador de toda mi vida. Me he pasado la mañana entera metida
en el despacho de Jaejoong trabajando como una loca, era increíble
la cantidad de trabajo que se podía acumular de un día para otro.
Hoy he aprendido a apreciar el trabajo que hace mi Director, día a
día se tiene que encargar el de todo ese lio, es asombroso incluso
admirable. Cuando subí las escaleras de mi casa el alma me pesaba,
hubiera deseado poder subir esas escaleras con mis cómodas
zapatillas de conejo en vez de con esos tacones de vértigo. Entre a
mi habitación y deje caer todo mi peso sobre la cama, quería dormir
y descansar, solo dormir y descansar. Me senté en el borde de la
cama y me agache para poder desabrocharme los zapatos y entonces los
vi, vi los zapatos naranjas que llevaba puestos, los que Jaejoong me
había colocado en mi pie delicadamente, recordé la sonrisa que me
dedico cuando termino de ponérmelos e incluso puede volver a sentir
su mirada. Inevitablemente mi cara dibujo una sonrisa. Cuando deje de
sonreirle a los tacones me los quite y me tumbe en la cama, ni
siquiera tenia pensado quitarme la ropa, no tenia ni fuerzas ni
ganas. Cuando estaba a punto de caer dormida el móvil sonó,alargue
mi torpemente mano para poder coger el móvil que estaba en la
mesita, descolge y dije:
-¿Quien es?
-Ria soy Jaejoong. - Yo me incorpore
rápidamente y sacudí la cabeza para intentar despertarme.-
-Que desea Director. Un café. Una
revista.
-No no es nada de eso Ria, no se como
lo he podido olvidar, mañana es la reunión con los Alemanes y la
presentación no esta terminada, ni siquiera tengo hecho el discurso,
necesito que vengas a mi casa inmediatamente, si es necesario nos
pasaremos la noche en vela para terminarlo, es muy importante que el
trato salga bien.
-Si director, en diez minutos estoy en
su casa. Pero....¿Donde vives?
-Te paso la dirección por coreo, nos
vemos en media hora. Adiós Ria.
-Hasta ahora Director.
Salte de la cama de un brinco,
asombrosamente todo mi cansancio desaparecido. No me sentía fatigada
ni cansada, solo tenia ganas de llegar a casa de Jae para poder
trabajar junto a él. Me puse una deportivas con unos vaqueros y salí
de mi casa corriendo hacía la parada del bus, la dirección que Jae
me había mandado estaba un poco lejos y no podía ir andando. Me
baje en la tercera parada y me adentre en esas calles buscando el
numero 26. Todas las casas que habían eran realmente bonitas y
grandes, pero cuando por fin llegue a la de Jaejoong las demás se
volvieron insignificantes y feas. Su casa es gigante, tiene un jardín
enorme lleno de flores, perfectamente cuidadas, la fachada de la casa
era blanca y tenia como unas tres plantas, en la entrada habían dos
coches lujosos, cada uno de esos coches debía de valer el doble que
mi casa. Toque al timbre y la puerta se abrió, pase y después seguí
el camino que pasaba por el medio del jardín hasta llegar a la
puerta de entrada, la puerta estaba abierta así que entre. Nada más
abrir la puerta me encontré a Jaejoong en chándal y con......¿Con
mis zapatillas de conejo? A mi me dio por reírme, nunca había visto
a Jae en chándal siempre iba trajeado y bien arreglado, era gracioso
verlo de esa manera. Jaejoong se miro de arriba a bajo se acerco a mi
y me pego un golpecito en la cabeza y después me dijo -Estoy en mi
casa, lista.- Yo me seguía riendo.
-Director no me rio del chándal, la
verdad es que esas zapatillas rosas le sientas mejor que a mi.
-Te.....te las....te las dejaste en mi
despacho y las he traído para devolvértelas.....solo me las he
probado por curiosidad.
-Si seguro que es eso...
-Quieres callarte y subir a la
habitación que tenemos mucho trabajo.
-jajajajajaja A sus ordenes conejito.
-Dije mientras pasaba por su lado corriendo y riéndome.-
Subimos a su habitación,
como era de esperar era preciosa y muy espaciosa. Tenia una gran
cristalera por la que podía pasar los rallos de sol y por la que por
las noches se veían las estrellas.
Los dos nos pusimos a trabajar
rápidamente, teníamos muchas cosas que hacer y poco tiempo. La mesa
de Jaejoong era un poco pequeña así que nos tumbamos en el suelo, a
las dos horas toda la habitación se lleno de papeles tirados por
ahí. Jaejoong andaba por toda la habitación subiéndose por la cama
y el sofá, leyendo su discurso. Yo estaba tirada en el suelo
intentando terminar la presentación pero sin darme cuenta el sueño
puedo conmigo y caí rendida al lado del ordenador.
-Ria que te parece si en vez de hablar
sobre las....Ria...me estas escuchando....
Jaejoong se acerco lenta y
silenciosamente a mi para comprobar que estaba dormida, después me
cogió en brazos y me llevo hasta la cama. Mientras que Jae me
llevaba a la cama yo me desperté,de alguna manera quería abrir los
ojos y decirle que estaba despierta, pero todo mi cuerpo deseaba que
Jae me llevara hasta la cama suavemente y me dejara dormir en sus
sabanas. Cuando me tumbo en ella se sentó al lado y se quedo
mirándome durante unos minutos, me observaba de una manera muy
protectora como si me quisiera mantener siempre a su lado para poder
asegurarse de que esta a salvo y lejos de cualquier peligro, con
suavidad me retiro el pelo de la cara haciendo que sus delicadas
manos rozasen mi oreja de una manera tan dulce que hacia que todo mi
cuerpo de estremeciera, después fue acercándose lentamente a mi
cara, podía sentir si agitada respiración a centímetros de mi, sus
carnosos y húmedos labios rozaron mi piel y casi como si hubiera
sido un sueño sus labios se separaron de mi mejilla, dejando tras de
si un susurro de Jaejoong que decía -Buenas noches Ria....-
Comments (2)
Pero que monosooo >.< Yo también quiero un jefe así xDD
Joder!! Que chulo está este capi y me ha encantado lo de las zapatillas de conejo jaja!! ;D