"Era invierno, la lluvia caía por todas partes, lo empapaba todo. El cielo oscuro hacía que el día, para todos fuera un poco más triste, pero aquello no impedía a aquél hombre coger su flamante coche y salir a dar vueltas a toda velocidad por la ciudad, de día o de noche, a cualquier hora, le viera quien le viera, todo el mundo le conocía en aquella ciudad. Aquél día a pesar de la lluvia tenía algo importante que hacer. Hyun Woo estaba en el garaje de su casa, limpiaba aquél brillante motor de su precioso coche. Era realmente impresionante lo que brillaba y relucía a simple vista. Hyun era un hombre obsesionado con los coches, se había gastado demasiado dinero en aquél coche y no podía permitir que ni una sola mota de polvo rozara alguno de los recovecos de aquél coche.
Un pequeño niño de apenas doce años se acercó a su padre, mirando con interés lo que éste hacía.
-Papá ¿Ésta noche podré ir contigo?- El padre miró a su hijo con el ceño algo fruncido.
-Vamos a ver ¿Cuántas veces te he dicho que aún eres muy pequeño?- Le dedicó una pequeña sonrisa a pesar de todo, y el niño, con la cabeza gacha asintió.
-Pero.. quiero verte correr, nunca te he visto.. y siempre me lo cuentas todo.. quiero verte- El padre se arrodilló frente a su hijo y colocó las manos sobre los hombros del mismo.
-Vamos a ver Ji Sun, ya te lo dije, cuando tengas quince años te dejaré venir a todas las carreras que quieras- El niño dejó escapar una pequeña y libiana sonrisa, realmente quería ver a su padre en acción, lo deseaba con toda su alma.
-Vaale..- Suspiró el niño que salió corriendo hacia un pequeño coche descapotable de plástico que había en el almacen y haciendo los efectos de sonido del coche él mismo con sus labios empezó a dar vueltas por ahí, a pesar de que la lluvia no dejaba de mojarle. El padre ignoró aquello, y simplemente siguió limpiando su deslumbrante coche.

Era de noche y toda la familia estaba reunida en el salón. En el sofá más grande estaban el hombre y su preciosa mujer abrazados mirando hacia la tele mientras se acomodaban de vez en cuando debajo de las sábanas. Justo frente a ellos, el niño estaba acostado en el sofá, estaba con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa, la manta era tres veces más grande que él y le tapaba más arriba de la boca. Al lado del sofá donde el pequeño estaba echado había una cuna mecida por la mano de la madre. El pequeño bebé que había dentro comenzó a llorar y gritar, el niño se despertó sobresaltado y se levantó corriendo del sofá, acercándose a la cuna para acariciarle la barriga a su pequeña hermana.
-Mamá.. ¿Por qué llora?- La madre se incorporó y se colocó detrás del niño posando las manos sobre los hombros de éste.
-Creo que tiene frío.. ¿Quieres dormir con ella Ji Sun?- El niño miró a su madre con la sonrisa más amplia que pudo mostrar en aquél momento asintiendo con la cabeza.
-Venga, échate en el sofá- Así lo hizo -Meteté más hacia dentro- El niñó siguió sus órdenes. Era un sofá bastante amplio, por lo que cabían él y el bebé sin ningún peligro. La madre cogió con cuidado al bebé, lo meció unos segundos entre sus brazos y luego lo echó al lado del niño ya tumbado, éste pegó al bebé todo lo que pudo a él, dejando un pequeño besito en la frente del bebé, la madre los tapó a los dos. Ji Sun, con los ojos achinados y una leve sonrisa en los labios no dejaba de observar los rasgos de su diminuta hermana.
-Serás la niña más bonita del mundo Jinnie..- Murmuró el niño cerca del oído de su pequeña hermana, la abrazó y ambos se quedaron dormidos.

Ya era bastante de noche, Ji Sun despertó ahora en su cama, por debajo de la puerta de su habitación se podía ver una pequeña rendija de luz proveniente del pasillo. El curioso niño se levantó de la cama y se acercó a la puerta, abriendo tan solo una pequeña rendija, por ésta podía apreciar a sus padres, estaban hablando, más bien dando gritos.
-¿Por qué vas a ir?- Pronunció la madre con su suave voz.
-Por que me da la gana- Gritó el hombre acercándose más a la mujer. -¿Crees que me vas a mandar? ¿Crees que haré lo que tu me pidas?- La mujer negó con la cabeza, dando varios pasos hacia atrás. -Pues entonces deja de decirme lo que tengo que hacer y lo que no, joder.- El hombre la cogió con fuerza del brazo y la empujó hacia un lado haciéndola chocar contra la pared. No era la primera vez que veía aquél tipo de escenas. Pero aquél día era diferente, su madre no gritaba, simplemente lloraba, ella entró en la habitación y cerró la puerta. Ji Sun salió sin hacer ruido y bajo las escaleras, antes de que su padre llegara al coche, el niño ya se había metido en la parte trasera del flamante coche rojo. Se escondió detrás del asiento, y teniendo en cuenta que las lunas estaban tintadas el hombre no se percató. Subió al coche y comenzó a conducir hasta un enorme descampado que había a las afueras de la ciudad. Cuando aparcó en la línea de salida de aquél lugar el hombre bajó del coche y se acercó a una chica, que a diferencia de él era jóven y atractiva. Él la agarraba del trasero con ambas manor y ella besaba su cuello sin piedad alguna. El niño no entendía aquello. ¿Por qué su padre estaba tocando y dejándose hacer por una mujer que no era su madre? Bajó del coche y se escondió donde pudo. 

El hombre al terminar con aquella chica volvió al coche. A su lado se colocaron un par de coches lujosos, pero en comparación ninguno podía competir contra él por mucho que lo intentasen. A su lado uno de los coches era de color azul, el chico que había en el lugar de piloto, era menor que su padre, o al menos aquello parecía, el chico miraba a su padre con odio. Éste se colocó más cerca del camino que recorrerían los coches, habían curvas cerradas y rampas muy empinadas, todo lo que le había contado su padre parecía ser real; chicas, curvas, coches, rampas, velocidad.. Aquello realmente le emocionaba, menos el hecho de que su padre tocara a otra mujer. Una chica joven y bonita se puso entre los coches, dió el toque de salida y los coches que allí se encontraban arrancaron los coches dejando tras ellos unas largas tiras de humo. El niño fué corriendo a través del recorrido a escondidas observando como su padre corría con el coche, no podía dejar de sonreír, por fin lo podía ver, vivirlo, aquello era todo lo que quería, a pesar de la lluvía que mojaba toda su piel, Ji Sun era feliz.

El coche de su padre iba el primero "Como siempre.." pensó el niño al recordar las palabras de su padre cuando le contaba sus carreras. A pesar de ser el primero, el coche azul lo seguía muy de cerca, el coche rojó frenó a la hora de hacer una de las curvas en cambio, el coche azul aceleró en la misma haciendo que ambos quedaran a la misma altura,  tras la curva venían unas cuantas rampas, una a cada lado. Ji Sun seguía corriendo alrededor del circuito animando a su padre por dentro, deseándole lo mejor.
Cuando ya estaban llegando a la línea final, una rampa estaba justo en el centro, quien la cogiera primero llegaría antes a la meta, y definitivamente sería el ganador. Ambos apretaban el acelerador al máximo, pero aún así seguían en paralelo, pero la rampa final estaba cada vez más cerca. En el último momento el coche azul aceleró, pero para el que iba detrás fué demasiado rápido, no sabía por donde meterse, derrapó y empezó a dar vueltas sobre si mismo sin control alguno, intentaba frenar. Pero le era completamente imposible, sin poder evitarlo, el coche chocó contra una pared de cemento, el motor no dejaba de echar humo. El niño salió corriendo en busca de su padre, le daba lo mismo que lo vieran, lo primero era él. Se acercó al coche, y abrió la puerta del piloto, vió a su padre, estaba medio inconsciente. De la cabeza del hombre brotaba un chorro de sangre, el niño le levantó la cabeza a su padre, éste lo miró sonriendo muy suavemente y le sonrió.
-Ji Sun.. - murmuró el padre casi sin poder respirar.
-Papá.. ¿Estás bien?- La gente se acercó al coche, hicieron un corro alrededor de ambos, pero ninguno hizo nada.
-Hijo.. cuidalas..- El hombre con un gran esfuerzo, cogió de la nuca a su hijo, el cual no podía dejar de llorar, y le dió un pequeño beso en la frente, separándose después de él con una pequeña sonrisa. Una mujer histérica corrió hacia él, gritando el nombre del hombro, con un mano dió un empujón al niño echándolo al suelo de espaldas. Para la mujer era un poco tarde, el hombre ya no respiraba.

                                                  
-Una hora antes-

-¿Por qué vas a ir?- Pronunció la mujer con una suave voz.
-Por que me da la gana- El hombre se acercó a la mujer que tenía delante. -¿Crees que me vas a mandar? ¿Crees que haré lo que tu me pidas?- 
La mujer negó con la cabeza, dando varios pasos hacia atrás asustada. -Pues entonces deja de decirme lo que tengo que hacer y lo que no, joder.- El hombre la cogió con fuerza del brazo y la empujó hacia un lado haciéndola chocar contra la pared. La mujer se limitó a llorar, entró en la habitación y siguió llorando en silencio, no quería despertar a ninguno de sus dos hijos. Cuando ya estaba algo más tranquila y sabía que su marido ya no se encontraba en casa, salió de la habotación silenciosamente, y se acercó a la habitación contigua abriendo la puerta cuidadosamente. En ésta dormía su pequeño hijo, entró con sigilo, acercándose a la cama, pero la claridad de la luz del pasillo le mostró que el niño no estaba en su cama. Salió algo nerviosa del cuarto del pequeño, fué al aseo, a la cocina, a la habitación del bebé, al jardín, pasó por todas partes. Pero nada, no había ni rastro de él. Cogió al bebé, y lo metió en su silleta, colocándolo en el asiento delantero de su pequeño y simple coche. Sólo se le ocurría un lugar donde pudieran estar su marido y su hijo. "Por favor.. tened cuidado.." Pensaba la mujer mientras iba en busca de su familia, iba más nerviosa de lo que su cuerpo le permitía, llegó al lugar donde pensaba buscar. Un descampado a las afueras de la ciudad. Cuando llegó no había nadie en la línea de salida, pero al fondo veía una nube de humo, se acercó hasta donde se encontraba el barullo de gente, aparcó justo detrás de ellos, los cuales se dieron la vuelta para mirar quien acababa de llegar. La mujer reconoció el coche y no pudo reprimir un pequeño grito. Salió del coche todo lo rápido que pudo y se acercó a la puerta del conductor del coche rojo que allí se encontraba, vió a su hijo cerca de su padre, y a su marido sangrando. Su respiración comenzó a agitarse, se acercó al niño y le dió un empujón haciéndole caer al suelo de espaldas, el niño no dejaba de llorar, la mujer se acercó a su marido. Tocó su cuello, su pecho y su muñeca, pero ninguna de las tres daba ninguna señal de vida en el hombre, la mujer entró en llanto, aquello no podía estar pasándole, no podía perder a su marido, no con dos hijos que cuidar, no podía dejarla sola, de ninguna de las maneras, era su marido, era su amigo y compañero. No podía dejarla sola. La mujer empezó a gritarle al cuerpo de su marido. Éste no reaccionaba."Ji Sun despertó al sentir el sol entrar por la ventana y rozar su cara, a su lado no estaba su pequeña hermana, era sábado y la niña siempre se levantaba pronto para cocinar dulces con su madre. Se incorporó en la cama y se puso una mano en la cara, su piel brillaba, estaba completamente sudoroso, y de sus ojos caían pequeños hilos de lágrimas. "¿Por qué? ¿Por qué tengo que volver a recordar eso?" Pensó, el sueño, mejor dicho que acababa de tener hizo que sus defensas mentales bajaran a cero, no podía soportarlo. Su hermana lo estaba pasando mal, su madre lo estaba pasando mal, y él lo pasaba mal por los tres. No pudo reprimirse más, a pesar de llevar años sin soltar ni una sola lágrima, empezó a llorar. La muerte de su padre delante de él lo había llevado a ser un chico cerrado, a no querer confiar en nadie, odiaba a su padre, por haberlo dejado, por haber abandonado a su madre y a su hermana tan pronto. Lo odiaba por haber perdido aquella carrera. Se levantó de la cama, su estómago rugía, pero no podía ir a desayunar antes de darse una ducha. 

Comments (1)

On 27 may 2013, 18:36:00 , GodWolf dijo...

Joder que duro el capítulo, me he emocionado. Me ha cabreado el hecho de que el padre tuviera esa "amante" pero después, ha sido todo muy duro t.t Pobre Dante :S