(Nana)
5# Ojos negros buscan algo.

Se oían pasos mudos y tecleos constantes en todas partes. Los sonidos rebotaban en las paredes grises del edificio y se multiplicaban. Nadie parecía tener un momento que perder allí, todos trabajaban eficientemente sin apartar la vista de los monitores. Nana evitó acercarse allí y buscó por sí misma el despacho nº2.
-A ver… Era edificio norte, segundo piso. Enfrente de las residencias.-Murmuró frente a un pequeño plano de la zona.
Acababa de alojarse y no conocía el lugar, pero aun así consiguió presentarse ante su jefe en poco tiempo. Era un hombre canoso, con unos ojos muy pequeños y la cara muy enjuta. Sus manos callosas se movían frenéticas.
-Ah, sí, sí, Nana-shii. No me andaré con rodeos: es usted muy joven y dudo que pueda ser competente en este trabajo, pero necesitamos su colaboración.-Hablaba con una voz estridente y sin dar aparente importancia a lo que decía.- Sabe que debe olvidar su vida pasada, y eliminar cualquier lazo con el exterior. ¿Verdad? Si no es así, se lo adelanto desde ya. No estamos para bromas. Y ahora, haga todo lo que le pidan.
Nana no cabía en sí de indignación. La furia ardía en su interior, pero, afortunadamente, podía controlar los deseos de darse la vuelta y salir dando un portazo. “Porque ya he firmado el contrato, que si no…”
-Zitao, pasa.

Un chico, alto, atlético, con pelo y ojos negros entró por la puerta con un sobre entre sus dedos, y vistiendo un traje que le quedaba impecable. Parecía muy joven. Su peinado era extravagante, y tenía varios pendientes en las orejas. Nana se preguntó cómo había conseguido trabajar allí.

-Aquí está todo, señor. No puedo asegurar nada, pero puede que vayamos por buen camino.-Se detuvo en el centro de la estancia, y el jefe salió de la habitación musitando un “bien hecho, te dejo el resto a ti”. El que acababa de entrar se volvió hacia Nana, clavado sus oscuros ojos en los de ella, escrutando, calculador.- Espero que pueda ayudarnos en la investigación en todo lo posible.-Hizo una pequeña pausa, y continuó.- He oído que no vivía sola. ¿Le puedo hacer unas preguntas sobre el tema?-Nana asintió, y tomaron asiento.- ¿Desde hace cuánto vive en Seúl? ¿Siempre ha vivido con su compañera?

-Hace seis años que vine aquí. Ella vino dos más tarde.
-¿A qué se dedica?... Su compañera, me refiero.
-Terminó la carrera de farmacia este verano, y estaba tomándose unos meses de descanso antes de buscar trabajo.
-¿Edad?
-24.
-No, su compañera.
-Ahhh… -Nana no entendía a qué venían todas aquellas preguntas.- Va a cumplir 22.
-Por casualidad… ¿Es esta persona de la que estamos hablando?- Abrió el sobre, y sacó una foto.
“¡Oh, Dios mío!” Efectivamente, era una foto de Selene. Se podía apreciar perfectamente sus rasgos, observando con la mirada perdida a través de las ventanas de un autobús.
-¿Pero cómo…? ¿Por qué tienen una foto de ella?-Exclamó alterada Nana cogiendo a toda prisa la fotografía con manos temblorosas.
-Entonces es ella…-Zitao cerró los ojos y sonrió brevemente. Cuando los abrió preguntó con sorna: Y dígame, ¿de qué color tiene los ojos esta chica?
Nana bufó con incredulidad.
-¿De verdad? Que es lo siguiente: “¿Cuál es su número de móvil?”. Si eso era lo que querías saber desde un principio…-Comenzó a reírse de la situación, bajo la atenta mirada del chico.- Selene tiene los ojos azules. Bueno… No del todo. Los tiene medio azules grisáceos. –Nana frunció el ceño. “La verdad es que nunca lo había pensado…”- Realmente… Realmente no los tiene de ningún color en específico. Cambian según la luz.
-Así que, de ningún color. ¿No?-Repitió él saboreando las palabras.
-¿Qué insinúa?-“No puede ser posible” Se repetía Nana mentalmente.

-Creo que eso ya lo supone usted misma. ¿Me equivoco?
-Selene es humana. ¡Oh por favor! ¡Esto es absurdo! ¡La he visto crecer conmigo! ¡Hemos estado juntas desde hace años!
Él no dijo nada. Se limitaba a mirar pasivamente la incredulidad y rabia de Nana. Estaba tranquilo, como si lo supiera todo de antemano y solo estuviera esperando a que los demás se dieran cuenta de lo que era obvio.
-¿Puede decirme con total seguridad que jamás ha notado algo extraño en la manera de comportarse de Selene?
Nana tomó aire para contestar, pero se quedó parada. ¿De verdad no había nada raro? Esa misma mañana había olido café, cuando no había nadie despierto aún. Muchas veces veía, oía, olía cosas que… “Que yo no. Pero siempre pensé que...” Nana dejó de darle vueltas y se echó las manos a la cabeza. Nunca lo había pensado así, siempre lo había achacado a otras cosas, aunque ahora que lo meditaba mejor… Realmente sí que era raro.
-Supongo que no puedo hacer eso. Pero… Pero eso no significa que…
-Siempre que haya una posibilidad, tenemos que asegurarnos. Necesitamos encontrarla. ¿Estará en su apartamento?
Zitao se puso de pie con agilidad y levantó a Nana, que no tenía apenas fuerzas tras todo aquello. Ahora no solo consistía en cambiar de vida por unos meses, ahora… “Ahora tengo que encargarme de sentenciar a mi propia hermana.” Lágrimas saladas cayeron por sus mejillas y se colaron entre sus labios. “¿Por qué?”
-No hay porqués señorita. Solo… Tenemos que encontrarla.-Nana dio un respingo; no había pronunciado la pregunta en voz alta. Zitao la miró penetrantemente, como si quisiera tomar su voluntad. El silencio de la habitación se hizo más pesado. Murmuró: Necesito encontrarla.
Por primera vez Nana se fijó en lo tremendamente oscuros que eran sus ojos. Parecía que no tenía pupila, o bien que tenía una pupila muy grande. “Necesito encontrarla”. Aquello no podía ser cierto. No podía serlo. “Pero esos ojos… Y sabía lo que pensaba… Y Selene… Y… Me estoy volviendo loca”.
-No pienso hacerla daño, solo necesito verla. Me ayudarás, ¿verdad? 

Comments (2)

On 25 may 2013, 12:11:00 , JulixTwinkle dijo...

Myungsoo primero...ahora me metes a mi querídisimo Tao de por medio y ya me muero... xD ¡Esto se pone interesante!

 
On 25 may 2013, 13:00:00 , GodWolf dijo...

akdsjhjhds Esto esta cada vez mas interesante ^^ Me esta encantando cada vez mas, a ver que pasa con Selene.