CAPITULO 3
Ya no sabía si entrar por la puerta de
atrás al instituto o entrar de incógnito…mmm….Aquello era de lo más difícil, no
me quería encontrar con él pero tenía que asistir a clases así que me resigne y
entre. Iba caminando por el pasillo cuando lo vi, paso justo a mi lado y la
verdad es que no fue muy agradable ‘’si las miradas mataran, yo estaría
muerta’’ daba miedo mejor era no acercarse a él, aunque claro ‘’¿para qué iba a
querer acercarme a él?’’, me dirigí a clase y me senté en mi mesa, hoy iban a
asignar parejas para todo el curso y
para hacer un trabajo de investigación
de lo que quisiéramos, solo podía rezar para que me tocará con alguien
agradable y que no me odiara, aunque eso iba a ser imposible:
-Veamos y las parejas son-dijo el
profesor- Jay con Minho…
Me quise morir ‘’ ¡DIJE ALGUIEN
AGRADABLE!,¿ ME ESCUCHAS CUANDO HABLO?’’ grite y grite todo cuanto pude siempre
en mi cabeza, como si no fuera ya un bicho raro, solo me faltaba que pensaran
que estaba loca, en fin me gire para ver su reacción….
Mala idea me estaba mirando, al fin sonó
el timbre y salí del aula escopeteada quería morir, con él es que ¿no había más
personas en la clase?, parecía que no. Estaba bebiendo agua cuando alguien me
dio un toque cito en la espalda y al girarme:
-Supongo que nos ha tocado juntos-me
dijo Minho, genial no estaba de humor.
-Emm!, si supongo-le sonreí pero no
surgió efecto así que me resigne, porque en algún momento habría que hablar
sobre el trabajo, no quería suspender.
-Ya que vamos a trabajar juntos, durante
todo el año, sugiero que quedemos para hablar de que lo hacemos y a si acabar
cuanto antes- me dijo.
-Si eso será lo mejor, ¿Cuándo quedamos?
Te parece bien ¿esta tarde? .
-SI claro cuanto antes mejor.
-De acuerdo. ¿En tu casa o en la mía?
–Me pare a pensar eso y no sonó muy bien, aunque a él le debió hacer gracia
porque sonrió.
-En la mía a las 18:00 ¿te parece bien?.
-Eh si claro a las 18:00 allí estaré.
-Vale luego te veo adiós- Se despidió y
se fue.
Esa tarde iba a ser toda una aventura,
‘’Dios apiádate de mí, por favor’’ ya no sabía qué hacer si tirarme por un
puente, o simplemente morirme, que mal me iba todo.
Me volví a clase a ver si al menos podía
distraerme, me pasaron una nota en la que decía ‘’Después de clase espera en el callejón de al lado’’ Era una nota muy rara a parte de no saber
quien me la mandaba. Al finalizar las clases me dirigí al callejón como la nota
indicaba, al llegar había marcado en el suelo una cruz grande en rojo, fui muy
tonta al ponerme justo en el medio de la cruz, todo el que se pone encima de
una cruz le pasa algo, bien pues mi caso no fue excepcional porque nada más
ponerme debajo de la cruz me tiraron un cubo de harina ‘’Joder era demasiado
bonito para ser verdad, era raro que no me hubieran gastado una jugarreta desde
el principio’’ mire hacia arriba y vi como tres sombras se alejaban corriendo y
como tenía harina en los ojos no vi bien quienes eran.
-¿Qué pasa no tenéis nada mejor? ¿Solo
se os ocurre esto? Eeh? Yahhhh!!!-Grite, estaba frustrada y quería irme a mi
casa, me falto tiempo para marcharme, cuando llegué me dirigí hacia el cuarto
de ducha y me limpié, la casa se hacía muy grande cuando no tenías padres
porque estaban fuera trabajando, y yo agradecía que no estuvieran y me
preguntaran que me ha pasado a cada momento, a si que decidí que estar sola era
la mejor opción.
Cuando me hube duchado y quitado la
harina, baje a comer algo, pero como no tenía casi hambre solo me comí unas
espinacas que sobraron de anoche así que me las calenté, a eso de las 17:45
salí de mi casa y me dirigí a casa de Minho, para acabar con esto de una vez
por todas y a si el seguiría con su vida yo con la mía y todos felices ‘’No seas tonta, sabes tanto como yo que te
encantaría pasar las horas muertas con Minho’’ genial, ahora mi conciencia
me hablaba, creía que ya no podía estar más loca pero me equivocaba, aunque la
verdad es que tenía razón, pero eso yo nunca lo admitiría.
Al llegar a la puerta de la casa me fijé
en que era enorme, tenía delante una casa de color blanco con una puerta
gigante de madera color gris, unos jardines preciosos decorados con toda clase
de flores silvestres y adornado con unos cuantos gnomos de jardín, el camino
que conducía hacia la puerta era de piedras y al fondo de la casa se podía ver
una enorme piscina ‘’ ¿Qué es rico? O ¿A atracado un banco y es hijo de la mafia?’’
tras meditarlo durante unos segundos decidí que la primera opción era la más
adecuada y la más coherente. Al llegar a la puerta toqué al timbre y me abrió
un señor mayor que rondaría los 49 o 53 años, con el pelo canoso y entradas,
llevaba gafas y por la forma en la que iba vestido me dio a entender que era su
mayordomo ‘’¡CIELOS! ¿Su mayordomo?’’ ¿Tenía mayordomo? Definitivamente Dorothy
ya no estás en Cansas, de pronto escuché una voz que bajaba por las escaleras.
-Tranquilo mayordomo Lee, ya me ocupo
yo- dijo Minho, me asombré al ver que detrás de un chico arrogante y frío había
un chico muy tierno y con una sonrisa que haría que hasta la mujer más
feminista del mundo cayera rendida a sus pies, con esa cara de ángel y esos
ojos, esa sonrisa, ese pelo ese.. ‘’Deja de soñar ya Jay, y límpiate la baba
que pareces una vieja sin dentadura enfrente de un bollo de chocolate’’ salí de
mi ensoñación enseguida, ¿Qué estaba haciendo? Se suponía que no caería ante el…no,
de momento.
-¿Vienes?-me dijo.
-Ehh! Si ya voy- así que me dirigí
escaleras arriba, cuando hube llegado a la planta de arriba, no podía dar
crédito a lo que veía, era todo lujo, habían lámparas antiquísimas que debían
de tener unos cien años de antigüedad, también había una alfombra granate que
llegaba hasta el final del pasillo y que cubría casi toda la planta, y por si
fuera poco habían demasiadas puertas, seguí caminando y por fin encontré su
habitación, la verdad es que era de lo más sencilla y normal, me sentí un
poco decepcionada, ya que la casa entera era un lujo, me esperaba más de su habitación,
aunque era bastante grande, esa
habitación era enorme, me adentré en ella y me senté en una silla.
-Bueno, y ¿de qué vamos a hacer la
investigación? ¿Tienes algo pensado ya?, porque yo he pensado en que podríamos
hablar sobre el periodismo.
-Si, como quieras, mientras que lo
acabemos- dijo y por su tono no parecía que tuviera muchas ganas de hacer nada,
me sentía incomoda, a si que tuve que ponerme firme y decirle lo que nadie antes
se había atrevido a decirle porque es…porque lo conseguía todo con su
maravilloso rostro y su gran talento como adulador, un mujeriego eso es lo que
era, de manera que se lo dije.
-Mira, me han tirado un cubo lleno de
harina a la cabeza sin ningún motivo, llevo una semana de perros porque todavía
no conozco a nadie y encima me tratan, corrijo me tratáis como a un bicho raro
solo por el hecho de no ser como vosotros en cuestión a rasgos físicos, y tengo
la paciencia y las ganas de hacer esto tanto o menos que tú, a si que o dejas
de ser un egoísta egocéntrico y pones un
poco de tu parte o esto no se va a acabar en la vida, ¿te ha quedado claro?- Ya
lo creo que le había quedado claro si no fuera porque sus ojos no podían
salirse de fuera de las cuencas creo que estarían ya en órbita en algún otro
sitio.
-De acuerdo tu ganas lo haremos a tu
manera-dijo aún con incredulidad- ¿de verdad te han tirado un cubo de harina a
la cabeza?.
-Sí, me han tirado un cubo de harina a
la cabeza, parece que soy lo bastante tonta como para caer en eso, pero no
hablemos de eso. –dije entre risas pero que dejaba entrever un rastro de
tristeza.
-Sí, sí que eres un poco tonta, y lenta
además.- le lancé una mirada asesina de advertencia, si las miradas matasen él
ya se podía dar por muerto.
-Ejem! Perdón no quería decir eso, y
¿cómo fue?.
-Antes en clase recibí una nota en la
que decía que a la salida me esperara en el callejón de al lado de la escuela,
y como sentía curiosidad y no sabía de quien era decidí ir.
-La curiosidad mató al gato-dijo con
sorna.
-De modo que cuando llegué y vi que no
era nadie espere unos diez minutos o así, pero cuando me di cuenta de que
estaba debajo de una cruz gigante roja ya era demasiado tarde porque estaba
cubierta por una tonelada de harina-empezó a reírse-si, si ríete todo lo que te
dé la gana, eso fue lo que paso.
-¿Viste quien te hizo eso?-me preguntó
con curiosidad y un deje de preocupación.
-No, no lo vi estaba muy ocupada
intentando quitarme la harina de los ojos- dije irritada ya con el
interrogatorio.
Después de varias horas, haciendo nada,
y pasándonos la tarde entera hablando, logré darme cuenta de dos cosas, uno que
no hay que juzgar a un libro por su portada y que las apariencias engañan y dos
que era muy tarde y tenía que volver a casa, a si que le dije:
-Ya es muy tarde y tengo que marcharme a
mí casa.
-¡Te acompaño!-dijo precipitadamente, lo
cual pareció un poco raro pero
encantador. Salimos por la puerta y nos encaminamos calle abajo, cubiertos por
un silencio un tanto incómodo y desesperante, a si que decidí sacar tema de
conversación.
-Parece que tienes muchas fans en la
escuela-comenté entre risas.
-¿Estás celosa?-Su pregunta me pilló tan
desprevenida que me sonrojé.
-Eeeehh, no chs…por supuesto que no,
¿Por qué debería estarlo?- intenté disimular.
-Por nada simple curiosidad- dijo con un
aire misterioso y divertido.
-Ya hemos llegado-dije.
Me di la vuelta para sacar las llaves y
poder abrir la puerta y al girarme para despedirme, tropecé y me topé con un
pecho fornido y unos brazos tensos pero fuertes, levanté la cara y me topé con
un rostro que causaba furor allá a donde fuera, estábamos a tan solo un par de
centímetros el uno del otro, el corazón me iba a mil por hora y por sus tensos
brazos podía sentir que él también estaba nervioso y tenía el pulso acelerado,
en ese momento podía haber sucedido lo inimaginable pero, de repente y con su
grandioso don de la inoportunidad mi teléfono sonó, y al mirar la pantalla vi
que era mi padre, que llamaba para ver como estaba, ‘’Es gracioso tres días sin
llamar y al cuarto recuerda que tiene una hija en la otra punta del mundo y
decide llamarla en el momento más oportuno posible, genial papá muchas gracias
por tu generoso don’’ me dije a mí misma.
-Ejem! Lo siento…gracias por acompañarme
a casa nos vemos mañana-le dije aún con el corazón agitado.
-Ehh! Si hasta mañana, ah y gracias por
ser tan sincera conmigo y no acobardarte.- Creo que en ese momento estalló una
bomba nuclear dentro de mí porque todos mis esquemas y expectativas se vinieron
abajo, ‘’maldito niño rico irresistible’’.
-No hay de qué, hasta mañana.
-Hasta mañana.
Y ese fue mi último penoso día de la
semana, lo que podría haber pasado no pasó por culpa de mi padre, jeez, padres
cuando los necesitas nunca están pero cuando no, siempre son muy oportunos. Aquel
día fue un tanto extraño.
Comments (2)
Dios! Tengo muchísimas ganas de leer el siguiente!!! Soy tu fan! :)
Menudo capítulo!!! La cosa está interesante xD
MALDITO PADRE!! JUSTO CUANDO PENSABA QUE IBAN A BESARSEE!!
A ver cuando tengo otro rato para seguir leyendo ^^