Myungsoo
Selene se alejó corriendo a toda prisa, mientras Sungyeol
seguía mirando a Myungsoo divertido.
-Así que es ella…Tu “asistente personal”.-Murmuró sonriente.
Myungsoo le miró de reojo y suspiró asintiendo. Pasaron
dentro, y Sungyeol enseguida se acomodó en el sofá, estirando brazos y piernas.
El otro estaba pensativo. No se había sentado y aún seguía con el abrigo
puesto, observando un punto fijo.
-Su habitación, ¿no?-Dijo Sungyeol, siguiendo la dirección de
la mirada de Myungsoo. Cuando éste asintió, él volvió a sonreír.-Ay, de verdad…
Anda, ve a verla.
Como nadie se movía, Sungyeol optó por arrastrarle hasta la
puerta, llamar y volver al salón.
-¡Yah! ¡Hyung!-Susurraba Myungsoo cuando Selene abrió la
puerta.*Hyung es algo así como "hermano mayor" en coreano, pero es
usado entre chicos que se llevan muy bien.
La miró brevemente, y volvió la vista al salón. Repitió el
proceso unas tres veces, hasta que decidió entrar en la habitación para poder hablar
con ella. Cerró la puerta a su espalda y tomó aire profundamente. Realmente no
sabía que decir, no había pensado en nada antes de ser empujado allí. Quería
saber qué había pasado para que estuviera llorando antes, pero no era muy bueno
preguntando esas cosas.
-¿Estás bien?
-Sí. Sí, en serio, no pasa nada.-Exclamó quizá con una voz
demasiado aguda, agitando las manos y la cabeza sonriente.
No se necesitaba ser adivino para saber que estaba fingiendo.
Hacía nada que se había abrazado a él como si le fuera la vida en ello, y
ahora… Se escondía a sí misma donde nadie pudiera alcanzarla, otra vez.
Myungsoo se sintió entre herido y triste.
-Puedes confiar en mí, puedes decirme lo que te pasa.
-No, en serio. No pasa nada. –De nuevo, esos gestos entre
inocentes, y humildes, esa sonrisa que intentaba no ser triste…-Pásalo bien
con…
Sin previo aviso, Myungsoo la cogió del mentón, y la obligó a
mirarle a los ojos. ¿No le iba a decir nada más? ¿Se iba a volver a esconder y
evitar temas más personales? “Es igual que yo” pensó sintiéndose también
culpable a su vez.
-¿De verdad que no es nada? ¿No me lo puedes contar?
Los ojos de Selene se llenaron de lágrimas. Aun así, negó con
la cabeza y sonrió ligeramente. Musitó un pequeño “luego” Él asintió,
sintiéndose impotente ante su respuesta.
Intentó sonreír, murmurar una despedida e irse, pero antes de
darse cuenta levantó la otra mano y sin pensar en lo que hacía, acarició una de
las mejillas de Selene, que estaban sonrosadas. Ella cerró los ojos y se apretó
contra su mano, como un gatito. Tras eso, sonrió y alzó el brazo para retirar
la mano que sujetaba su barbilla… Pero Myungsoo no cedió, así que mantuvo sus
dedos rodeando la muñeca de él, mientras le miraba con expresión desamparada.
Sus ojos de cielo oscuros como la habitación, reflejándose en el negro iris de
Myungsoo. Ambos tenían el corazón temblando bajo la piel, la mente obnubilada
por la cercanía de sus cuerpos y la visión de sus labios entreabiertos.
Ella se abrazó lentamente al cuerpo de él, disminuyendo las
distancias. Podían sentir sus respiraciones mezclándose, estaban tan cerca que
si hubieran hablado sus bocas se hubieran fundido. Myungsoo hundió los dedos en
el pelo de Selene, agarrando su nuca, rompiendo los últimos milímetros que los
separaban.
-¡¡MYUNGSOO-YAAH!! ¡Myungsoo-yaah! ¡Tengo hambre!-Profirió la
voz lastimera de Sungyeol en el pasillo.- ¡Hazme caso…!
Rápido como el rayo, Myungsoo giró la cabeza, y se separó de
Selene. Agachó la cabeza pidiendo perdón y murmuró un intento de “hablamos
luego”. Salió de allí y, en vez de caminar, corrió hasta la cocina, buscando
alguna excusa para su respiración agitada, su acelerado pulso, sus mejillas
sonrosadas.
Alzó la cabeza y vio a Sungyeol haciendo pucheros con un
cuchillo y un tenedor a cada lado de su cara. Sonrió y soltó el aire de golpe.
-Deberías hacer más ejercicio, te veo en baja forma.-Dijo,
negando con la cabeza y chasqueando la lengua.
-Calla. Vamos a comer algo.
Mientras se hacían una parca merienda debido a sus dotes
culinarias, Sungyeol no dejaba de reír debido a la falta de concentración de
Myungsoo. Cuando se sentaron a comer, Sungyeol no pudo contenerse.
-Bueno, ¿me lo vas a contar ya o no?
Myungsoo resopló, y se apoyó sobre Sungyeol, abrazándolo.
-Hyung… Estoy perdiendo la cabeza.
El otro comenzó a reírse fuertemente. Y se separó para ver la
cara de su dongsaeng. *Dogsaeng significa "hermano pequeño",
pero es usado entre chicos que se lleban muy bien, también.Siguió sonriendo, y
le dio unas cuantas palmadas en el hombro.
-Ya era hora.-Dicho esto, esquivó un ataque de Myungsoo y
continuó entre risas.- ¿Qué ha pasado?
-Ayer… Bueno, hoy también… No. Mmmm, quiero decir…
-Realmente tienes que estar enamorado.-Murmuró Sungyeol.
“¿Qué?” exclamó el otro.- Ya sabes… ¡Amor!-Dijo haciendo un corazón con las
manos y lanzándoselo a la cara. Tras esto, miró a Myungsoo asintiendo con
seriedad.- No sé lo que ha pasado, pero debes de estar loco por ella cuando la
has traído aquí.
-Si fuera solo eso… Cuando le dije de venir aquí ni siquiera
sabía porque lo hacía, supongo que por pena… No sé, parecía perdida, como un
perrito abandonado.
-Ya, por pena, claro. Si no te conociera y ella fuera fea, lo
creería. –Dijo esquivando las manos de su compañero.- ¡Es cierto! No lo habrías
hecho por pena, si fuera por eso, la habrías dado dinero. –Myungsoo siguió
mirándole con los ojos entrecerrados. Repasó lo que había dicho, llegando a una
conclusión.- ¡Oh! ¿Qué? ¿Acaso no te parece guapa? –Esta vez se llevó un golpe
en el brazo.- ¡Yah! ¡Mira como tratas a tu hyung! Realmente estás volviéndote
loco: “Mister celoso”, sería un buen nombre.
-Ahh… De verdad.-Suspiró Myungsoo.- Tienes razón, estoy loco.
Pero es que… No puedo controlarlo. No sé qué hacer. –Miró a Sungyeol, que tenía
una sonrisa en su boca, expectante.- Cuando estoy con ella parece que mi cuerpo
se moviera solo. No sé ni cómo lo hago cuando de repente he cogido su mano, la
he abrazado, la he dado un beso en la frente… -Volvió a suspirar.- Vivo con
peligro de sufrir ataques al corazón en cualquier momento…
-Eso no parece tan terrible.-Rio Sungyeol. Tras eso, se
arrimó un poco más a su dongsaeng, y dijo en voz baja, con una risa pícara:
Myungsoo-yah… ¿Hasta dónde habéis llegado?-El otro se intentó alejar, y le dio
un codazo, actuando indignado. Sungyeol le sujetó y volvió a preguntar.- ¿Os
habéis besado?
Myungsoo le miró muy serio, pero la sonrisa traviesa de su
hyung pudo con su fortaleza. Sonrió, enrojeciendo y agitando la cabeza.
Sungyeol se levantó del sitio, mientras le señalaba con la boca y los ojos
abiertos a más no poder. “¡La has besado!” exclamó sin poder evitar reír, dando
palmadas al aire. Myungsoo se abalanzó sobre él, tapándole la boca, y
volviéndole a sentar.
-¡Te puede oír! ¡Baja la voz!-Susurró enfadado.
Sungyeol siguió apuntándole con el dedo, con una expresión
idiota de sorpresa que no se le quitaba. Myungsoo se tapó la cara con las
manos, avergonzado.
-Sí, hyung. ¡Aishh! Hubo muchas veces en las que quise
besarla, pero me contuve. Pero ayer… Volví del bar, y bueno, ya sabes que
estaba bastante bebido… La vi, tan preocupada, celosa, tan… Que quise decirle
de alguna forma que no se preocupara.
-Buena forma de decírselo.-Dijo Sungyeol como pudo,
sujetándose la tripa por el dolor de la risa.-Lo probaré yo también… Jajajaja…
–Tras una mirada asesina de Myungsoo, se obligó a parar.
-Y encima… Soy idiota. Le dije que aún no me había confesado
a la chica que me gustaba… Antes de besarla.
-Así que te confesaste indirectamente.-Él asintió.- ¡Aigoo!
Interesantes conversaciones tienes tú cuando vas borracho.
-Pero esta mañana -continuó Myungsoo- no sabía cómo
comportarme, así que le dije que no recordaba nada e intenté alejarme. Pero no
funcionó muy bien… -Sungyeol alzó las cejas, parpadeando curioso.- No estuvimos
juntos, pero no podía dejar de pensar… Y luego si la veo, lo recuerdo y… Mi
cuerpo actúa como quiere. Hace un momento si no llega a ser porque me has
llamado… Estaba casi besándola de nuevo… Esta vez ya no puedo decir que era un
error, o que lo he olvidado… Aahhh… Me estoy volviendo loco. ¿Qué voy a hacer,
Sungyeol?-Dijo lanzándole una mirada lastimera.
-Ahh… Mi pequeño Myungsoo, como has crecido.- Dijo,
acariciándole el pelo (como si de un perro se tratara), pero sus ojos estaban
serios.- No creo que necesites que te diga nada, pero… Está bien, Myungsoo, enamorarse
no es nada malo. A todo el mundo le pasa alguna vez. Trátala bien y dale mucho
amor, y no la dejes escapar. –Myungsoo le miró sorprendido, “¿qué has dicho?”-
Myung-myung, no es fácil encontrar a alguien a quien quieras, y te quiera, y
menos alguien que te quiera conociendo lo raro que eres, y menos aún que no le
importe verte todos los días sin maquillaje. – Terminó sonriente.
Myungsoo cogió un cojín, dispuesto a atacar, pero Sungyeol se
le adelantó. Tras varios minutos de enzarzada lucha, Sungyeol venció y se comió
parte de la merienda de su dongsaeng de regalo.
-También… Ha pasado otra cosa. –Sungyeol asintió, mientras
terminaba de comer. “Dime”.- Ya sabes… Esas cosas que puedo hacer... Creo que
hoy me ha pillado.
-Ah, ¿lo de mover cosas con…?-Se llevó un dedo a la cabeza.
-Sí. No sé si lo ha visto, pero me ha preguntado… Puff…-Bufó
removiéndose el pelo.- No es solo mi cuerpo el que se altera, también parece
que con ella cerca tengo más… “Poderes” o algo…
-Mira que eres raro. No sé, quizá deberías decírselo y ya
está, tampoco es para tanto, además… Es algo guay.-Dijo guiñándole el ojo.
Myungsoo suspiró.
Siguieron hablando de trabajo, haciendo bromas y compartiendo
recuerdos, hasta que Sungyeol se tuvo que ir.
-¡No seas tímido! Si a ella le encantas.-Murmuró
despidiéndose con un nuevo guiño.
-Gracias, hyung.-Dijo Myungsoo, escondiendo su cara que
volvía a estar caliente y sonrosada.
-¡Carpe diem! ¡CARPE DIEM!-Iba gritando según bajaba las
escaleras.
“¿Debería verla?” Pensó frente a la puerta de Selene.
Conteniendo la respiración, giró el manillar, asomándose dentro. Había bolsas
de plástico en el suelo, y alguna lata de refresco. “Habrá tenido que cenar
aquí…” Se dijo, sintiéndose culpable. Entró en la oscura habitación y encontró
a Selene tendida en la cama hecha una bola, abrazada a sí misma. Sonriendo,
buscó algo con lo que arroparla. Al no encontrar nada, se quitó la chaqueta y
se la puso por encima.
-Buenas noches.
Como ya había hecho alguna vez, se inclinó para besar su
frente, rozando su suave pelo, y su piel. La miró de nuevo, bajo la escasa luz
que llegaba allí desde la ciudad. Sus largas pestañas, su graciosa nariz, sus
ardientes labios…Su respiración se entrecortó, sorprendido por su belleza, y
cómo influía en él incluso estando dormida. Sin poder detenerse, acarició su
pelo, apartándolo a un lado. Entonces ella alcanzó su mano, y entrelazó los
dedos de ambos suavemente.
-Myungsoo-shii… -Murmuró abriendo los ojos. Parecía
preocupada. Él susurro “oppa”. Ella sonrió- Myungsoo-oppa… ¿Te podrías... Quedar aquí?.
–Apretó su mano un poco más fuerte, y bajo la mirada.- ...No quiero estar sola.
“Carpe diem” resonó en su cabeza. Miró su expresión asustada,
triste… Tragó saliva, respiró, y sin soltar la mano de Selene, hizo lo que
verdaderamente quería. Se recostó en la cama también y la acarició, sonriendo
gentilmente.
-No tengas miedo, no me iré de tu lado.
Comments (1)
Dios, Myungsoo también es D= Y la escena final es asdhadsajadshj Me da algo