Myungsoo
11# “Mister celoso” y su poca cordura. Carpe Diem.
Selene se alejó corriendo a toda prisa, mientras Sungyeol seguía mirando a Myungsoo divertido.
-Así que es ella…Tu “asistente personal”.-Murmuró sonriente.

Myungsoo le miró de reojo y suspiró asintiendo. Pasaron dentro, y Sungyeol enseguida se acomodó en el sofá, estirando brazos y piernas. El otro estaba pensativo. No se había sentado y  aún seguía con el abrigo puesto, observando un punto fijo.


-Su habitación, ¿no?-Dijo Sungyeol, siguiendo la dirección de la mirada de Myungsoo. Cuando éste asintió, él volvió a sonreír.-Ay, de verdad… Anda, ve a verla.
Como nadie se movía, Sungyeol optó por arrastrarle hasta la puerta, llamar y volver al salón.
-¡Yah! ¡Hyung!-Susurraba Myungsoo cuando Selene abrió la puerta.*Hyung es algo así como "hermano mayor" en coreano, pero es usado entre chicos que se llevan muy bien.
La miró brevemente, y volvió la vista al salón. Repitió el proceso unas tres veces, hasta que decidió entrar en la habitación para poder hablar con ella. Cerró la puerta a su espalda y tomó aire profundamente. Realmente no sabía que decir, no había pensado en nada antes de ser empujado allí. Quería saber qué había pasado para que estuviera llorando antes, pero no era muy bueno preguntando esas cosas.
-¿Estás bien?
-Sí. Sí, en serio, no pasa nada.-Exclamó quizá con una voz demasiado aguda, agitando las manos y la cabeza sonriente.
No se necesitaba ser adivino para saber que estaba fingiendo. Hacía nada que se había abrazado a él como si le fuera la vida en ello, y ahora… Se escondía a sí misma donde nadie pudiera alcanzarla, otra vez. Myungsoo se sintió entre herido y triste.
-Puedes confiar en mí, puedes decirme lo que te pasa.
-No, en serio. No pasa nada. –De nuevo, esos gestos entre inocentes, y humildes, esa sonrisa que intentaba no ser triste…-Pásalo bien con…
Sin previo aviso, Myungsoo la cogió del mentón, y la obligó a mirarle a los ojos. ¿No le iba a decir nada más? ¿Se iba a volver a esconder y evitar temas más personales? “Es igual que yo” pensó sintiéndose también culpable a su vez.
-¿De verdad que no es nada? ¿No me lo puedes contar?
Los ojos de Selene se llenaron de lágrimas. Aun así, negó con la cabeza y sonrió ligeramente. Musitó un pequeño “luego” Él asintió, sintiéndose impotente ante su respuesta.
Intentó sonreír, murmurar una despedida e irse, pero antes de darse cuenta levantó la otra mano y sin pensar en lo que hacía, acarició una de las mejillas de Selene, que estaban sonrosadas. Ella cerró los ojos y se apretó contra su mano, como un gatito. Tras eso, sonrió y alzó el brazo para retirar la mano que sujetaba su barbilla… Pero Myungsoo no cedió, así que mantuvo sus dedos rodeando la muñeca de él, mientras le miraba con expresión desamparada. Sus ojos de cielo oscuros como la habitación, reflejándose en el negro iris de Myungsoo. Ambos tenían el corazón temblando bajo la piel, la mente obnubilada por la cercanía de sus cuerpos y la visión de sus labios entreabiertos.
Ella se abrazó lentamente al cuerpo de él, disminuyendo las distancias. Podían sentir sus respiraciones mezclándose, estaban tan cerca que si hubieran hablado sus bocas se hubieran fundido. Myungsoo hundió los dedos en el pelo de Selene, agarrando su nuca, rompiendo los últimos milímetros que los separaban.

-¡¡MYUNGSOO-YAAH!! ¡Myungsoo-yaah! ¡Tengo hambre!-Profirió la voz lastimera de Sungyeol en el pasillo.- ¡Hazme caso…!
Rápido como el rayo, Myungsoo giró la cabeza, y se separó de Selene. Agachó la cabeza pidiendo perdón y murmuró un intento de “hablamos luego”. Salió de allí y, en vez de caminar, corrió hasta la cocina, buscando alguna excusa para su respiración agitada, su acelerado pulso, sus mejillas sonrosadas.
Alzó la cabeza y vio a Sungyeol haciendo pucheros con un cuchillo y un tenedor a cada lado de su cara. Sonrió y soltó el aire de golpe.
-Deberías hacer más ejercicio, te veo en baja forma.-Dijo, negando con la cabeza y chasqueando la lengua.
-Calla. Vamos a comer algo.
Mientras se hacían una parca merienda debido a sus dotes culinarias, Sungyeol no dejaba de reír debido a la falta de concentración de Myungsoo. Cuando se sentaron a comer, Sungyeol no pudo contenerse.
-Bueno, ¿me lo vas a contar ya o no?
Myungsoo resopló, y se apoyó sobre Sungyeol, abrazándolo.
-Hyung… Estoy perdiendo la cabeza.
El otro comenzó a reírse fuertemente. Y se separó para ver la cara de su dongsaeng. *Dogsaeng significa "hermano pequeño", pero es usado entre chicos que se lleban muy bien, también.Siguió sonriendo, y le dio unas cuantas palmadas en el hombro.
-Ya era hora.-Dicho esto, esquivó un ataque de Myungsoo y continuó entre risas.- ¿Qué ha pasado?
-Ayer… Bueno, hoy también… No. Mmmm, quiero decir…


-Realmente tienes que estar enamorado.-Murmuró Sungyeol. “¿Qué?” exclamó el otro.- Ya sabes… ¡Amor!-Dijo haciendo un corazón con las manos y lanzándoselo a la cara. Tras esto, miró a Myungsoo asintiendo con seriedad.- No sé lo que ha pasado, pero debes de estar loco por ella cuando la has traído aquí.
-Si fuera solo eso… Cuando le dije de venir aquí ni siquiera sabía porque lo hacía, supongo que por pena… No sé, parecía perdida, como un perrito abandonado.
-Ya, por pena, claro. Si no te conociera y ella fuera fea, lo creería. –Dijo esquivando las manos de su compañero.- ¡Es cierto! No lo habrías hecho por pena, si fuera por eso, la habrías dado dinero. –Myungsoo siguió mirándole con los ojos entrecerrados. Repasó lo que había dicho, llegando a una conclusión.- ¡Oh! ¿Qué? ¿Acaso no te parece guapa? –Esta vez se llevó un golpe en el brazo.- ¡Yah! ¡Mira como tratas a tu hyung! Realmente estás volviéndote loco: “Mister celoso”, sería un buen nombre.
-Ahh… De verdad.-Suspiró Myungsoo.- Tienes razón, estoy loco. Pero es que… No puedo controlarlo. No sé qué hacer. –Miró a Sungyeol, que tenía una sonrisa en su boca, expectante.- Cuando estoy con ella parece que mi cuerpo se moviera solo. No sé ni cómo lo hago cuando de repente he cogido su mano, la he abrazado, la he dado un beso en la frente… -Volvió a suspirar.- Vivo con peligro de sufrir ataques al corazón en cualquier momento…
-Eso no parece tan terrible.-Rio Sungyeol. Tras eso, se arrimó un poco más a su dongsaeng, y dijo en voz baja, con una risa pícara: Myungsoo-yah… ¿Hasta dónde habéis llegado?-El otro se intentó alejar, y le dio un codazo, actuando indignado. Sungyeol le sujetó y volvió a preguntar.- ¿Os habéis besado?
Myungsoo le miró muy serio, pero la sonrisa traviesa de su hyung pudo con su fortaleza. Sonrió, enrojeciendo y agitando la cabeza. Sungyeol se levantó del sitio, mientras le señalaba con la boca y los ojos abiertos a más no poder. “¡La has besado!” exclamó sin poder evitar reír, dando palmadas al aire. Myungsoo se abalanzó sobre él, tapándole la boca, y volviéndole a sentar.
-¡Te puede oír! ¡Baja la voz!-Susurró enfadado.
Sungyeol siguió apuntándole con el dedo, con una expresión idiota de sorpresa que no se le quitaba. Myungsoo se tapó la cara con las manos, avergonzado.
-Sí, hyung. ¡Aishh! Hubo muchas veces en las que quise besarla, pero me contuve. Pero ayer… Volví del bar, y bueno, ya sabes que estaba bastante bebido… La vi, tan preocupada, celosa, tan… Que quise decirle de alguna forma que no se preocupara.
-Buena forma de decírselo.-Dijo Sungyeol como pudo, sujetándose la tripa por el dolor de la risa.-Lo probaré yo también… Jajajaja… –Tras una mirada asesina de Myungsoo, se obligó a parar.
-Y encima… Soy idiota. Le dije que aún no me había confesado a la chica que me gustaba… Antes de besarla.
-Así que te confesaste indirectamente.-Él asintió.- ¡Aigoo! Interesantes conversaciones tienes tú cuando vas borracho.
-Pero esta mañana -continuó Myungsoo- no sabía cómo comportarme, así que le dije que no recordaba nada e intenté alejarme. Pero no funcionó muy bien… -Sungyeol alzó las cejas, parpadeando curioso.- No estuvimos juntos, pero no podía dejar de pensar… Y luego si la veo, lo recuerdo y… Mi cuerpo actúa como quiere. Hace un momento si no llega a ser porque me has llamado… Estaba casi besándola de nuevo… Esta vez ya no puedo decir que era un error, o que lo he olvidado… Aahhh… Me estoy volviendo loco. ¿Qué voy a hacer, Sungyeol?-Dijo lanzándole una mirada lastimera.
-Ahh… Mi pequeño Myungsoo, como has crecido.- Dijo, acariciándole el pelo (como si de un perro se tratara), pero sus ojos estaban serios.- No creo que necesites que te diga nada, pero… Está bien, Myungsoo, enamorarse no es nada malo. A todo el mundo le pasa alguna vez. Trátala bien y dale mucho amor, y no la dejes escapar. –Myungsoo le miró sorprendido, “¿qué has dicho?”- Myung-myung, no es fácil encontrar a alguien a quien quieras, y te quiera, y menos alguien que te quiera conociendo lo raro que eres, y menos aún que no le importe verte todos los días sin maquillaje. – Terminó sonriente.
Myungsoo cogió un cojín, dispuesto a atacar, pero Sungyeol se le adelantó. Tras varios minutos de enzarzada lucha, Sungyeol venció y se comió parte de la merienda de su dongsaeng de regalo.
-También… Ha pasado otra cosa. –Sungyeol asintió, mientras terminaba de comer. “Dime”.- Ya sabes… Esas cosas que puedo hacer... Creo que hoy me ha pillado.


-Ah, ¿lo de mover cosas con…?-Se llevó un dedo a la cabeza.
-Sí. No sé si lo ha visto, pero me ha preguntado… Puff…-Bufó removiéndose el pelo.- No es solo mi cuerpo el que se altera, también parece que con ella cerca tengo más… “Poderes” o algo…
-Mira que eres raro. No sé, quizá deberías decírselo y ya está, tampoco es para tanto, además… Es algo guay.-Dijo guiñándole el ojo. Myungsoo suspiró.
Siguieron hablando de trabajo, haciendo bromas y compartiendo recuerdos, hasta que Sungyeol se tuvo que ir.
-¡No seas tímido! Si a ella le encantas.-Murmuró despidiéndose con un nuevo guiño.
-Gracias, hyung.-Dijo Myungsoo, escondiendo su cara que volvía a estar caliente y sonrosada.
-¡Carpe diem! ¡CARPE DIEM!-Iba gritando según bajaba las escaleras.


“¿Debería verla?” Pensó frente a la puerta de Selene. Conteniendo la respiración, giró el manillar, asomándose dentro. Había bolsas de plástico en el suelo, y alguna lata de refresco. “Habrá tenido que cenar aquí…” Se dijo, sintiéndose culpable. Entró en la oscura habitación y encontró a Selene tendida en la cama hecha una bola, abrazada a sí misma. Sonriendo, buscó algo con lo que arroparla. Al no encontrar nada, se quitó la chaqueta y se la puso por encima.
-Buenas noches.
Como ya había hecho alguna vez, se inclinó para besar su frente, rozando su suave pelo, y su piel. La miró de nuevo, bajo la escasa luz que llegaba allí desde la ciudad. Sus largas pestañas, su graciosa nariz, sus ardientes labios…Su respiración se entrecortó, sorprendido por su belleza, y cómo influía en él incluso estando dormida. Sin poder detenerse, acarició su pelo, apartándolo a un lado. Entonces ella alcanzó su mano, y entrelazó los dedos de ambos suavemente.
-Myungsoo-shii… -Murmuró abriendo los ojos. Parecía preocupada. Él susurro “oppa”. Ella sonrió- Myungsoo-oppa… ¿Te podrías... Quedar aquí?. –Apretó su mano un poco más fuerte, y bajo la mirada.- ...No quiero estar sola.
“Carpe diem” resonó en su cabeza. Miró su expresión asustada, triste… Tragó saliva, respiró, y sin soltar la mano de Selene, hizo lo que verdaderamente quería. Se recostó en la cama también y la acarició, sonriendo gentilmente.
-No tengas miedo, no me iré de tu lado.



Comments (1)

On 31 may 2013, 21:10:00 , GodWolf dijo...

Dios, Myungsoo también es D= Y la escena final es asdhadsajadshj Me da algo