CAPÍTULO 7:
No sabía qué hacer, estaba ahí atrapada en aquella situación que no quería ver, con un chico, que no sabía quién era, ni por qué hacía aquello. De pronto me agarró de la mano y me sacó de aquel lugar, la verdad es que lo agradecía, no quería seguir viendo más. Las lágrimas se escaparon de mis ojos ya hinchados de la otra noche, miré hacia arriba para intentar verle el rostro, pero lo veía todo borroso a causa de las gotas que brotaban si cesar por mis ojos. Llegamos al patio, debajo de un árbol, por fin me pude secar los ojos y visualizar mejor, cuando miré hacia arriba parecí haber llegado al cielo, porque aquel rostro no era de este mundo, el chico que tenía delante mi tenía los ojos de color avellana cremoso, unos labios carnosos, una piel no demasiado clara pero tampoco muy morena era el tono de piel perfecto, tenía el cabello de color miel claro, el pelo corto y desenfadado, aquel chico era un dios y si no poco le faltaba.
-¿Quién eres?- pregunte un poco confusa.
- Me llamo Taemin- me dijo con una gran y preciosa sonrisa, aquello me llegó al corazón.
-Oh!, pues...pues gracias por lo de hace un momento- le dije- ¿Por qué lo has hecho?- le pregunté.
-Parecía que necesitabas que te rescataran, y además te he estado observando desde el primer día que llegaste a este instituto.
-¿Estás en mi clase?- le pregunté, un poco confundida-porque de haber estado en mi misma clase, creo que no te olvidaría- seguro que le recordaría era imposible olvidarse de alguien como él…espera ¿aquello había salido de mí?¿de mi boca?, me quería morir.
-No, No estoy en tu clase, yo soy del salón B y tú del A- dijo entre risas.
- Ah!- fue lo único que pude decir, ya que estaba en estado de shock.
-De haber estado en tú clase, me hubiera presentado voluntario para formar pareja contigo en los trabajos de investigación, y hubiera sido amable contigo.
-Oh!-estaba muy sonrojada por lo que me estaba diciendo- Pero, si tan amable dices que hubieras sido, ¿Por qué no te acercaste a hablar conmigo desde el principio?
- Porque solo pude verte el primer día, al siguiente tuve que partir hacía Busan para visitar a mi hermana, porque se casaba por lo que tuve que ausentarme durante una semana, en lo que acababa de ayudarla con los preparativos y con la mudanza. Cuando volví me encontré con esto, es decir, que te acabo de sacar de un marrón muy grande nada más llegar.
- Pues…gracias por todo, ahora me…me gustaría irme a mi casa.
Me detuvo y me miró muy fijamente hasta el punto de estar cara a cara conmigo, podía sentir su aliento en mi cara, el corazón me empezaba a latir muy deprisa, y no sabía porque, pero hacia que me sintiera bien, y…eso me gustaba bastante.
-Si necesitas algo, cualquier cosa, solo llámame- me dijo con una amplia sonrisa.
-Pe-pe-pero, n-no tengo tú número de teléfono- le dije tartamudeando y como la cara con un tomate.
-Sí, dame tu teléfono- se lo di y me apuntó su número, me despedí de él y mi dirigí a mi casa, sólo quería que este día acabara, pero parecía que iba a ser imposible, porque alguien me llamó a mis espaldas.
- Jay!!- me giré y era Sacha que venía corriendo, con una gran sonrisa, no me apetecía hablar con ella y menos de lo ocurrido esta mañana, solo quería comer algo y deslizarme entre mis sabanas para dormir un poco.
-Ho-hola- le dije con cara de pocos amigos- ¿Qué quieres?
-¿Te pasa algo?, ¿estás enfadada conmigo?- me dijo, ¿Qué si estaba enfadada?, no, enfadada no, solo anonadada e irritada, hoy no era mi día, lo único bueno que me había pasado era que había conocido a la perfección divina en persona.
- No, no me pasa nada, solo estoy un poco cansada- le sonreí falsamente- ¿Qué querías?
-Nada, solo que es el día más feliz de mi vida- me dijo, saltando de alegría
-¿Por qué?- le pregunté, aunque era mejor no saberlo.
-¿Te acuerdas que te hablé la relación que tu vimos Minho y yo?
-Si- no quería saber más
-Pues lo hemos arreglado.
-¿C- como que lo habéis arreglado?- no lo podía creer ¿enserio?
-Sí, vamos que hemos quedado para salir- me dijo, yo, yo me quería morir, estaba a punto de darme algo, me inventé una excusa, para escapar de allí.
-Oh!, me, me alegro por ti, por vosotros claro- le dije- pero ahora te tengo que dejar, es que, estoy un poco cansada y quiero comer un poco.
-Claro, nos vemos mañana.
Me fui corriendo a casa, mis ojos empezaron a llorar, no se podía llorar tanto en un día, ¿de dónde salía tanta agua?, no tenía ni idea de lo que hacía y cuando fui consciente de mis propios actos, me vi llamando por teléfono.
-Taemin…Sí soy yo, Jay….solo quería preguntarte si, estabas libre mañana por la mañana….Oh! ¿Enserio?...si, si quedamos a esa hora, hasta mañana. Por una parte estaba feliz, de importarle a alguien, y por otra estaba muy triste, pero solo me concentré en acabarme la cena y en ducharme, cuando acabé me sentía muy bien y tenía mucho mejor aspecto. Me puse el pijama, y me metí en la cama, apagué la luz y me sumergí en un sueño profundo. Suerte que al día siguiente no habían clases.
No sabía qué hacer, estaba ahí atrapada en aquella situación que no quería ver, con un chico, que no sabía quién era, ni por qué hacía aquello. De pronto me agarró de la mano y me sacó de aquel lugar, la verdad es que lo agradecía, no quería seguir viendo más. Las lágrimas se escaparon de mis ojos ya hinchados de la otra noche, miré hacia arriba para intentar verle el rostro, pero lo veía todo borroso a causa de las gotas que brotaban si cesar por mis ojos. Llegamos al patio, debajo de un árbol, por fin me pude secar los ojos y visualizar mejor, cuando miré hacia arriba parecí haber llegado al cielo, porque aquel rostro no era de este mundo, el chico que tenía delante mi tenía los ojos de color avellana cremoso, unos labios carnosos, una piel no demasiado clara pero tampoco muy morena era el tono de piel perfecto, tenía el cabello de color miel claro, el pelo corto y desenfadado, aquel chico era un dios y si no poco le faltaba.
-¿Quién eres?- pregunte un poco confusa.
- Me llamo Taemin- me dijo con una gran y preciosa sonrisa, aquello me llegó al corazón.
-Oh!, pues...pues gracias por lo de hace un momento- le dije- ¿Por qué lo has hecho?- le pregunté.
-Parecía que necesitabas que te rescataran, y además te he estado observando desde el primer día que llegaste a este instituto.
-¿Estás en mi clase?- le pregunté, un poco confundida-porque de haber estado en mi misma clase, creo que no te olvidaría- seguro que le recordaría era imposible olvidarse de alguien como él…espera ¿aquello había salido de mí?¿de mi boca?, me quería morir.
-No, No estoy en tu clase, yo soy del salón B y tú del A- dijo entre risas.
- Ah!- fue lo único que pude decir, ya que estaba en estado de shock.
-De haber estado en tú clase, me hubiera presentado voluntario para formar pareja contigo en los trabajos de investigación, y hubiera sido amable contigo.
-Oh!-estaba muy sonrojada por lo que me estaba diciendo- Pero, si tan amable dices que hubieras sido, ¿Por qué no te acercaste a hablar conmigo desde el principio?
- Porque solo pude verte el primer día, al siguiente tuve que partir hacía Busan para visitar a mi hermana, porque se casaba por lo que tuve que ausentarme durante una semana, en lo que acababa de ayudarla con los preparativos y con la mudanza. Cuando volví me encontré con esto, es decir, que te acabo de sacar de un marrón muy grande nada más llegar.
- Pues…gracias por todo, ahora me…me gustaría irme a mi casa.
Me detuvo y me miró muy fijamente hasta el punto de estar cara a cara conmigo, podía sentir su aliento en mi cara, el corazón me empezaba a latir muy deprisa, y no sabía porque, pero hacia que me sintiera bien, y…eso me gustaba bastante.
-Si necesitas algo, cualquier cosa, solo llámame- me dijo con una amplia sonrisa.
-Pe-pe-pero, n-no tengo tú número de teléfono- le dije tartamudeando y como la cara con un tomate.
-Sí, dame tu teléfono- se lo di y me apuntó su número, me despedí de él y mi dirigí a mi casa, sólo quería que este día acabara, pero parecía que iba a ser imposible, porque alguien me llamó a mis espaldas.
- Jay!!- me giré y era Sacha que venía corriendo, con una gran sonrisa, no me apetecía hablar con ella y menos de lo ocurrido esta mañana, solo quería comer algo y deslizarme entre mis sabanas para dormir un poco.
-Ho-hola- le dije con cara de pocos amigos- ¿Qué quieres?
-¿Te pasa algo?, ¿estás enfadada conmigo?- me dijo, ¿Qué si estaba enfadada?, no, enfadada no, solo anonadada e irritada, hoy no era mi día, lo único bueno que me había pasado era que había conocido a la perfección divina en persona.
- No, no me pasa nada, solo estoy un poco cansada- le sonreí falsamente- ¿Qué querías?
-Nada, solo que es el día más feliz de mi vida- me dijo, saltando de alegría
-¿Por qué?- le pregunté, aunque era mejor no saberlo.
-¿Te acuerdas que te hablé la relación que tu vimos Minho y yo?
-Si- no quería saber más
-Pues lo hemos arreglado.
-¿C- como que lo habéis arreglado?- no lo podía creer ¿enserio?
-Sí, vamos que hemos quedado para salir- me dijo, yo, yo me quería morir, estaba a punto de darme algo, me inventé una excusa, para escapar de allí.
-Oh!, me, me alegro por ti, por vosotros claro- le dije- pero ahora te tengo que dejar, es que, estoy un poco cansada y quiero comer un poco.
-Claro, nos vemos mañana.
Me fui corriendo a casa, mis ojos empezaron a llorar, no se podía llorar tanto en un día, ¿de dónde salía tanta agua?, no tenía ni idea de lo que hacía y cuando fui consciente de mis propios actos, me vi llamando por teléfono.
-Taemin…Sí soy yo, Jay….solo quería preguntarte si, estabas libre mañana por la mañana….Oh! ¿Enserio?...si, si quedamos a esa hora, hasta mañana. Por una parte estaba feliz, de importarle a alguien, y por otra estaba muy triste, pero solo me concentré en acabarme la cena y en ducharme, cuando acabé me sentía muy bien y tenía mucho mejor aspecto. Me puse el pijama, y me metí en la cama, apagué la luz y me sumergí en un sueño profundo. Suerte que al día siguiente no habían clases.
Comments (1)
Ahh me gusta la pinta que tiene Taemin jaja. Seguro que ahora cambia la cosa, y que fuerte lo de Sasha joder xD Muy bueno, ya tengo ganas de tener tiempo para leerme el siguiente *_*