El móvil se iluminó así que Ryo lo cogió y abrió el mensaje
que recibió, se quedó mudo y su cuerpo se congeló, aquel sms era de Kyo.
"¿Podemos quedar para hablar? Sé que es mucho pedir,
pero solo será eso. Estaré esperándote en el parque de siempre durante un
tiempo"- Se sentó observando aquel mensaje, en ese momento su cabeza estaba a
punto de estallar de pensamientos ¿Qué hago? ¿Qué sucederá? ¿Le perdono o no?
¿Qué debería decir? ¿Qué me va a decir? Después de pensarlo un rato sin
inmutarse, se levantó y salió de allí en dirección al parque.
Kyo estaba sentado en aquel banco donde mantuvo su primera
conversación con Hikari. Tocó lentamente el lugar donde estuvo sentada
Hikari.
"Le debo mucho a este trozo de madera... aquí fue donde
la conocí de verdad, espero que me traiga la misma suerte con Ryo" -
Esperó sentado a que llegara, la gente pasaba, observaba el lago, el agua se movía por el viento,
justo cuando pensaba que Ryo no aparecería escuchó su voz.
-Aquí estoy ¿Que quieres?- Estaba completamente serio y
rígido, su voz sonaba seca y distante.
-Quiero hablar, sobre nosotros- En cambio Kyo se mostraba
más afectado, estaba triste y su voz sonaba dulce.
-No hay nada que hablar, ya está todo más que hablado o
mejor dicho, hecho- Ryo recordaba claramente las palabras de Mei, no quería que
volvieran a jugar con él, no podía confiar en Kyo otra vez, Mei había cambiado
su manera de pensar sobre este tema.
-¿Piensas dejarlo así?- No podía pensar en que Ryo no
quisiera solucionarlo, no después de las palabras de Hikari.
-Fuiste tú quien lo dejó así y quien dejó pasar los días
¿Ahora debo de estar aquí para ti?- Ryo apartó su mirada, Kyo miró al suelo.
-Sí, lo admito, todo es mi culpa, yo provoqué esto, lo
siento, solo quiero que todo vuelva a ser como antes- Apretó con fuerza sus
puños y contenía aquellas lagrimas de dolor.
-¿Como antes? Te abrí mi corazón, lo robaste y lo rompiste
¿Como antes? ¿Serás tú quien repare mi corazón y lo deje como antes?- Se
enfureció, elevó su tono de voz.
-No yo, nuestro amor ¿No? Te quiero Ryo, tal vez no de la
forma que tu deseas pero lo hago y siento haber estado tan ciego antes- Una
lagrima recorrió su mejilla.
-Es tarde Kyo, no puedo creer esas palabras- Dio media
vuelta y se marchó de allí dejandolo, ahora que este no podía verle comenzó
a llorar y corrió. Kyo se quedó petrificado allí, las palabras de Hikari en su
corazón funcionaron, pero en la realidad no ¿Estaba ella equivocada? ¿Que debía
hacer? Gritó y se arrodilló en el suelo.
Hikari se encontró con Mei, esta la llamó para reunirse en
una cafetería. Hikari entró y buscó por todo el local a Mei, la encontró
sentada en una mesa de la esquina mientras miraba un carta de cafés. Se acercó
observándola, no sabía el porqué pero cada vez se sentía más incomoda con ella.
Mei se percató de su presencia y sonrió. Hikari se sentó.
-¿Que tal estas?- Preguntó Mei mientras seguía leyendo la
carta
-Bastante feliz ¿Y tú?- Aquello era debido al día que había
pasado con Kyo.
-Bien ¿Y eso que estas tan feliz?- Cerró la carta y se apoyó
en sus manos mientras miraba a Hikari.
-Bueno pues...- A Hikari le daba vergüenza hablarle de Kyo,
sobre todo porque este era su ex novio. -Es que ayer estuve con Kyo y me
divertí mucho- La expresión de Mei cambió bruscamente.
-Entiendo...- Esta apartó su mirada provocando cierta
confusión en Hikari.
-¿Pasa algo?- Se mordió su labio, Mei suspiró.
-¿No crees que deberías llevar cuidado? Le conozco y puede
causarte problemas- Esto provocó una tierna risa en Hikari
-No creo que deba tener cuidado, la primera impresión que
tuve de él fue muy mala, eso me hace confiar un poco más en el- Se rascó su
cabeza de una forma muy tierna
-No tiene sentido...- Esta en cambio acariciaba su largo
cabello
-Mi madre me decía que "El
demonio siempre parece humano para ganarse tu confianza" La primera
impresión que me dio Kyo era la de un demonio pero poco a poco voy descubriendo
lo humano que es- Hikari sacó su lengua en son de burla
-Vaya, tu madre parece sabia ¿Hablas
mucho con ella?- Tal vez Mei sabía que aquella pregunta dañaría a Hikari
-Sí, es sabia, todo lo que sé me lo ha
enseñado ella, pero ya no hablamos, es más, ni la veo. Mis padres trabajan los
dos y nuestros horarios no coinciden, algunas noches me despierto y voy a su
cuarto y los miró un poco, tal vez suene psicópata pero es el único momento en
el que puedo verlos, que puedo recordar aquella época donde éramos una familia.
Muchas veces me gustaría despertarlos, pero no puedo, deben trabajar- Aquella
alegría que tenia se desvaneció con cada letra de sus palabras
-Vaya... Lo siento mucho pero recuerda,
nunca rendirse ante todo- La sonrisa de Mei animó un poco a Hikari, siempre lo
hacía.
-Gracias Mei- Las dos chocaron su mano.
Nozomi estaba sentada en su cuarto
dibujando, ese dibujo era Ryosuke y ella en forma de anime.
"Debo escribir una carta de
ánimo"- Se levantó a coger una hoja para escribir aquella carta que tenía
pensado enviar junto al dibujo pero de repente una de sus piernas falló y se
calló al suelo, gimió del dolor del golpe, lentamente comenzó a cerrar sus
ojos.
-Mama...- Dijo con un último suspiro
antes de desmayarse
Al llegar a su casa Hikari se encontró
con su hermana pequeña.
-¡Myura! ¡Qué alegría!- La cogió en brazos
y la besó.
-Tata, tata. Mañana por la tarde me quedo
contigo mientras los papas trabajan- Le gustaba mucho tocar el pelo de su
hermana
-Que alegría- Seguía besándola
-¿Que vamos a hacer?- La sonrisa de su
hermana era lo que más alegraba a Hikari.
-¡Tengo una idea!- Dejó a Myura en el
suelo y sacó su teléfono móvil. Buscó en el chat y abrió una conversación a
Kyo.
"Es la primera vez que le voy a
hablar por aquí"- Pensó nerviosa, comenzó a escribir.
-¿Mañana quieres venirte por la tarde a
mi casa? ¡Creo que te debo una! Además debes contarme lo de Ryo y quiero
presentarte a mi hermana pequeña.
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