16# Mientras no dormimos… Deberíamos huir.
-¡Pero si puedes oír…! Entonces… ¡Cuando Sungyeol vino…!-Exclamó Myungsoo de repente, dejando caer un poco del arroz que estaba comiendo sobre la mesa.

-¡Oh! Ah…-Murmuré avergonzada, haciendo una mueca que le sacó una sonrisa.- Si, bueno… Lo oí todo. –Myungsoo abrió la boca indignado.



-¿Todo? De verdad… Y aun así, no me dijiste nada. –Sacudió la cabeza, suspirando entre risas.- ¿Hasta qué punto puedes oír, o ver?
-Mmmm… Es como si me pudiera mover sin mi cuerpo, y fuera hasta el lugar al que quiero llegar y escuchar lo que quiero, o ver u oler… Además lo siento todo con mucha precisión y…Eso.-Dije encogiéndose de hombros. Myungsoo, siguió mirándome. Suspiré.- Por ejemplo ahora, puedo oír lo que sucede en más o menos medio kilómetro a la redonda o más, y escucho perfectamente tu pulso.-Sonreí al notar como se le aceleraba en cuanto lo dije. Él se dio cuenta, y tragó saliva intentando calmarse.- Y tus poderes, ¿cómo son?
-Mis poderes no son tan útiles. Solo muevo cosas, como si, bueno, supongo que se parece a los tuyos…. Como si me pudiera mover hasta allí sin mi cuerpo, aunque a veces me sale solo, sin pensar en nada en especial. No sé…
-¿Y puedes mover…?
-Aaah… No lo he intentado. Solo lo he hecho con cosas pequeñas, por ahora.-Se encogió de hombros, cansado.- Pero tampoco me importa demasiado…
Asentí pensativa. Entonces no sabía hasta dónde llegaban sus poderes… Fruncí el ceño ante unos pinchazos en mi cabeza. “¿Qué?” Cerré los ojos por el dolor, y en mi mente se empezaron a formar imágenes.
Unas sombras negras con ojos brillantes, corrían y escapaban, pero estaban encerradas. No importaba, podían dominar cualquier cosa, las paredes caían a su paso, las cadenas que intentaban detenerles, se deslizaban por sus dedos, sin que nada les pudiera atrapar… Cuando su huida se volvía más intensa, se volvieron hacia mí, y se despidieron.
Levanté la mirada, parecía que acababa de despertar, me dolía todo el cuerpo y estaba entumecida. Myungsoo me miraba con preocupación desde mi lado. De nuevo volvió la molesta presión. “Él puede hacerlo” me dijo una voz ajena a mí. Me agarré a él, mareada. “Él puede hacerlo” sonaba con un eco en mi cabeza. ¿Puede qué? Me removí de dolor, no podía controlar lo que hacía.
-Myungsoo… ¿Pu-puedes comprobar lo qu-qué serías capaz de hacer? –Él ladeó la cabeza, confuso.- Creo qu-que… Que puedes mover lo que quieras… Todo.
En cuanto dije eso, me sentí bien de nuevo, libre. Exhalé con fuerza. ¿Qué había sido eso? Mi cerebro se había vuelto loco. Pero, aunque no alcanzaba a comprender del todo lo que era aquella visión, se asoció rápidamente en mi cabeza con otra cosa: se suponía que podía presentir cosas, “leer los corazones de las personas” ¿Sería eso? “Ojala no sea así de doloroso siempre…” musité angustiada, para mí misma.
-Selene, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? –Murmuró un perdido Myungsoo que aún estaba sujetándome.
-No, nada…Bueno… Creo que tenías razón, cada vez tenemos más poderes. Al parecer ahora tengo visiones extrañas, o algo así.-Dije intentando parecer calmada.- Pero… Tienes que entrenar, según lo que he entendido… Aunque no sé si lo he interpretado bien… Puedes ha-
-Vale, vaale. Mañana lo pruebo, pero hoy deberíamos descansar ya… Pareces al borde del colapso.-Me observó con una mirada crítica y me levantó sin que opusiera mucha resistencia. 


-Vooy, voy...-Bostecé. Comenzando a caminar lentamente a mi cuarto.

Era cierto que aquel día había sido muy intenso. Todo lo que había ocurrido… Agité la cabeza, me había propuesto seriamente no pensar en Nana. Si lo hacía, podía volverme loca. Después de todo, de tantos años… Volví a sacudir la cabeza y fui a entrar en mi habitación. Pero no pude. Me di la vuelta, y me encontré con Myungsoo sujetándome por la muñeca, tirando suavemente de mí hacía él, que estaba en el quicio de la puerta de su cuarto. Parecía tímido, miraba al suelo. Le observé medio sorprendida, él me atrajo más fuertemente a su lado. Sin decir nada me hizo entrar en la habitación, abrió la cama y me metió con él, abrazándome bajo las sábanas. Me cubrió con su cuerpo, de una manera protectora. Alzó un brazo hasta mi pelo, y hundió la mano allí, guiando mi cabeza hasta su pecho.
-Selene, no pienses en lo que ha pasado hoy. Seguramente todo tenga sentido… Se sabrá con tiempo.
-¿Sentido? ¿Existe algo como eso?-Murmuré contra su hombro, se sacudió un momento por una pequeña carcajada y me acarició el cuero cabelludo.
-Sí, si…Estoy casi seguro. Puedo no conocerla pero no creo que te haya…-Tragó saliva.- Traicionado. Puede ser algún plan, o lo hizo por alguna razón. Pero no creo que deje que te atrapen habiendo estado juntas tanto tiempo… Y yo tampoco lo permitiré.
Me abracé con más fuerza a él, deseando que así fuera, que no pasara nada, que Nana hubiera tenido razones ocultas para hacerlo, que dejaran de perseguirnos, que pudiéramos vivir juntos, sin tener que huir siempre.
“Huir…” Myungsoo bajó su mano hasta mi cintura, con suaves y sutiles caricias que aceleraron el pulso de ambos. Me presionó contra sus caderas, mientras mi respiración se entrecortaba, a suya ganaba en fuerza. “Nos buscan…” Alcé un brazo, y encontré su rostro. Sonreí y oí como se formaba una sonrisa en su boca. Sus labios buscaban los míos. “¿Por qué?” Me estaba besando como nunca antes. Sin ponerse ningún límite, derramando su pasión sobre mí, caldeando mi interior con su fuego. No había fiereza, ni hambre, sino una seguridad y amor que me conmovieron. “”¿Por qué?” Mis pensamientos se apagaban, los sentimientos en mi pecho comenzaron a arder ante sus labios inmisericordes, que no paraban de moverse sobre mi piel… “Nuestros hijos pueden destruir el mundo.”
Abrí los ojos rápidamente, con el cuerpo agitado, pero de angustia. ¿Cómo se me había podido olvidar? Era lo más importante. Negué con la cabeza, separándome de Myungsoo, que se quedó totalmente confuso, y algo preocupado. Me levanté de la cama y me froté la cara, intentando despejarme y pensar con claridad.
Estábamos destinados a estar juntos, pero nuestro hijos podrían destruir el mundo, por eso los gobiernos de medio mundo nos buscaban, y Nana… “No lo pienses.” Miré a Myungsoo sentado en la cama, siguiendo mis pasos por la habitación. Era totalmente injusto todo. Era como una maldición, debíamos estar juntos, pero nunca podríamos ser una familia, nuestros hijo no habrían de existir nunca. “Pero no hace falta tener hijos” me dije, calmándome. Entonces observé sus ojos negros, su pelo cayendo graciosamente sobre sus orejas, sus brazos desnudos llamándome de nuevo a la cama… ¿No iba a poder ver a un pequeño Myungsoo jamás? Normalmente no me hubiera importado, pero con él, saber eso me hacía sentir triste.
-Myungsoo… No podemos… Nos buscan.-El me miró sin saber que estaba pasando por mi cabeza. Corrí a abrazarme a él.- Nos quieren eliminar… Pero no porque seamos diferentes. No, Myungsoo… -Le miré sin saber muy bien como sentirme.- Si tenemos descendencia... Pueden destruir el mundo. No podemos…
-¿No podemos tener hijos?-Negué con la cabeza.- ¿Y te preocupas de eso ahora? –Me acarició las mejillas, sonriendo. Mi organismo se aceleró. “¿Y cuándo lo voy a pensar si no? Como si no hubiera riesgo…”


- No nos van a atrapar-continuó.- y nuestros hijos no van a  acabar con todo. Lo solucionaremos, aún hay tiempo, ahora que lo sabemos, conseguiremos evitarlo como sea.
“Que positivismo” me dije, escéptica, pero su mirada  segura me hizo sonreír. Me sentía aliviada de alguna forma. Me acerqué para darle un beso en la mejilla, y le hice cosquillas con mi nariz un momento, antes de que un mensaje llegara a m móvil. Ambos nos tensamos en el sitio, temerosos de lo que podría ser. Le miré cogiendo fuerzas, y me volví hacia mi teléfono con precaución. Lo desbloqueé y dejé que Myungsoo lo abriera. No quería saber lo que ponía. Cerré los ojos y esperé por su reacción.
No era nada bueno. Me soltó nervioso y hastiado, resoplando con furia. “Tao” Le quité el móvil de las manos antes de que hiciera algo de lo que pudiéramos arrepentirnos los dos, y leí el mensaje.
“Estoy encantado de haberte conocido, sin embargo… No he podido decirte todo lo que quería ¿No nos podríamos volver a ver? ¿Eh? Me debes un café. Además supongo que quieres saber qué pasa con Nana, ¿no? ^^ Nos vemos. Ah, dile a tu amigo que no venga, por favor.  No quiero más peleas. Contesta cuando puedas ;)”
“¿Nana? ¿Qué sabe de Nana?” Grité en mi cabeza. Miré a Myungsoo. Estaba casi echando humo por la cabeza. Mantenía la mandíbula apretada y respiraba con fuerza. No le iba a gustar, pero si sabía algo de Nana… Tenía que verle.
-Myungsoo-oppa…
-¡NO! No, no, no vas a ir. Si sabe algo de Nana es que es uno de ellos. Te atraparan y… No. Selene, no te vas a mover de aquí.
-Pero… Sabes que … Mis poderes…-Necesitaba convencerle, tenía que saber…
-Selene.-Me miró intensamente con una loca determinación.- No. 


Comments (0)