Myungsoo
15# “Solo cree en mí”
“Solo cree en mí” Se repetía en la mente de Myungsoo una y otra vez. Hacía rato ya que Selene había pronunciado esas palabras, ahora estaría en su habitación seguramente, pensando, sintiéndose angustiada, impotente y triste. Como él. ¿Pero cómo podía creerla habiéndola visto con ese…?  “Ese monstruo con pintas de persona”.
Myungsoo daba vueltas en la cama, sin saber qué hacer. ¿Por qué no había llegado antes? Pensó que debería haberla seguido desde el momento en que salió de casa, así podría verificar lo que decía. “¿Y por qué no simplemente te fías de ella?” Pero por más que quisiera, no podía dejar de estar enfadado. Chasqueó la legua, volviendo a girar. Suspiró.

No soportaba recordar al tal “Tao”, simplemente le enervaba. ¿Por qué la trataba así? ¿Por qué la había abrazado? Cuando recordaba la escena, no conseguía evitar golpear algo. Su furia le quemaba las venas. Ahogó un grito contra la almohada, y sacudió la cabeza intentándose librar de esa sensación.


Cuando consiguió reponerse de ese nuevo ramalazo nervioso, consiguió llegar a una conclusión: podía creer a Selene, quería creerla, lo único que no soportaba era la existencia de esa persona. ¿Quién era? ¿Por qué estaba con ella en ese momento? ¿Qué tipo de persona…? Acalló sus pensamientos cuando Selene llamó a la puerta y entró sin esperar respuesta con un kit de primeros auxilios entre manos. Sin decir nada se acercó a la cama y cogió la mano de Myungsoo que tenía herida.
Le miró dubitativa, cogió aire y murmuró:
-Puede que te duela un poco. Dime si quieres que pare.
Sin darle tiempo a replicar, vertió agua oxigenada en un poco de algodón y comenzó su labor con extrema delicadeza y dedicación. Él la miraba con sentimientos contradictorios. Por una parte no podía dejar de admirar la gracia y belleza que poseía Selene, que hacía crecer la ternura en su interior irremediablemente; pero por otra… Solo pensar en lo que había pasado, en la forma en la que la había abrazado ese ser
De nuevo una ira que no pudo controlar le envenenó, con aquellas imágenes en la cabeza su cuerpo respondió solo. Intentó controlarlo, pero no podía… El botiquín salió despedido y chocó contra el suelo, dejando el camino libre a Myungsoo hacia el cuerpo de ella, quien le miró nerviosa. Él no perdió más tiempo y antes de que Selene pudiera decir nada, los labios de Myungsoo  se encontraron con los de ella. Descargó todo lo que sentía, devorando su boca con ímpetu y destreza. Sintió como Selene intentaba resistirse en un principio. Lo ignoró, tomando más fuerza, agarrando su cuello con ambas manos, apoderándose de sus movimientos afianzando los dedos en la raíz del sedoso pelo de Selene, hasta que consiguió hacerla sucumbir. Cerrando los ojos, mordisqueó su labio inferior antes de volver a besarla movido por ese sentimiento de  rabia. Su lengua se movía frenética, hundiéndose juguetona en la boca de ella. Cuando la situación alcanzó un punto álgido, él bajó hasta su cuello, besando y mordiéndolo de tal forma que consiguió hacerla temblar entre sus brazos. Una vez conseguido su objetivo, la miró indiferente, con sarcasmo.
-Y él, ¿alguna vez te ha besado como yo?

Tragó saliva, mientras veía como una serie de emociones atravesaban los ojos de Selene. Confusión, desconcierto, incredibilidad, amargura, tristeza, rabia. Myungsoo vio venir el golpe, pero no lo esquivó. Sabía que se lo merecía, él mismo se desagradaba en ese momento. Notó su mejilla ardiendo, pero evitó hacer nada. Tras eso, Selene lo miró con enfado y una sorprendente determinación, aun teniendo una mirada triste y cansada, al borde de derramar lágrimas. Pero no se escondió como otras veces.
-No…-Cogió aire, tomando fuerzas.- No vuelvas a preguntarme algo así. Le acababa de conocer, ¡ya está! No hay más. No puedo entender por qué hizo lo que hizo, pero solo intentaba animarme, porque, ¿sabes?-Preguntó retóricamente, con dolor.- Casi muero. Si no hubiera sido atropellada, hubiera sido a manos de Na-Nana…-Volvió a resoplar, intentando mantener sus ojos secos.- No sé si has escuchado algo de lo que he dicho antes pero… Pero… N-no quiere que siga viva.-Dijo, terminando en un susurro.- Y…-Rio secamente.- Ni siquiera sé por qué te estoy contando todo esto…
Tenía intención de levantarse, cuando Myungsoo envolvió su cara con las manos, acariciando sus mejillas con los pulgares. Ya no sabía ni qué hacía, qué estaba bien, o qué estaba mal, pero aun así, había veces que agradecía a su cuerpo su resolución y esta vez era una de ellas. Le dirigió una mirada de arrepentimiento, que esperaba que aceptara tarde o temprano, y preocupación. No había pensado en nada de eso. Selene debía de estar destrozada. “Y lo piensas ahora, ¿no?” le picó una voz en su mente.
-¿E-estás bien?
Ella solo esquivó su mirada, y sujetando las muñecas de Myungsoo se liberó, saliendo de la habitación. Ahora era ella la que estaba enfadada. Él volvió a tumbarse en la cama, sintiendo que todo aquello le superaba y no conseguía entender ni la mitad. Ni porqué se había enfurecido tanto, ni porqué la había besado así, ni porque no había pensado en qué habría pasado con Nana. No se había preocupado lo más mínimo.
“Pero eso no quita que se haya abrazado con Tao” “Y… ¡Ahhgg! De verdad… No lo aguanto” También pensaba cuando le había preguntado por el qué era él de ella. Ni siquiera lo sabía, así que no pudo contestar, se sentía torpe y humillado de alguna forma. Pero, ¿quién tenía la culpa de eso? ¿Él, ella…? Tao desde luego no, pero era al que más quería culpar.
Siguió dando vueltas por la habitación, pensativo y mucho más calmado, solo que ahora, no sabía cómo actuar. Con su ataque de celos había conseguido hacer enfadar a Selene y estropear la situación. Pero no podía evitar sentirse enfadado cuando lo recordaba todo.


Cuando se hizo de noche, tomó la fuerza suficiente para salir e ir a verla, aunque fuera para cenar juntos, sin hablar. Necesitaba verla y aclarar sus sentimientos. Todo estaba en silencio, así que supuso que estaría en su habitación. Llamó, pero nadie contestó. Abrió y no vio nada, así que encendió la luz. No había nadie. Por alguna razón se empezó a poner nervioso. ¿Y si se había ido? ¿Estaba tan enfadada? “Quizá se ha quedado dormida en el salón” Fue al salón, pero tampoco estaba allí. ¿En el baño quizá? No, la puerta estaba abierta y no había nadie de nuevo. Su corazón latía fuertemente en su pecho, se sentía agobiado aun suponiendo que era imposible que se hubiera ido por mucho tiempo, pues no había recogido nada. “Habrá salido a dar una vuelta, tranquilízate” Se le congelaron las entrañas cuando pensó que quizá, solo quizá… “¿Y si ha ido a ver Tao?” No podía ser, pensó caminando desesperado por el salón. No podía ser.
Fue corriendo a coger el abrigo cuando vio una sombra en la terraza. Cuando se acercó reconoció la silueta de Selene. Estaba parada, concentrada, con los ojos cerrados en medio de una noche incipiente con un viento salvaje soplando alrededor, alborotándola el pelo, jugando entre su ropa. Myungsoo atrajo la chaqueta hasta él y fue a colocarla sobre los hombros de ella. Estaba pálida y fría. Abrió los ojos lentamente cuando sintió el peso de la prenda sobre su piel. Cuando pareció volver a la realidad, se volvió hacia Myungsoo con una mirada cansada. Se mantuvieron observándose el tiempo que necesitaron hasta conseguir desprenderse de su orgullo y terquedad, hasta poder llegar a comprenderse aún mejor, sin necesidad de palabras.
-Lo siento.- Murmuraron a la vez. Ambos dieron un respingo y sonrieron. Myungsoo tomó la palabra.- No sé qué me ha pasado, y no puedo explicarlo, pero… Lo siento. Te creo, y lamento no haberme preocupado antes por Nana, ni por nada de ese asunto. Simplemente pensaba que Tao… -Calló, respirando fuertemente, apagando su rebelde odio.- No puedo ni pensar en él, es un ser tan… Tan horrible. Por favor, no-no te acerques a él.-Susurró con una voz algo quebrada. Ni él lo entendía.
Selene asintió a su lado, y prefirió no hablar de Nana.
-Si te afecta tanto, no me importa no acercarme a él, tampoco le conozco y no tenía pensado volver a verle igualmente, pero… -Se giró a mirarle.- No puedes ser tan celoso con todo el mundo.
- ¿Y quién dice que estoy celoso? –Dijo bufando. Selene levantó las cejas, y le miró juzgando su actitud. Myungsoo se aclaró la garganta, esquivando su mirada. Añadió en voz baja: No creo que fueran solo celos. Es como si… No sé, le odiara o algo, pero no tiene mucho sentido, ¿no? –Selene negó sonriendo. Aunque todo fuera extraño, al menos podían hablarlo tranquilamente.
-Bueno… No. –Dijo sonriendo.-Pero realmente nada lo tiene. He estado pensando… Y… Cada vez todo es más absurdo. Siento no haber venido a casa directamente, pero, después de que casi me atropellaran estaba como ida… Y acabe en la heladería, y Tao me pareció simpático.-Calló rápidamente, viendo cómo se tensaba Myungsoo.- Pero supongo que es extraño también que sin conocerme de nada hiciera todo eso. No sé…
-¿Qué es cada vez más absurdo?
-Si te lo dijera…-Suspiró.- Antes habría dicho que no me creerías, pero después de todo lo que ha pasado…
-¿Qué es? –Insistió Myungsoo.
Sin decir nada, le cogió de la mano, y entraron al salón. Selene se sentó y esperó a que Myungsoo hiciera lo mismo.
-¿Qué pasa?
Selene respiró profundamente, y sin pensar demasiado en lo que hacía, puso su mano sobre la de Myungsoo. Él la acarició, contento de que pudieran volver a como estaban antes, pero impaciente por escuchar lo que tenía que decir.
-No tengo aquí las pruebas, pero creo que… Será suficiente con… Bueno…-Levantó la mirada hasta alcanzar los ojos de Myungsoo, consiguiendo la determinación que necesitaba.- No sé si te lo conté ya pero Nana es historiadora y hace unas dos semanas encontró un antiguo escrito que hablaba de dos seres que no humanos y estaban en la Tierra, destinados a encontrarse. No pueden saber todos los detalles con precisión porque hay partes borradas y que no entienden pero… Me dijo que uno de ellos, tenía los ojos negros y el poder de la telequinesia.
Myungsoo agarró con fuerza a Selene. ¿Lo había visto? Sorprendido recordó como esa misma tarde su poder se había vuelto loco junto con él. Claro que lo había visto, ¿cómo iba a ignorar alguien el hecho de que los platos se cayeran solos y las puertas se abrieran y cerraran sin más?
-Selene… Yo… -Murmuró frunciendo el ceño. ¿Qué podía decir?
-No importa, Myungsoo. Hay mucho más. –Éste calló y la dejó continuar.- El otro ser estaba descrito como “el de ojos de ningún color” y tiene los sentidos muy desarrollados.
-¿De ningún color?


-Sí. Al principio creía que se refería a que eran blancos, pero luego… Luego comencé a pensar, a recordar cosas…Y creo que se refiere a mí. Bueno no creo, estoy segura.-Dijo conteniendo el aliento.
-Así que… Tienes súper sentidos…-Musitó Myungsoo intentando interiorizar todo. Cuadrando las pequeñas piezas unas con otras.- Entonces… Puedes oír, ver…
-Y oler, y sentir seguramente también, pero creo que aún estoy desarrollándolos y cada vez…
-Son más fuertes. Como los míos.-Agitó brevemente la cabeza, pestañeando con fuerza.- Quizá sea porque ahora estamos juntos, como…
-Estamos destinados.
Se miraron sintiendo la transcendencia de ese momento. Todo lo que pudiera ser extraño, parecía tener explicación ahora. Sus encuentros, la intensa atracción que sintieron desde un primer momento, la forma en la que había ocurrido todo para que finalmente, estuvieran allí, los dos. Myungsoo se sintió sobrecogido por todos los sentimientos que aguardaban en su interior. Ella podía entenderle, podía ser totalmente sincero con ella, no había nada que no pudieran hacer juntos. La abrazó exaltado, sin poder creer lo feliz que se sentía en aquel momento.
-Myungsoo… Eso no es todo, Myungsoo, estamos en pelig…
Selene no pudo continuar, pues Myungsoo había sucumbido ya bajo la proximidad de ambos, y la besaba como si su vida dependiese de ello.


Comments (1)

On 5 jun 2013, 22:27:00 , GodWolf dijo...

Dios mio, esto esta cada vez mas interesante, me encanta muchisimo, en etsos capitulos has mejorado mucho y myungsoo ashjslad
Y bueno Selene cada vez me encanta mas