Después de haberme pasado toda la
noche despierta pensando en Jaejoong había tomado una decisión, en
mi mente todo estaba claro. Sabia lo que tenia que hacer y todo debía
de salir bien, tal y como yo había pensado que las cosas pasaría.
Cuando llegue a la oficina mi objetivo era claro así que sin
pensarlo dos veces y sin tocar a la puerta entre en el despacho de
Jaejoong.
-Ria....que....que estas haciendo ya
aquí...no entras hasta las 8...
-Levanta nos vamos.
-¿Como que nos vamos?¿Donde?
-Cuando me invitaste a comer dijiste
que te debía una cita no?, pues he venido a dártela. -Le dije
mientras me acercaba y le cogía de la mano para levantar lo de la
silla.
Jaejoong sin pensárselo mucho se
levanto de la silla y me siguió.
-Ria...pero donde me llevas....
-La condición era que yo elegía el
sitio no? Pues como no me decidía por uno he pensado en diez.
-En diez....¿Pero tu estas loca?
-Un poco quizá. Pero no me has dejado
terminar, a ti solo te gusta el café de la cafetería de la lado de
tu casa, pero me he propuesto hacerte cambiar de opinión y he
elegido las diez mejores cafeterías de corea. Vamos a ir una a una
probando todos los cafés y al final del día si ninguno de ellos te
ha gustado mas me daré por vencida. ¿Que te parece?
-Bueno....mientras estés tu.
Yo no le mire, hice como que no había
oído su comentario y seguimos caminado. La primera cafetería estaba
cerca, entremos y nos pedimos los primeros dos cafés de aquella
larga mañana. Jaejoong al primer sorbo puso cara de asco y empezó a
criticar el café, a mi no me parecía tan malo, pero el se puso
pesado para que nos fuéramos a la siguiente, puesto que el no se iba
a beber el suyo, era como un niño pequeño enrabietado. Al final
deje mi café a medio beber y le hice caso....era mejor que oírlo
quejarse. En las tres siguientes tampoco le gusto, el quinta y la
sexta ni siquiera nos molestamos en sentarnos porque sabíamos, tanto
el como yo, que me haría levantarme a los cinco minutos. Llegamos a
la séptima cafetería, esta era mi favorita, fue la primera
cafetería que visite cuando vine a Corea. Era muy bonita y estaba
llena de gente. Pedimos los dos cafés, cuando íbamos de camino
hacia la puerta, Jaejoong saboreo su café me miro sonriendo y me
dijo.
-Uuuummm no esta mal...
-No me lo puedo creer...te gusta?
-No he dicho que me guste he dicho que
no esta mal...
-Admítelo...te gusta el café.
-Bueno que, ¿Nos sentamos?
-No me cambies de tema.... -Le dije
mientras nos dirijamos a la mesa para sentarnos.-
-Vale si me gusta y que cambia eso.
-Pues que yo gano.
Jaejoong me sonrió y se quedo
callado bebiendo su café yo hice lo mismo, quizás ese era el
momento perfecto para decirle lo que había estando pensado durante
toda la noche pero el se me adelanto.
-Ria lo de anoche....yo....siento
haberme marchado de esa manera....
-No por favor Jaejoong déjame hablar a
mi primero. -El se mantuvo en silencio dejándome hablar.-
Veras...yo... no siento lo mismo por ti. Para mi tu eres mi jefe y mi
amigo....pero solo eso... -Cada una de las palabras que decía se me
clavaban en el corazón como puñales, me estaba arrepintiendo de
todo lo que mi boca decía, de cada una de las letras que
pronunciaba, pero creo que era lo mejor tanto para el como para mi,
el debía olvidarse de mi, hacer su vida y centrarse en su empresa,
conocer a alguien y ser feliz. Yo solo soy una piedra en su camino
que debe de ser apartada.- Lo siento Jaejoong....
- No te creo y aunque fuera cierto aun
así Ria yo... aun así... creo que puedo hacerte feliz...creo que
podemos estar juntos...se que a mi lado te lo pasas bien, que te ríes
y te diviertes. Podemos seguir estando bien juntos...quiero estar
contigo Ria...quiero hacerte reír todos los días.... -Después
de las palabras de Jaejoong mi corazón se rompió en pedazos, solo
quería besarle y decirle que si, que quería estar a su lado que
quería estar junto a él...pero eso no era lo correcto y mi mente
tenia otros planes.-
-Jaejoong es imposible que estemos
juntos, soy tu secretaria , que dirían en la oficina todo el mundo
hablaría de nosotros. Yo seria la secretaria que se tira al jefe
para que le suban el sueldo y yo no soy así Jaejoong...
-¿El problema es que eres mi
secretaria? Vale, pues estas despedida. No necesitas el dinero
viviremos de mi sueldo, soy el dueño de una empresa, tenemos todo lo
que necesitamos.
-No Jaejoong el problema no es ese el
problema es.....el problema es....el problema es que no puedo aceptar
tu corazón, no me lo merezco.
-Ria...
-No Jaejoong la conversación termina
aquí, me voy a ir antes....nos vemos en la oficina.
Yo me levante de la silla y me
fui. Me sentía fatal, solo tenia ganas de volver, de ir corriendo
hacia la mesa donde Jae estaba sentado y pedirle que me perdonara,
que me besara, que me quisiera. Pero las cosas no eran así, yo le
había rechazado y era lo correcto. Que hace una persona de mi
estatus que vive en una casa cutre con una persona como el. Alto,
guapo, con dinero.Él es perfecto no solo físicamente, que es algo
que salta a primera vista, si no también interiormente, es una de
las mejores personas que he conocido y conoceré en mi vida, es
amable, humilde, sincero, detallista atento, encantador, lo tiene
todo, no me necesita, cualquiera chica quería estar con el. Lo único
que necesitaba era olvidarse de mi, dejar que le tiempo pasara y
curase las heridas. Pero aunque me decía todo aquello a mi misma,
cuando iba de camino a la oficina, mi corazón sabia que no era
verdad lo que decía, que el tiempo pasaría y es posible que borrara
las heridas de Jaejoong, pero las mías.....esas serian mucho más
difíciles de borrar.
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